EL COMIENZO
22 Jul 2019Charly de Nanuk
Hace años oí decir mientras paseaba, que Nanuk se había ido más allá de las estrellas, que había partido hacia un lugar de descanso eterno, y que no iba a volver jamás.Eso me dejó triste, aunque sabía que mi amigo se había ganado ese descanso con creces.
Nanuk fue un trabajador incansable, siempre vigilante y decidido a salvaguardar su hogar por encima de cualquier otra cosa.
Me costó granjearme su amistad, pero una vez lo logré, fue para toda la eternidad, y eso incluía buscarlo ahora, fuera dónde fuera.
Así que me armé de valor, y hace alrededor de un año que empecé mi particular singladura.
Nunca antes un perro se había puesto a los mandos de una Sidewinder, pero por situaciones peores había pasado desde que un día me abandonaron, hasta que me encontraron en la carretera, y esto, al menos, sería divertido.
Estaba claro que con aquella nave no llegaría muy lejos, por lo que mis primeros trabajos los dediqué a transportar todo aquello que se ponía frente a mi hocico, eso sí, sin comérmelo, a pesar de que muchas mercancías olían muy bien, pero si quería ganar una buena reputación, las misiones debían ser perfectas y con el final adecuado.
Vendí pronto mi Sidewinder y probé varias antes de conseguir una Type-6, y con ella acerté.
De hecho, aun la conservo. NanukTrans la bauticé y me llevó hasta mi primer Élite, el de comercio, algunos meses más tarde.