Un gran garrote
18 Jan 2021Manuel
Bueno, con el fin de "cambiar de aire" tras cantidades autoabusivas de violentos encuentros contra piratas y demás calaña (mi rencor contra ellos, es abismal y hosco) pase el fin de semana consiguiendo materiales para poner a punto el armamento, y, tras dar feliz conclusión a dicha tarea, me registre para participar en las misiones comunitarias.Tras unos cuantos saltos entre sistemas (con una carga de frutas y vegetales), pase algún rato dejando cargamento y recogiéndolo, entre un sistema vecino, y la estación espacial "Stillman Hub".
Cual seria mi sorpresa al volver a las andadas, que la tarea de protección a dichos esfuerzos ya había sido completada...al parecer, el hambre comunitaria de violencia gratuita, es muy superior al fungir como camión de fletes espacial.
Medio decepcionado de no haber podido dar cuenta de naves "buscadas" (y despidiéndome temporalmente de mi carrera como caza recompensas), regrese al sistema que llamo "hogar" y me decidí por fin, a conseguir los servicios de mas ingenieros espaciales. Habiendo decidido conseguir el acceso a los servicios de la Ing. S Jean, puse ruta con miras a atestarme de painita, ¡mineral con el que tengo una relación toxica si las hay!.
Tras equipar un par de lasers de minería, una buena refinería, bahías de carga y demás chucherías, puse rumbo al sistema GCRV 1568, la "vieja confiable" en cuanto a depósitos de painita y demás porquerías.
Fue con cierta nostalgia y tintes de orgullo, que volví al sitio de minería, donde hace poco mas de dos meses di mis primeros pasos en el viejo arte de rascar rocas espaciales y vender sus despojos. Aquellos esfuerzos dieron un súbito impulso a mi bolsillo, lo que me permitió adquirir la reluciente y venerable nave que ahora comando (y que en mas de un par de ocasiones, me costo explotar tras recibir "saludos" de bucaneros y pirañas espaciales).
Parece mucho tiempo, y sin embargo, me siento igual de novato que en aquellas fechas. Tan sobrecogedora me resulta la galaxia y su (casi) infinito abanico de posibilidades, que esta vez me dedique a la prospección y recolección de rocas, con una paz mental digna de cualquier budista en su camino al Nirvana....y claro, buena parte de esa paz, se debe a que esta vez comando una nave grande, fuertemente artillada, y con defensas solidas, que si no logro abatir al petulante palurdo que me aborde, mínimo lo embisto y desperdigo por el vació.
Bien decía Tedy Roosevelt en eso de "habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos", claro que la parte de hablar suave no se me da mucho...pero definitivamente el traer armas grandes si ayuda n_n.
Así que por ahora seguiré mirando a las rocas frente a mi, mientras los drones hacen su tarea, y lleno la bahía de carga (todo sea por esos caprichos de quienes podrán poner a punto mi "Conda" y sus congéneres).