Casi consigo un premio Darwin
29 Apr 2021Manuel
Otra semana, y otros tantos viajes y recorridos.Ya son mas de 7 mil años luz recorridos, y una cantidad respetable de descubrimientos; aun si se siente lento, creo que progreso es progreso, y me sera siempre preferible a quedarme estático o rumiando senderos rutinarios.
Si mis cuentas no fallan, llevo 1/3 de la distancia recorrida. Ya deje atrás la región galáctica de inicio, y me adentro en una zona llamada "Hawkins Gap".
Gracias a una buena cantidad de estrellas de neutrones y sus energéticos impulsos, espero cruzar sin contratiempos esta región, en lo que resta de la semana.
Y mientras doy mis peregrinajes, vueltas y tumbos, he aprovechado para aterrizar y escanear algunos sitios planetarios (añadiendo confirmación de hallazgos al "códice Galáctico"); en uno de esos sitios (el sistema Syralie ZA-L c22-8 ), cedí a un impulso temerario y francamente idiota.
En lo que podría describirse como un momento de "ten, agarra mi cerveza", conduje el vehículo de exploración superficial directamente a la boca de unos geisers...y siendo propulsado varios metros en vertical.
El primer ensayo fue emocionante, pero a la vez tímido y limitado, cosa de despegar unos 100 - 120 metros; ni la baja gravedad planetaria, ni los propulsores auxiliares del vehículo, dieron gran impulso en vertical.
Envalentonado y con el impulso primitivo de hacer algo que se sabe estúpido pero resulta emocionante, conduje el vehículo directo al chorro de un geiser aun mas vigoroso (y posiblemente , furioso) que el anterior.
El bramido del liquido al ser expulsado, y el retumbo de la columna liquida eran impresionantes, como una advertencia a posibles tarados en la cercanía de no hacer lo que me disponía a realizar.
No paso mas de unas fracciones de segundo, un tiempo menor al requerido para procesar la magnitud de mi temeridad, para que el vehículo (al poco de "tocar" la columna -aerosol de liquido hirviente) despegara dando tumbos sin parar.
Ahora si, el altímetro (en rojo, por su puesto) incrementaba su conteo sin parar; tras maniobrar para detener la rotación, estabilice el vehículo y continuamos el ascenso. A los pocos segundos de haber sido inyectados de la superficie, alcance unos 1.5 kilómetros de altitud...e iniciamos la caída libre.
Si, al escribir esto veo que fue algo muy idiota el entrar en el chorro de un geiser, a borde de mi único vehículo de exploración, y a mas de 7 000 años luz del lugar mas cercano donde comprar otro (en el caso de sobrevivir al impacto, recorrido y demás)... sin embargo, la emoción y el entusiasmo por hacer algo que (pese a todos los indicios del extremo peligro que conlleva) me era desconocido, novedoso y "extremo" fueron mas fuertes.
Puede que sea la locura espacial, la soledad en medio del océano cósmico de negrura (casi) infinita, o quizás mi cerebro de primate en una eterna búsqueda de "Dopamina" y recompensas químicas, euforia generada por substancias que algunas de mis neuronas vomitan al enfrentar circunstancias imprevistas o desconocidas...o tal vez una mezcla de todo eso.
El caso es que explorar, descubrir y probar (con sus tragedias y tropiezos) son trillizos del espíritu humano y del hambre de conocimiento que nos arrojo en pocos milenios, de las cavernas a recorrer la galaxia.
Y que hace que a veces destroce la nave en planetas, agujeros negros, o casi reviente mi vehículo al caer un kilómetro y medio...nada mas por la anécdota.
Al menos, conseguir sobrevivir (el vehículo también), regresar a la nave, y despegar en pos de otras novedades.