Se hace camino al saltar.
10 Nov 2020Manuel
Pues tras haber pasado el ultimo mes aprendiendo las mecánicas básicas; llego el momento en que me sentido reparado para poner rumbo al sistema Daciat (en un grupo privado...por aquello de evitar una prematura destrucción).El principal problema, radicaba en tener que entregar una unidad de "metaaleaciones", un elemento tan escaso como caro dentro del mercado galáctico (si bien, crece en los arboles...alienigenas y con amenaza de naves muy superiores al armamento humano).
Afortunadamente, el Códice galáctico, tenia un sistema mencionado como sitio de percebes Thargoides (donde quizás podría cosechar metaaleaciones).
Aun que lejos (cientos de años luz de mi ubicación), tras reunir coraje y paciencia (y haber terminado el aseo de mi humilde morada...para evitar que mi esposa me asesinara n_n!), inicie el peregrinar.
El sitio al que arribe, estaba atiborrado de porta naves (algunos, claramente hostiles), pero solo tenia un planeta sin atmósfera (y por ende, donde aterrizar); tras escanear la superficie, apareció un punto de interés en su superficie, ¡hurra!¡vítores y fanfarrias!, ese era sin duda, el sitio de los percebes o "arboles" alienigenas.
Tras entrar en órbita (con un ojo puesto en el altímetro....para evitar estamparme en la superficie como sandia en el pavimento), el lugar se veía mas y mas extraño; una especie de espiral bizarra, y nada amigable. Hallé un sitio mas o menos cerca (unos 5 o 6 km de ahí) y me dispuse a explorar.
Conforme me acercaba, el escenario era cada vez mas lóbrego, con estructuras en nada parecidas a lo que hubiera visto antes,y con un carácter "orgánico" (como si algo vivo y enorme, se hubiera estrellado con el planeta ahí...pero de dimensiones imposibles).
Entre sus partes, había lo que tanto buscaba, unas miseras agujas rocosas con bulbos; el primero resulto mediocre (solo aporto carbono y cosas así), pero ya para el segundo, arrojo la anhelada metaaleacion... Seguido de un pequeño escuadrón de "Carroñeros Thargoides" de sospechosas intenciones.
Siguiendo el espíritu de este juego, dispare primero y averigüe después, eliminandoles sin mayor problemas, recogiendo sus despojos y explorando el edificio del que salieron.
Y pase del sarten a las flamas; los túneles de el sitio, estaban atiborrados de carroñeros, por mas que les disparaba, seguían llegando, llegando y llegando. Los daños que le causaban al vehículo eran mínimos, pero como un ejercito de hormigas, cada vez me sentía mas y mas, como un escarabajo en medio de ellas.
Tras una huida desenfrenada, consegui abordar la nave y tomar las de villadiego, en ruta al sistema Daciat
Si bien, era algo engorroso el trayecto (cosa de mas o menos unos 15 saltos), el no traer cargamento, armas, y nada mas que un patético generador de escudo (que bien pudo haber estado hecho de papel higiénico...mojado), pero aterrice en el puerto, y ¡oh sorpresa!, resulta que había juntado suficientes despojos ajenos y porquería, como para costear las primeras mejoras al motor de distorsión (añadiéndole vitales años luz extra, a la capacidad de salto).
Tras mejorar hasta la nausea (dentro de lo permitido por mi inventario),la recompensa a toda ese periplo, fue ampliar el rango de salto, desde unos mediocres 20 - 25 años luz, ¡a tremendos 45 - 50 años luz!.
Al final de cuentas, eso de picar piedra (espaciales) y casi morir en el intento una docena de veces, si sirvió.