Homo homini lupus est
14 Apr 2021Vor
"El hombre es un lobo para el hombre"Esta frase, acuñada hace 3.500 años en la antigua Roma, sigue siendo válida en la era interestelar en la que vivimos.
No ha pasado mucho tiempo desde que los seres humanos éramos una especie animal más, habitando el planeta Tierra.
La naturaleza nos dominaba, del mismo modo que al resto de animales.
En algún momento, cambiamos esto.
Aprovechamos el fuego, creamos herramientas y objetos para suplir nuestras carencias biológicas, perfeccionamos el lenguaje y la comunicación entre nosotros, formamos grupos para ser más fuertes frente a las dificultades de la vida.
Estábamos resolviendo nuestros problemas. No con nuestra genética, sino con nuestra cultura.
Pero nunca dejamos de ser animales, y como animales, somos egoístas. Nuestros intereses particulares siempre están por encima de todo.
Incluso para los que lideran la "manada". Ellos no son mejores que cualquiera de nosotros.
Nadie llega al poder preocupándose de los demás, mucho menos del entorno, o del resto de especies.
Sólo necesitan que creas que sus intereses son los tuyos.
Creamos culturas, sociedades, comenzamos a diferenciarnos unos de otros, hasta tal punto de no ver a otros seres humanos como parte de un todo en la naturaleza, sino de una amenaza para nuestro grupo.
De ese modo, mientras dominábamos el planeta y agotábamos los recursos naturales, comenzamos a destruir especies y sus hábitats, y por último tratar de someter al resto de seres humanos que no obedecían a los ideales de nuestro líder de turno.
Y así, desde las disputas tribales de unos pocos individuos, pasamos a las guerras, enfrentado a millones de personas, odiándose unos a otros, que traerían tras de sí el más oscuro legado de nuestra especie.
Terror, muerte y destrucción en nombre de una nación, religión, ideología o lo que fuera.
Nadie ha salido ganando nunca en una guerra. Se han conseguido victorias y se han hecho conquistas, pero se han perdido vidas valiosas, irremplazables.
Lo más irónico es que las guerras las provocaban los líderes, y esos líderes usaban a su pueblo como arma contra lo que consideraban una amenaza, o simplemente para hacer realidad sus deseos egoístas.
Ninguna nación estuvo libre de culpa. Todas fueron mandadas a la guerra en algún momento y todas sufrieron las consecuencias.
Pero salimos del planeta Tierra y colonizamos otros sistemas.
Teníamos la oportunidad de dejar todo eso atrás y apartar nuestras diferencias en favor de un bien común.
Aunque lo único que hicimos fue ampliar el escenario.
Sigue habiendo líderes sedientos de poder, superpotencias ávidas de manejar personas como herramientas para alcanzar sus propios intereses.
Necesitan que veas a los que son ajenos a tus colores como tus enemigos, para darte un motivo que te haga perder la vida si es necesario.
Hemos descubierto otras especies, razas alienígenas que también se enfrentaron entre sí en guerras, iguales que las nuestras.
Los Guardianes desarrollaron armas letales para defenderse de los Thargoides y fueron aniquilados por sus propias armas, no por los invasores.
Y los Thargoides son un espejo de lo que fuimos nosotros en otro tiempo. Conquistadores sin escrúpulos, una plaga que no piensa más que fagocitar todo aquello que se les antoje.
Quizá no se les pueda considerar una raza inteligente, si actúan como nosotros lo hicimos en el pasado...
¿¿ Y nosotros ??
Seguimos sufriendo la lacra del terrorismo, tanto por parte de grupos que no se dejan gobernar, como por parte de los propios gobiernos.
Los recientes atentados de los Neo-Marlinistas no son de origen alienígena. Son humanos.
Y las superpotencias nos envían a matarlos, obligándonos a hacer lo que ellos nos hicieron a nosotros.
Es cierto. Hemos progresado y construido, hemos avanzado.
Pero no podemos desprendernos de la idea de que nuestro grupo es el bueno, aunque actuemos igual que los que consideramos nuestros enemigos.
Sólo hay un camino para alcanzar la paz, y es la no violencia.
Tenemos que aprender de los que son diferentes. No somos todos iguales, esa es nuestra verdadera riqueza.
Tarde o temprano llegaremos a otras galaxias, y no tenemos ni idea de lo que nos encontraremos.
Es posible que tengamos que enfrentarnos con amenazas insuperables si no estamos verdaderamente unidos.
Necesitamos domar al lobo que todos llevamos dentro y seremos finalmente el mejor amigo del hombre.
Ama... y ensancha el alma.
Vor
Abril 3307