¡El HORROR!
02 Feb 2021Manuel
Tras unos 16 - 18 saltos, pude llegar y escanear algunas rocas en busca de señales Thargoides. No paso mucho tiempo andes de encontrar un sitio prometedor, marcado como "Nave thargoide estrellada" en el sistema HIP 17403 Planeta A4 a, LAT -34.98, LONG -141.41. Tras salir de velocidad supercrucero, el descenso fue sin novedades; pero el sitio era oro cantar. Desperdigados alrededor de una masa verde, bulbosa y media rota, estaban no menos de dos naves clase "Anaconda" y otros tantos "T-10 Defender".En tal cementerio, yacían sin mas ceremonia, algunas toneladas de café, vegetales y ahí, en medio de tanta destrucción, metales retorcidos y los mustios fantasmas de quienes volaban en aquellos fierros hoy partidos, los extraños "Sensores Thargoides".
Tras volar en círculos un rato (sintiéndome un irrespetuoso buitre), y percatándome de que no hubieran señales raras en el radar (que en su momento me causara un infarto menor, el ver llegar una nave Thargoide, cuando estaba felizmente cosechando metaaleaciones), me envalentone y aterrice...a una prudente distancia de 10 kilómetros.
Tras mandar a paseo y resguardo a mi nave, recorrí sin apuro la distancia. El sitio o cementerio, era perturbador a lo menos; cual esculturas megalíticas y brutales, las naves derruidas flanqueaban al interceptor alienigena; desparramados había 3 de los sensores. Cerca de ellos, un sonido extraño, y una distorsión en el radar y cabina me hicieron apurarme a disparar y recoger...
Milenios de ciencia y tecnología nos han llevado a las estrellas; hemos recorrido sin descanso en lo desconocido, lanzándonos al frío y majestuoso vació, hemos cruzado por estrellas violentas y letales, hemos visto al espacio y a la luz colapsar en agujeros negros, hemos presenciado erupciones solares, geisers, volcanes y naves extrañas (y no menos agresivas); pero a pesar de todo nuestro progreso y gloria, nuestra pompa y orgullo se vuelve nada al estar solos en la superficie de una roca extraña.
Mi mente empezaba a colapsar bajo la presión del silencio sepulcral, mis nervios tensos cual cuerdas de violín, me hacían mirar azorado cada piedra, cada accidente en el camino, y al dispararle a los sensores de origen no humano, ¡AH EL HORROR!, juro ante todo poder humano o no; que ¡Los escuche GRITAR!.
Me volví una masa cobarde y aterrada, jamas sentí tan atávico y enceguecedor horror; ni bajo fuego enemigo, ni al chocar con planetas o cocinarme cerca de una estrella, como al escuchar a un objeto "inanimado" gritar.
No se como, en medio del pánico, regrese a la nave tras recoger sus restos, y ya en órbita, mi mente científica y racional, logro tomar los mandos de la nave y de mi cuerpo. Fue hasta antes de saltar entre sistemas, que mi versión cavernicola asustado regresaba a su letargo.
Abandonando toda idea de relacionarme con material Thargoide, pensé en dar una visita turística y en plan terapéutico-fotográfico, visitar la cercana nebulosa "Maia" o Pleiades.
El universo tiene sentido del humor...y es perverso cuando menos.
No había terminado de saltar al "Witch Space", cuando una salva de mensaje de error aparecían en la cabina; el hiperespacio cambio de color, y de súbito quede varado en la nada. Las luces se apagaron, y alcance a ver como el espacio frente a mi, se desgarraba, y daba paso a una monstruosa aparición. El recuerdo del grito mortal de aquellos sensores reverberaba en mi cráneo, me parecía acusatorio, cual maldiciéndome y señalándome como su injusto y cruel destructor... y ahi, frente a mi indefensa nave, aparecía como un angel o demonio vengativo, una nave claramente no humana.
De una tonalidad rojiza, con múltiples secciones cual pétalos de alguna flor infernal, volaba en torno a mi. Decidido a aportar alguna información útil para la humanidad, trate de grabar el encuentro, pero ni las cámaras de abordo, ni los drones, sirvieron para capturar una sola imagen de la nave Thargoide.
Había leído las noticias, escuchado las platicas de los veteranos, escuchado rumores entre bebida y bebida en los bares de mala muerte. Pero nada en el universo te prepara para una nave Thargoide clase "Medusa". Ni tiempo tuve de grabar unas palabras postumas. Una onda de choque sacudió la nave, todos los sistemas murieron, y un espectáculo de luces envolvió el casco de mi nave. ¡Me estaba escaneando! ¿habría sido "marcado" por el sensor destruido/asesinado? ¿reconocería los fragmentos como de su especia?, ¿quedaría alguna pieza mía para identificarme?.
Terminando su escaneo, y al no buscar lo que fuere que quería encontrar, dio media vuelta, y se alejo unos kilómetros tras lo que rasgó el espacio y desapareció.
¿En verdad tiene alguna oportunidad la especie humana contra esa clase de monstruosidades?.