Hacia lo Desconocido (V): Transiciones
15 Jun 2019Lobo Estelar
Saltar por el espacio en sectores aun no explorados por el Hombre con lleva estar atento a los descubrimientos. De esta forma siempre hay que mantener un ojo en la banda de radio de las señales concentradas. En esta banda, con un ligero crepitar, se suelen detectar las marcas de las anomalías espaciales, sectores del espacio que muestran una diferencia en su vacío continuo.
En mi viaje, a medio camino de mi siguiente etapa, he encontrado una de estas zonas. Al entrar en ella lo primero que se perciben son unas estructuras sólidas que permanecen estáticas, a modo de minas submarinas. Entre ellas, al observar con mayor atención el radar, se podían detectar otras marcas menores. Estas marcas delataban la presencia de Moluscos Campana, una especie de criaturas espaciales, no inteligentes, que parecen habitar en algunas regiones del espacio profundo. Su relación con las estructuras minerales es aun desconocida. No sabemos si estas estructuras son alguna emanación de los moluscos o si los moluscos acuden a estas zonas para alimentarse de alguna forma de ellas.
Gravé algunos sonidos procedentes de estas criaturas y configuré la computadora de vuelo para mi siguiente destino, el sistema OGLE2-TR-L9. Ciertamente viajo a este punto en el espacio más por recuerdos que por espectacularidad del destino. En aquella época del siglo XXI donde se comenzaban a descubrir exoplanetas, la forma en la que llamaban a los planetas ajenos al sistema solar, OGLE2-TR-L9 fue uno de aquellos en los que se vio la esperanzadora sombra de un mundo distante.
En 2010 se publicaba en la revista Astronomy & Astrophisic el descubrimiento realizado por tres estudiantes de pregrado tres años antes, en la Universidad de Leiden, Paises Bajos. El planeta se descubrió casi de forma accidental, mientras se estudiaban las fluctuaciones de luz de la estrella. Al ver los rítmicos cambios de luz en la estrella el equipo dedujo que había algo que se interponía en el brillo de esta.
A este método de exploración exoplanetaria se le conoció como método de tránsito. Este método, para entendernos, busca eclipses en zonas remotas del espacio. Cuando un planeta pasa delante de su estrella oculta parte de su brillo, y de este dato se pueden sacar otros como la masa, la ´órbita o el tamaño del objeto en cuestión. El único inconveniente es que solo son detectables aquellos planetas cuya órbita pasa justo entre la tierra y la estrella en cuestión, lo que no deja de ser un fenómeno raro.
En aquella época los astrónomos descubrieron un planeta al que llamaron como OGLE2-TR-L9 B y que nosotros conocemos hoy como OGLE2-TR-L9 1, un gigante gaseoso de 4 veces la masa de Júpiter que orbita relativamente cerca de la estrella. El sistema contienen otro pequeño planeta, un diminuto mundo rico en metales, pero aquel escapó a la mirada de aquella temprana ciencia espacial.
Este sistema es un recuerdo de aquellos primeros y vacilantes pasos entre las estrellas, cuando nuestra mente iba mucho más adelante que nuestros propios cuerpos. Hoy dormiré soñando con aquellos primeros exploradores.