Sentimiento oceánico
09 Apr 2021Manuel
¡Ah el espacio profundo!, ¡ese telón abstruso y majestuoso donde los pesares mundanos se diluyen a menos que nada!¿Acaso el primer ser auto-consciente de esta galaxia habrá ponderado sobre los misterios mas allá de sus costas celestiales? ¿habrán imaginado (entre fantástico anhelo y terrible pesadilla) los primeros mortales en surcar esos cielos desconocidos que los confinaban?.
No tengo la sabiduría requerida para estas divagaciones exhaustivas (acaso tras dos días de viaje, y 67 saltos hiperlumínicos entre sistemas han dado rienda suelta a la -siempre presente, nunca lejana- "locura espacial" para deambular en mi cráneo) pero si que me he sumergido (y ahogado otras tantas veces) en cavilaciones al recorrer sistemas sin cartografiar.
El espectacular ballet estelar me da lugar a una claridad mental, muy semejante a la que los antiguos místicos terrícolas (o los devotos de cualquier denominación) llaman "éxtasis" o "iluminación". Lo que alcanzo a recordar, es que se le ha llamado "experiencia cumbre"; esa numinosa claridad mental, mas allá de la actividad misma.
Aquí fuera, entre inmensurables distancias y lugares jamas vistos por seres semejantes a uno, donde la soledad alcanza una apoteosis y se torna en paz y claridad mental, donde se siente libre de conflicto y se altera la conciencia y la percepción, aquí es donde me hallo a mi mismo.
Quizás sea la inmensidad, la falta de estímulos conocidos para la mente o la absoluta libertad que existe entre las estrellas desconocidas; pero mi mente rampante y voraz, se llena de pensamientos e ideas, surgen (fugaces pero indelebles) recuerdos, anhelos y sensaciones, de las cuales toda relación temporal carece de significado aquí fuera. ¿recuerdo el futuro y predigo mi pasado? ¿o es que ha dejado de tener sentido el concepto de tiempo cuando me hallo a miles de años luz del reloj mas cercano (pues los de la nave carecen de punto de referencia)?, ¿que significa que aquí, en medio de mundos desconocidos, sean las 3 am ?, ¿quien puede limitarme mas que mis propias acciones, aciertos y errores?; si sigo viajando, el único testigo seré yo; si cometo un error (o varios) y muero, ¿quien sabrá culparme o recordarme?.
Aquí fuera, me he transmutado en ese mítico/filosófico árbol en medio del bosque y sin testigos...¿ha caído? ¿sigue en pie? ¿¡Quien puede saberlo?!
Y sin embargo, sea la funesta caída o el seguir adelante depende de mi. Esa responsabilidad y riesgo absolutos, me absuelven (al momento, por que en otros es totalmente opuesto) del miedo, inhibiciones, dudas o auto critica; pero también, me llena de una autodeterminación para ser mas espontaneo, expresivo y no limitarme por la comodidad o conformismo.
Creo que aquí afuera en medio del vació, yace el altar de la auto trascendencia.
Ahora entiendo (o creo entender) un poema de la antigüedad, que dice:
Continuidades
Nada se pierde realmente, o puede ser perdido,
ningún nacimiento, identidad, forma… ningún objeto del mundo,
ni la vida, ni la fuerza, ni ninguna cosa visible
la apariencia no debe caer en lámina, ni ninguna esfera cambiante confundir tu cerebro…
amplios son el tiempo y el espacio, amplios los ámbitos de la naturaleza,
el cuerpo indolente, viejo y frío…
las ascuas sobradas de incendios anteriores,
la luz en el ojo carente de brillo, brillará nuevamente a su debido tiempo,
el sol que cae ahora en el oeste, se levanta por la mañana, para, y por la tarde continua…
a cubos helados siempre regresa la ley invisible de la primavera,
con pasto y flores, y frutas y maíz de verano…
Walt Whitman (1819-1892)