Ojos que no ven
26 Dec 2020Manuel
Las festividades decembrinas me trajeron un inesperado día de descanso, mismo que ocupe en las idas y venidas al taller de un ingeniero (Broo Tarquin...¿pariente quizás, del "Moff" Tarquin?). El meollo de dichas vueltas, era mejorar hasta el limite, a los cañones láser de la nave.Previas experiencias, demostraban el excelente desempeño del armamento, contra los piratas que me he topado. Solo aquellos corsarios cuyas naves contaban con armamento de plasma, y escudos potenciados, ofrecían una resistencia y desafió considerable.
Tras algunas visitas al enclave planetario "Dav´s Hope", y abastecerme de suficientes recursos, visite al ingeniero, y conseguí las mejoras que me parecieron necesarias. Así configurada, la nave era un espectáculo formidable, 8 cañones láser de pulso, dos de ellos sin asistencia de disparo, todos mejorados por encima de nivel 3, y todos con efectos experimentales (salvo en el cañón clase 4, dichos efectos con miras a ampliar el daño al objetivo).
Al regreso en la estación Liebig, acepte una misión encomiandome a dar caza y abatir naves en el sistema vecino LTT 8456, sumido en una guerra civil, mis acciones contra los bucaneros y demás calaña, serian en pos de la estabilidad (tanto social, como de mis finanzas, un "ganar -ganar" para todos...excepto los piratas claro esta, pero !los muertos pocas necesidades tienen¡).
Las 60 bajas requeridas se dieron sin sobresaltos, salvo un par de ocasiones donde mi escudo bajo de un 10% de potencia, ni daños ni rasguños me acaecieron. Envalentonado por los resultados obtenidos, continué reventando a cuanta nave enemiga se ponía en mi camino, decidido a consumir mis reservas de drones colectores y así, regresar a la base a cobrar las recompensas.
En esas mercenarias divagaciones me hallaba, cuando una señal capto mi interés. Se trataba de un "resultado de combate" con un nivel de amenaza 3 (manejable para mis recursos y habilidades). Enfile el curso en pos de dicho punto y me prepare para abatir y cobrar.
Al llegar, me tope con tres naves clase "Anaconda", cuya primera reacción, fue abrir fuego en contra mía. Mis escudos soportaron estoicamente el embate, y dándome por superado pero no derrotado, me batí en retirada.
Frustrado y ligeramente enfadado, me acerque a una señal similar, pero con un nivel de amenaza mucho menor (clase 1). Deseoso de ventilar mi enfado (y descargar andanadas láser contra cualquier infeliz), me enfile hacia allá.
Esta vez, la cosa parecía muy diferente. Solo 3 naves, muy ocupadas en sus asuntos, y dos de ellas clase "Viper MK IV" (que poco reto me presentaban); la tercera nave, que se encontraba navegando sin mayores pretensiones, era una "Python". Las tres tenían una orden de búsqueda y destrucción, pero sin relación entre ellas.
Abrí fuego contra la primera nave ligera "Viper", y le desmenuce en segundos; la segunda victima sacrificial propiciatoria en aras de mi cólera previa, puso distancia de por medio tras una andanada de mis cañones. Considere que darle caza era inútil, su velocidad y maniobrabilidad me dejaban por mucho, seria como poner a un elefante contra un conejo. Viendo alejarse a la presa anterior, la nave "Python" era un blanco atractivo pero debía ser con cautela (el enfrentamiento anterior contra la triada de naves, me dejo con un 10 - 15% de energía en los escudos).
Con calma y cuidado, me ubique posterior a dicho objetivo, y abrí fuego a mansalva, hasta dar cuenta de ello. El enfrentamiento no duro mucho, pero si lo suficiente como para que mi debilitado escudo se desactivara temporalmente (justo después de haber acabado con mi objetivo). Desplegué los drones de recolección y daba por concluido el asunto, cuando de la nada, recibí una serie de impactos y explosiones.
El/La malnacido piloto de la nave "Viper" estaba de regreso.
En lugar de huir, se alejo lo suficiente, para que sus escudos recargaran, y estaba de vuelta al ruedo, justo después de que mis escudos se hubieran desactivado.
Sus primeros ataques, bien por una excelente puntería o una suerte atroz, me dieron de lleno en las torretas de defensa, inutilizando a una, y golpeando severamente a la segunda. Sin forma de defenderme contra sus misiles, y con la movilidad superior, me acertó unas 3 o 4 ráfagas. Mis intentos por retribuir a sus caricias explosivas, dieron poco resultado. Mi nave, resistente y mortal pero lenta para girar, era un blanco excelente para mi adversario.
La resistencia del casco mermaba con pasmosa celeridad, al descender del 50%, puse en marcha los motores, y active el protocolo de salto, dispuesto a huir y pelear otro día. La persecución no tardo, pese a que los siguientes ataques mermaron aun mas la integridad de la nave; me encontraba ya en velocidad de supercrucero (con un 30% de integridad).
Lo siguiente, fue saltar al sistema Ehecatl, y poner miras a la estación Liebig; sin embargo, al llegar note algo muy raro...¡No aparecía nada en los sensores!.
La estación estaba frente a mi, pero ninguna información en los instrumentos; ni holograma, ni comunicaciones ni nada. Tras revisar los módulos de la nave, descubrí el problema: Los sensores estaban muertos.
Así varado y a ciegas, la situación era desesperada; ¿era necesario iniciar la secuencia de autodestrucion y abandonar la nave?, ¿tratar de comunicarme con el escuadrón de auxilio "Hull Seals"? ¿Estarían disponibles? ¿Valdria la pena el tiempo perdido?.
La situación me resultaba angustiante, pero al menos no era tan apremiante, como cuando me reventaron la cabina, y tuve que regresar a ciegas, confiando únicamente en los instrumentos de navegación, para llegar a una estación espacial, y hacer las reparaciones de rigor. El indicador de oxigeno, la constante alarma, y la falta de imagen en el monitor de la cabina, bastaban para generar claustrofobia y una funesta atmósfera.
Calvilaba al respecto, cuando recordé una opción "in extremis" pero quizás útil, dada mi exasperante situación.
El reinicio de los sistemas de la nave.
Era una opción de "todo o nada", quizás tuviera unos 6 módulos dañados o desactivados, y el resto, seriamente golpeados; si el sistema reparaba los sensores, a costa de los impulsores o de la planta de poder, estaría a la deriva. Tras activar la rutina de reinicio y reparación forzada, todo queda apagado; el oxigeno del sistema de soporte vital, es lo único que separa la muerte en el helado vació, de uno. Tras un minuto o dos en una gélida espera, se reactivo la nave, y los sistemas volvieron a la vida.
El proceso actuó con una eficacia digna de un nigromante; contaba ya, con sensores e instrumentos, así que sin mas tardanza, solicite acceso a la estación y aterrice a buen resguardo.
Nueva lección aprendida:
-Si le disparas a alguien, o lo revientas o asegúrate que REALMENTE huya-
Al menos la libré en esta ocasión, las lecciones anteriores, resultaron en cuantiosas (y humillantes) perdidas; así que esta vez tuve suerte.
Creo que regresare a explorar.