Terroristas
23 Mar 2019Lobo Estelar
Llevamos más de un mes en el que nuestra estructura se ha resentido por la desaparición de nuestro almirante, minando la fuerza operativa del grupo. Un error, una mala decisión tomada por desconocimiento, puede llevar al traste con el trabajo realizado durante largo tiempo. Por eso he preferido todo este tiempo mantenerme reordenando los papeles de la oficina y resolviendo problemas menores de orden interno. Adeka se ha pacificado casi al completo. Las fuerzas hostiles de corte mafioso fueron diezmadas. Los mercados están completamente funcionales y la gente prospera en este remoto sistema estelar.
Sin embargo, no todo es paz. Otros rincones en esta galaxia se revuelven en una agonía entre la locura y la violencia. Hace unos meses se produjo el asalto de un puesto de avanzada resultando en la muerte de todos los científicos y operarios del mismo. Las investigaciones realizadas parecían demostrar que la entrada al complejo se había producido sin violencia, mediante las claves de control de acceso pertinentes. Las investigaciones realizadas por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) sobre esta estación científica no declarada ponían los pelos de punta. Los científicos encontrados muertos estaban realizando el desarrollo de una ojiva nuclear portátil. El proyecto había logrado desarrollar un prototipo del dispositivo bajo el nombre en clave de "Dispositivo Lucifer". Las estimaciones realizadas en base a los documentos encontrados hablan de que este dispositivo puede generar una potencia de 300 megatones, más que suficientes para destruir al completo un puerto espacial.
"Sigue el rastro del dinero" es un viejo dicho que se viene repitiendo prácticamente desde los inicios de la investigación policial. Los agentes hicieron eso mismo, y el rastro les llevó hasta Zlota Federal Holding, un emporio empresarial especializado en la fabricación de maquinaria diversa. Sin embargo esta empresa parecía estar al margen de este escabroso asunto. El rastro apuntaba a que alguien había desviado dinero para financiar esta instalación secreta.
Después de numerosos interrogatorios al consejo ejecutivo se logró entresacar que varios de sus componentes penitencian a una secta y que habían sido estos los que proporcionaron la financiación al proyecto. Al parecer a finales de Diciembre estos ejecutivos asistieron a una ceremonia religiosa dirigida por el lider de esta secta, llamada Hijos de Tothos, que se llama Barnabas Cole.
Debo admitir mi sorpresa, y que pese a todo lo que conozco como xenoantropólogo sobre sectas y comunidades religiosas, nunca he oído hablar de este culto. A principio de marzo fueron detenidos varios cultistas, quienes dijeron que solo los Hijos de Tothos podrán conocer a su dios, una especie de ser demoníaco interestelar, mediante la realización de un gran sacrificio. Todo apunta, por tanto, a que estamos hablando de algún tipo de suicidio ritual o sacrificio masivo de gente. En este tipo de sectas suele ser más habitual el suicidio, pues este acaba con las posibles dudas de los seguidores del gurú de turno. Hace menos de 10 días la megafonía interna del Puerto espacial Archambault Terminal, en el sistema Chun Tstar, un mensaje repetitivo en el Que los Hijos de Tothos anunciaban la intención de hacer estallar la ojiva nuclear en un gran sacrificio ante sus dios Tothos. Como es de esperar las fuerzas de seguridad han cerrado a cal y canto el puerto, pero son muchos los civiles atrapados en el interior. Las fuerzas de seguridad están tratando de negociar con el líder de la secta una salida pacifica a esta situación, aunque dada la mentalidad de estos sectarios es un camino dificil. Personalmente creo que solo están esperando su momento.
La situación es tan interesante que me he desplazado hasta la zona para enterarme por mi mismo de la situación. Efectivamente la estación está cerrada, y aunque es posible aterrizar en las plataformas interiores no se puede hacer uso de ningún servicio. De alguna forma los mensajes de esta secta parecen responder a mensajes atávicos, primarios. Una adoración a la oscuridad y la destrucción que seguramente se los lleve por delante.