Doblan las campanas (1/2)
17 Mar 2021Manuel
Contiene profanidades, elementos fuertes de rol y imageneria cruentaNo soy un tipo duro.
Nunca me he considerado particularmente resistente, fuerte o grande; desde que tengo memoria, he sido una masa blanda y llorona, mas asustada del entorno que asombrada la mayoría de las veces.
No soy de esa casta de seres que "tragan piedras y cagan arena", a los que nada les hace mella.
Creo que aprendí a endurecer mi exterior, a formar una escara impenetrable que deja todo fuera. Desde muy joven, aprendí que el mostrarse vulnerable o herido solo aumentaba la cantidad (y saña) del castigo recibido; podría escribir una ingente cantidad de paginas al respecto y destilar mi lacrimogena infancia (madre poco tuvo que ver en ello, fue mas, cortesía del abyecto energúmeno que me "crió" en su ausencia).
El caso es que aprendí a vertir todo el dolor/tristeza/llanto en una "caja" en mi interior, cerrándola tras ello y sin mostrar emoción alguna.
Al servir en las fuerzas armadas, viví, experimente, vi y estuve en situaciones donde no se daba abasto mi capacidad de encerrar los sentimientos, pero aun así, no se desbordo ni saturo.
Estuve en incursiones y operaciones de alto impacto, en donde los disparos les llovían a ambos extremos. Donde las entregas de fuego y muerte se encontraban con un blanco humano.
Tanto propios como ajenos vi caer, en llamas o fragmentados cual copa de vidrio; el olor, a carne, a herrumbre y humedad, a muerte, siempre cubre esos lugares como una mortaja, tras los enfrentamientos.
Charcos humeantes de algo que alguna vez hablo, sintió o pensó, es todo lo que suele quedar tras el combate; mas duraderos son los restos de equipo (vehiculos convertidos en hierros retorcidos y al rojo vivo; cascos y armaduras corporales quebrados o fundidos, jirones de uniformes) o el armamento, señales de que fue un choque entre dos poderes, entre dos grupos armados hasta los dientes y lanzándose entre si para destruir o ser destruido.
Todos aquellos que alguna ves hemos empuñado un arma (sea un hipermoderno cañon "gauss", los confiables y arcaicos fusiles, o en tiempos ancestrales, las espadas y lanzas) sabemos que podremos encontrar nuestro fin en el extremo de otra arma semejante; usar un uniforme es señal de aceptar el desafió de plantar cara a fuerzas similares o incluso superiores a las propias, y solo parar hasta vencer o morir.
No glorifico la matanza ni las guerras; son lo mas cercano al infierno. No hay nada heroico en vaporizar a un semejante, sea a pie o a bordo de un crucero estelar, la muerte de cualquier ser humano, es igual; es una tragedia en si misma.
Cada "baja" enemiga, tenia nombre, ideas, y todo lo que hace a una persona. Nos sumergimos en ideologías y pretextos, o nos distanciamos a través del monitor, del visor o de la cabina, a fin de alejarnos de la realidad, de que vamos a extinguir una vida. Pero lo hacemos; seguimos haciéndolo por que sabemos que si la fortuna, el azar o las circunstancias lo hubieran dispuesto de otra manera (tal vez un segundo mas tarde, un metro mas cerca, un watt mas de poder en los escudos o en las armas), seriamos nosotros quienes estuviéramos al otro lado de la mira, en el extremo final, en el ocaso de todo.
No soy un tipo duro, pero aprendí a endurecerme de cara a esa labor; por que mi credo es que por cada ser que extinguimos, podemos salvar a muchos mas (victimas de aquellos a quienes abatimos).
Pero lo que vi en esta semana de rescate en las estaciones atacadas...fue demasiado...simplemente llego el punto en que me desborde... ¡carajo!¡es que es una barbaridad que ningún hijo de p*** debería pensar en hacer siquiera!.
Un ataque atroz contra blancos civiles ¡es una cabronada monumental!, familias enteras que en parpadeo fueron disueltas por una nube de enzimas y fuego.
Y eso, si fueron "afortunados" de estar cerca del sitio de las cargas... por que el ser succionado por el vació... Los civiles no suelen pensar en ello, en que solo los separan unos metros de aleaciones reforzadas de una agónica muerte por congelación y asfixia en menos de medio minuto.
Y de nuevo, eso siempre y cuando la eyeccion por la descompresión sea instantánea; por que cuando la succión es a través de un espacio menor a, digamos 2 metros de diámetro (como en las perforaciones por el daño caustico de las enzimas Thargoides al salpicar una pared), los millones de litros de atmósfera buscan salir al espacio y arrastran todo con ellos, y si una persona se interpone, sera exprimida al vació por la grieta...Y no me quiero ni imaginar el terror puro que en esos agónicos momentos han de sentir.
Por eso no encontramos en las estaciones restos humanos...solamente las manchas carbonizadas de quienes fueron incinerados, o los charcos corroídos de quienes fueron sumergidos en las enzimas... solo eso indica donde murieron algunos, ¡y no nos da una idea de la cantidad de victimas!.
Sin ningún aviso, sin ninguna oportunidad; tan artero, cobarde y maldito como pudieron hacerlo, ¡esto de ninguna mierda es un acto de guerra!, ¿que carajos esperaban ganar? ¿acaso están tan imbéciles como para creer que vamos a pensar "oh si, nos reventaron nueve estaciones espaciales, ¡ahora entiendo como se sienten y voy a apoyarlos!"?.
Solo espero que no hayan sido suicidas los que pusieron las cargas...por que cuando los agarren (por que pasará, tan cierto como que el fuego quema) ¡ojala y los sumerjan (empezado por los pies) en barriles de enzimas thargoides!