Cmdr Mitxel
Role
Wanderer / Freedom fighter
Registered ship name
Icarus
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-
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Elite III
Registered ship ID
Anaconda LEGACY
Overall assets
-
Squadron
Corralito de Acción Independiente
Allegiance
Independent
Power
Independent

Logbook entry

The Heart Of The Icarus, Capítulo 8. El Noveno Pasajero.

14 Feb 2024Mitxel

Damocles Uno. Sistema Lenty.
Cuatro semanas antes...

Los ojos de Mayori no se apartaban de las pantallas, reuniendo todos los datos que se habían obtenido del laboratorio de Tyron. Las iniciales de I.N.R.A. se reflejaban en sus pupilas a la vez que no cesaban en escudriñar los documentos. La cara de desesperación era ya un habitual, roto en ocasiones, cuando tenía que hacer acto en público. Al poco tiempo, una llamada entrante a través de su terminal, irrumpía su estudio.

-Hola...
-Hola. -Respondió Mayori.
-¿Cómo lo llevas?. -Dijo un rostro masculino con tono de preocupación. 
-Tu cómo crees. -Dijo Mayori frotándose los ojos de cansancio. 
-¿Ningún avance?.
-No... sigue como un vegetal. Estoy repasando todas tus notas, haber si me he saltado algo, pero no... 
-Eh, no te vengas abajo, ahora no.
-Es un vegetal, joder... -Dijo Mayori entre sollozos.
-Así no puedes seguir.
-¿Y qué quieres que haga?... -Preguntó Mayori tratándose de secar las lágrimas. -Lo he intentado todo, encima... casi les pierdo a ellos... nunca... a veces pienso que mi padre se equivocó eligiéndome a mi en vez de a ella.

-Ojalá pudiera estar allí contigo. 
-¡Ni se te ocurra!.
-Estar aquí prisionero de mi mismo... no pensé que sería tan agónico.

Mayori trataba de limpiarse.

-¿Te arrepientes?.
-No, quizá en parte, pero era lo que había que hacer en aquel momento. 
-Aegis está avanzando a pasos agigantados, con el neutralizador, ya hay naves accediendo al interior de esas... cosas. Pronto obtendrán más datos. -Dijo Mayori.
-Lo sé, es desmoralizador, siguen haciendo creer a la gente que tienen opciones... actualmente tenemos que centrarnos en lo nuestro. Azimut está trabajando en una versión avanzada de los multicañones con resultados más que favorables, si seguimos así, pronto podrán distribuirse entre las meganaves de rescate.
-Lo sé... Al menos, algunas son buenas noticias.

-Por otra parte, sólo puedo decirte que descanses, sin prisa, pero sin pausa. No puedo forzarte más de lo que he hecho, tenía que ser yo quien estuviera allí contigo, sólo puedo culparme a mi mismo de mis decisiones.
-Tenía que haber estado más, también tengo parte de culpa en esto, y... no creo que pueda seguir. -Dijo Mayori con Desaliento.
-Eh, ahora no... joder Mayori, se lo duro que es, yo también he perdido seres queridos, pero no hay nadie más con tus capacidades, confío en ti, sé que harás todo lo humanamente posible. No te castigues así. Recuerda, es mi fallo, no el tuyo. Además, tienes que saber que el proyecto costó arrancarlo, lo que tienes entre manos es defectuoso en parte... date tiempo. Yo no acerté a la primera... a veces pienso, que fue cosa suya. 
-¿Suya?. 
-De ella, si. Por eso te digo... descansa, piensa diferente, ve las cosas desde otro punto de vista.
-Está bien... gracias por tus palabras, las necesito.
-Confía en ti, eres la mejor en esto y jamás podré culparte de nada. 
-Vale... 
-Ánimo, volveremos a establecer contacto.
-Bien, cuídate. 
-Lo mismo.

La pantalla se apagó y Mayori se reclinó en su asiento de laboratorio tratando de recuperarse. Más tarde se levantó y abandonó el Ala B. 

Al pasar por la enfermería vio a Bika tratando a Robert y se acercó a verles.

-¿Ya estás operativa?. -Preguntó Mayori a Bika con preocupación.
-Cómo no iba a estarlo... ¿Mandas a mi gente a una muerte segura y piensas que lo voy a dejar pasar?.
-Lo siento Bika... no era lo que pretendía, tenían que haber vuelto antes, no contaba con esto. Me equivoqué, si, lo reconozco, también soy humana, aunque pienses lo contrario... y cometo errores, ¿Vale?. -Dijo Mayori casi derrumbándose de nuevo.
-Si no hubiera sido por Biok, ya estaría muerto.
-Lo sé, Bika lo siento... tienes que creerme.
-Joder, ¡En qué pensabas!.
-En mi hermana... lo siento.

Bika la miró de reojo, aquellas lágrimas las llevaba consigo misma, también. 

-Esta bien... supongo que ahora ya está hecho, esto es lo que me queda de mi familia, Mayori. Que no se vuelva a repetir algo así, o la siguiente serás tú, créeme. 

Mayori trató de recomponerse.

-De acuerdo... y no seré yo quien te evite hacerlo.

Bika cogió a Robert con delicadeza pero con cierta soltura. 

-Ayúdame a recostarle, anda...
-Claro... ¿Biok?.
-Ha salido, la dimos el alta ayer.
-¿Qué tal está?.
-Eso... sólo lo sabe ella.





Camarote de Biok.

Biok acababa de llegar al camarote después de una noche bebiendo en el bar de civiles. Fue quitándose la ropa por el camino y puso una vieja canción de, The Silence ( Manchester Orchestra ), en el reproductor del camarote. 

Luego, se dirigió hacia la ducha y se sentó en el suelo en posición fetal mientras el agua caía sobre ella. Su rostro reflejaba claramente el dolor que llevaba por dentro, mientras escuchaba la canción. 

Biok era una mujer que podría superar sin dificultad cualquier tipo de dolor físico, pero el psicológico... ese era otro muy diferente. Su boca comenzó a moverse, a tratar de emitir algún tipo de sonido, era un llanto ahogado que acabó por salir en forma de un estruendoso grito de dolor, mientras sus manos se tensaban con toda la fuerza que su dolor la permitía. 

La muerte de Mitxelle y ver cómo perdía a quien había sido su fiel amigo y compañero durante tantos años, sin poder hacer nada, sin poder evitarlo. Un denso peso capaz de tumbar a cualquier persona, incluso a las más fuertes.

Lía se acercó a su puerta tiempo más tarde y pulsó el timbre de llamada. Al rato, la puerta se abrió y Biok apareció detrás con un albornoz.

-¿Puedo pasar?.
-Claro... por que no, estás en tu casa. -Dijo afectada.

Lía se adentró en él camarote y lo observó detenidamente, la ropa por el suelo, varias botellas vacías... el desorden había conquistado aquel lugar. No era algo típico en ella.

Biok se sirvió un vaso de whisky.

-¿Quieres uno?.

Lía la miró de costado preocupada y asintió con la cabeza. Biok lo sirvió y se lo ofreció, luego Lía se sentó en el sofá con él en la mano. Estaba pensativa.

-¿Estás bien?.
-¿Ahora te preocupas por mi?.
-Biok... no he venido a declarar una guerra, ¿Vale?.
-¿Y a qué has venido?.
-Sólo... quería agradecerte lo que hiciste por Robert. Si no fuera por ti, por quedarte allí con él... ahora no estaría aquí con nosotros.

Biok se quedó callada junto a la mesa mirando las estrellas por la ventana, al principio parecía controlar la situación, pero poco a poco se fue viniendo a bajo, hasta soltar unas lágrimas. 

-Oh... mierda. No sé para que coño hablo. -Murmuró Lía.

Lía se levantó y se acercó a Biok, luego trató de darla consuelo, como su hubieran sido amigas desde hace mucho tiempo.

-Tu no eres así. Esta no es la Biok que conocí. Dura y terca como ella sola. 
-Tu que coño vas a saber...
-Al menos sé lo que veo todas las veces cuando me miró en el espejo, y sólo veo una escoria que quisiera haber tenido una vida distinta. Todos los días.

Biok se quedó callada.

-El otro día salvaste muchas vidas, incluida la tuya y la de Robert, no lo olvides. Ojalá todos pudiéramos ser como tú. -Venga, Ayúdame a recoger esta... pocilga y luego vamos a comer juntas. ¿Te parece?.
-Nunca tuve nada con él. 
-¿De qué hablas?.
-De Robert, creo que te equivocaste con nosotros. 

Lía bajó la guardia. 

-Sé lo que vi, pero eso que importa ya. En cualquier caso... él te tenía en más alta estima que a mi. 
-Era por Alejandro, no por mi.
-¿Por qué?.
-¿Por qué, el qué?.
-¿Por qué me cuentas todo esto ahora?.
-Porque todo se está yendo a la mierda... 
-Yo no lo veo así, desobedecisteis una orden, otra vez.
-¿Acaso pensaste que después de aquello, Robert volvería a dejarlos tirados?. ¿Después de que se lo echaras en cara durante tanto tiempo?.

Lía cerró la boca durante un tiempo mientras seguían recogiendo la habitación. 

-Te has quedado callada.
-¿Qué quieres que te diga al respecto?. 
-Un... lo siento Biok, ¿me equivoqué con vosotros?. Teníamos una orden, proveniente de arriba, Alexander nos necesitaba en aquel momento. 
-¿Tanto cómo para dejarnos tirados?, ¿Sabes cuántos pilotos perdimos aquel día?.
-¿Acaso pones en duda los motivos que le empujaron a Alexander darnos esa orden?. ¿Crees que no lo sabía?, ¿Qué hubieras hecho en nuestro lugar si hubiera sido Mayori quien te hubiera dado aquella orden?.

Lía volvió a cerrar la boca, pensativa, aceptando que se estaba equivocando.

-No lo vi así...
-Claro que no, sólo pensabas en nuestro supuesto romance, por favor Lía. 
-¿Me estás culpando?.
-Sólo... sólo pretendo... déjalo, no te culpo de nada, ya no. Lía, Robert no lo ve como tu lo ves. Se que os acostasteis pero eso...
-¡Era todo lo que quería!, ¿vale?. ¡Qué quieres que pensara!. ¿Acaso crees que no la culpo a Mayori de todo esto?. Si, lo hice, ¡se lo eche en cara!. No me culpes a mi... joder.
-Ya veo, sigues enamorada de él. 
-Hay cosas que no... se pueden borrar, Íbamos a tener un hijo Biok.
-¿Qué?.
-Pero... lo perdí, igual que lo perdí a él. Mierda... no quiero seguir hablando de esto. 
-¿Un hijo, de Robert?.
-Él nunca lo supo, no tuve... valor, para decírselo... que esto no salga de aquí, ¿lo entiendes?. Prométeme que no le contarás nada de esto y menos ahora.
-Joder, Lía... no me jodas. 
-¿Acaso pensaste que eras la única que lo está pasando mal?, cuando lo volví a ver en aquella sala, con Mitxelle y Bika... joder. Sólo quería matarlo... pero fui a cumplir una orden, ¿Me entiendes?.
-Él no lo sabía, Lía. ¿Por qué no se lo Contaste?.
-¿Hubiera cambiado algo de saberlo?.

Esta vez fue Biok quien se quedó sin palabras.

-Lo siento... no sé que decir.
-Ya da igual... sólo, quiero que esté bien, ¿Vale?. 

Biok asintió. 

-Y... gracias por estar allí con él, por no abandonarle, casi te perdemos por aquello... le salvaste la vida y sabes que te debo mucho por ello.
-Lo hice por que forma parte de mi familia, Lía y te juro que así lo seguiré haciendo. 
-No lo jures, sólo pruebas, tal y como has demostrado.

Biok se quedó completamente anonadada al recibir aquella noticia. Nunca se hubiera imaginado algo así. 





La noche.

Robert permanecía aún en coma, en la camilla de laboratorio. Biok se quedó a pasar la noche con él, sentada en una butaca, a su lado. No dejaba de mirarlo, pensativa, en aquel silencio, en todo lo que Lía la había contado. Las horas fueron pasando y se acabó quedando dormida.

-¡Robert, despierta!. 
-No me hagas esto...
-¡Despierta!.

Biok se despertó sobresaltada y vio a Robert despierto mirándola. 

-Eh, hermana... luego dicen que el cabezota soy yo.
-¡Robert!.

Biok se levantó y lo abrazó.

-Joder... me haces daño.
-Eres un quejica...
-Claro, toda la nave se cae encima mío y también soy el quejica. 
-Jajajaja. 
-Veo que al final, te saliste con la tuya... gracias.
-¿Ahora me das las gracias?.
-¿Llegaron todos?.
-Si.
-¿Pero cómo?... -Dijo Robert dolorido.
-No te muevas, aún tienes lesiones. ¿Quieres un calmante?, puedo avisar al de guardia.
-No... estoy, bien.
-Vinieron por nosotros. 
-Tiene gracia, ¿Eh?.
-¿El qué?.
-Que después de dejarles tirados aquella vez, ellos no lo hayan hecho.

Biok se quedó callada. 

-¿Qué te pasa?.
-No... nada. Estoy contenta, sólo es eso.
-Conozco esa cabeza tuya... 
-Olvídalo. Lo importante es que estas mejor, hemos estado muy cerca.
-Si, cuando me golpeó aquel misil... pensé que era el final.
-Puedes avisar al de guardia...
-Claro, jajaja.

Biok volvió con el médico de guardia y le dio un calmante.

-Tienes que descansar... avisaré a Bika. 
-Bika, ¿Cómo está?.
-Mejor, en cuanto nos vio a los dos llegar en camilla, se debió de levantar como alma que lleva el diablo. Se alegrará cuando se lo diga. Creo que les llamó de todo. Jajaja.
-Esa es Bika... aunque no se si me alegro de que fuera de esta manera. 
-Bueno, ahora descansa.
-Joder, ¿Ahora también eres mi médico?.
-Vete a la mierda... hermano.

Robert intentó aguantar la risa por el dolor.



Lía se acercó por la tarde, Bika seguía afanada con las lesiones en la columna de Selina.

-¿Cómo va?.
-Hola Lía. Pues... se recuperará, podrá volver a caminar y saltar si quiere. Recibió un fuerte impacto. 
-¿Robert sigue dormido?.
-Si, está con medicación por los dolores. 
-Me voy con él un rato.
-Vale. 
-Bika... gracias, por todo esto... 
-No hay de qué. 

Lía se alejó esbozando una sonrisa a Bika y se sentó junto a Robert. Al rato, Robert se despertó. 

-Lía...
-Robert...
-¿Puedes darme algo de agua?.
-Claro.

Lía le acercó un vaso y se lo puso en la boca. Robert le dio unos sorbos y luego se volvió a sentar.

-¿Has venido para echarme la bronca por desobedecer otra orden?.
-El gran Robert... desobedeciendo una orden... ¡que gran novedad!, ¿no?.
-¿Estás siendo borde de nuevo?.
-¿Borde?. Si por mi fuera, te clavaria un cuchillo, te sacaría las tripas y te las daría de comer.
-Que bien... ¿Entonces a que has venido?, no veo ningún cuchillo.
-¿Merecía la pena, Robert?.

Robert se sintió incómodo.

-No sé a qué te refieres.
-Yo creo que sí. ¿Tanto la querías?.
-No pienso contestar a eso. Lo hemos hablado un montón de veces.
-No estoy hablando de Biok.
-¿A no, de quien?.
-De Mitxelle. ¿Valía la pena todo esto, para reunirte con ella?.
-No se de qué estás hablando.
-De lo único que sólo sabemos tu y yo. A Biok podrías engañarla, pero no a mi. Por supuesto no le he dicho nada a Mayori.
-¿Nunca podrás dejarme en paz?. 
-He visto las imágenes de la Mamba de Biok, pudiste deshacerte de ese misil, pero tenías otro plan, ¿No?.

Robert miró a Lía de reojo, serio.

-Lo que haga con mi vida es asunto mío. 
-¿Y Biok?. ¿Qué hubiera pasado si no llegamos a tiempo?. Joder, Robert... has tocado fondo con todo esto. Todos vosotros. 
-Esto no te incumbe. 

Lía le miró con tristeza, sus grandes ojos grisáceos empezaron a enrojecerse.

-No, no es de mi incumbencia... nunca lo fue. 
-Lía, ya lo hablamos...
-Si, lo hablamos, pero si tus acciones afectan a mi gente... entonces si es de mi incumbencia. 
-Lo que te pasa es que nunca me dejarás en paz, ¿No?.

Lía lo miraba con más tristeza todavía. 

-Si crees que esto es porque aún siento algo por ti, das pena, Robert. De verdad te lo digo.

Lía se levantó y se dispuso a salir cuando la voz de Robert la frenó. 

-Intenté volver por ti, pero no pude... 

Lía cerró sus ojos llenos de lágrimas.

-Cuídate, ¿Quieres?.
-Lía...





Revelaciones. 

Aquella noche Biok se acercó al bar de oficiales, un día más, era la palabra que últimamente se repetía en su cabeza. Al llegar vio a Lía en una esquina de la barra. Se acercó hasta ella y pidió lo mismo al barman. Durante unos minutos permanecieron juntas en silencio, con la vista perdida en sus pensamientos. 

-Esta fuerte. -Rompió Biok el silencio.
-Si no te gusta, no lo tomes.
-¿Un brindis?. 
-Para qué... Qué celebramos, ¿una puta mierda de vida?.
-Por un cambio...

Lía hizo un vago intento de chocar el vaso.

-¿Qué haces aquí?. -Preguntó Lía. 
-Lo mismo que tú, supongo.

Lía esbozó una ligera sonrisa.

-Dudo que tengas los mismos motivos para joderte el hígado como yo.
-¿Acaso crees que eres la única que lo pasa mal?. Aunque mi intención no es joderme el hígado. 

Tras un leve silencio, las risas surgieron de manera totalmente espontánea. 

-¿Puedo conocer tu historia?, nos conocemos desde hace mucho tiempo pero sé muy poco de ti. Como siempre me has tenido tirria. 
-¿Tirria?, jajaja. Celos más bien... eras... la perfecta, la sumun del equipo. Todo el día estabas con él. ¿Yo qué era?... una don nadie, aquella que escuchaba las risas tras de sí. 

Lía la miró de reojo.

-¿Cómo acabaste en Savhin?. En la rueda. -Preguntó Biok.
-No lo sé, un día apareció un tipo en el correccional, bien vestido, yo era una cría, estaba allí después de cargarme a mi padre. Lo odiaba con toda mi alma.
-¿Qué pasó?.
-Él... todas las noches llegaba borracho, luego pagaba todas sus miserias con mi madre y conmigo. Una noche trató de... mi madre entró con un cuchillo y se abalanzó contra él. Lo último que vi... fueron los ojos de mi madre apagándose poco a poco tras la sangre que cubría el colchón. Mi padre se quedó aterrorizado... luego dijo que era por mí culpa y... no dejó de darme puñetazos, cogí el cuchillo y le atravesé el cuello sin dudarlo, sin saber lo que hacía. Aquella noche todo cambió para mí... sólo tenía 11 años. 

Lía tomó un gran trago y posó el vaso con fuerza sobre la barra. Biok se quedó callada. 

-El juez no reconoció la defensa propia, así que acabé en el correccional. 
-Lo siento.
-Así que, si... todo es culpa mía... 
-No lo veo así... yo hubiera hecho lo mismo. 
-No lo entiendes, siempre era la problemática, en el colegio, en todos lados, mi padre estaba harto de mi.
-Eso no justifica lo que te hizo, podría haber tratado de entenderte y ayudarte, en vez de ayudarse a si mismo escondiéndose tras el alcohol.

Lía apartó el vaso.

-¿Cómo?... si ahora hago lo mismo que él. 
-¿Un zumo?. Jajajaja. 

Lía hizo una pausa con la mano aún en el vaso, manteniéndolo alejado y rompió a reír.

-Gracias, Biok.
-Vamos a dar un paseo...

Lía asintió. 

Salieron del bar, habían personas charlando en el descansillo que se giraron y las saludaron nada más verlas, Lía y Biok apenas se habían dirigido la palabra desde que se alejaron de la barra.

-Vuestra hazaña se conoce ya por todo el Carrier... la gente te admira.
-Eran demasiados, está claro que nos vieron llegar y esperaron para ver que narices hacíamos allí. 
-¿Qué opinión te merecen?.
-Que no son simples piratas. Están muy organizados.
-Oye... aquí hay muchas organizaciones implicadas, el Club maneja todos los hilos, son mercenarios, pagados y equipados con lo mejor de lo mejor, quieren hacernos creer que son simples grupos piratas, para atemorizar a aquellos que traten de adentrarse en sus dominios. La Blue Mark, los Lobos Grises, la Muerte Roja... sólo para que te vayas haciendo una idea.
-Mucho a cambiado esto desde que nos fuimos con Alejandro.

Siguieron paseando por los pasillos del Damocles.

-¿Y tú?.
-¿Yo qué?.
-¿Cuál es tu historia... de dónde procede, la gran Biok?. ¿Cómo acabaste en Savhin?.

Biok se quedó pensativa mientras caminaba.

-De Zeaex, una noche tropas Imperiales irrumpieron en nuestra casa... mataron a mi padre que intentó defendernos y luego a mi madre, primero me apartaron de ella, pero mientras me llevaban con ellos vi como le volaron la cabeza. Tenía 9 años.

Lía guardó silencio. 

-Luego me vendieron como esclava a un terrateniente imperial en Achenar y de allí a trabajar en los campos para el imperio. Fui... bastante problemática para los capataces así que... no fue una estancia, nada agradable. Perdí a alguien querido allí también. 
-Joder...
-Un día nos trasladaron hacia otro sistema, para trabajar allí, durante el viaje, unos piratas nos asaltaron y se cargaron a los capataces. Yo pude vengarme de uno de ellos. Había un chico, era... muy bueno conmigo, me enseñó todo sobre hackear sistemas informáticos, a defenderme, luchar, sobrevivir... me dejaron quedarme con ellos, ya era mayor de edad y necesitaban a alguien joven, resolutivo, con ganas de joder a aquellos que me habían jodido la vida, al imperio. 
-¿Te sirvió de algo?.
-Si, para acabar en la cárcel.
-Vale, bien...
-Ese chico... nos la jugó a todos en un golpe que llevábamos tiempo preparando, nos vendió a las fuerzas de seguridad de Sirius. 
-Qué cabrón. 
-Tuve que sacar fuerzas para acabar con él. Durante un tiempo estuve presa, hasta que un día llegó un hombre, dijo que me buscaba, que tenía una función en este teatro que era la vida. Sabía que si quería algo, era por mis dotes para invadir sistemas de seguridad, etc... no por mi, realmente, pero... no podía rechazar salir de allí. Una vez más me sentí vendida de nuevo, pero aquel hombre, Alejandro... era tan distinto a todo. Con el tiempo, no sólo se ganó mi confianza, también se convirtió en un padre para mi.
-¿Ya estaba Robert con él?.
-No, a Robert le conocí algo más tarde, Alejandro estaba metido en algo gordo, la rueda lo vigilaba hacía tiempo, mandaron una corveta para seguirle sus movimientos, hasta que un día, un gran grupo de piratas de Kumo, les atacó. Habíamos saltado al sistema de casualidad, aquella corveta estaba a punto de ser destruida, ya no les quedaban armas.
-¿Les ayudó?.
-Alejandro puedo haber seguido su camino, yo lo hubiera echo, cualquiera... pero él no, hasta ese punto supo actuar con sabiduría, a sabiendas de que tenía a su enemigo de frente, quiso darle la vuelta y ganarse su confianza, para dejar de ser el perseguido a ser protegido.
-Muy hábil. 
-Si... lo era. La Icarus era un buque civil, desarmado, sólo quedaba una nave pirata, así que se lanzó contra ella con todo lo que daba la Icarus, la partió por la mitad antes de que la nave pirata pudiera darles el tiro de gracia. No sólo se ganó a un buen aliado y amigo, su capitán el Sr. Jackson tenía un hijo, se llamaba Robert, era joven y buen aprendiz de mecánico. Alejandro no sólo fue como su segundo padre, además, se convirtió en su mentor. A partir de aquel día, supe que mi sitio estaba allí, con Alejandro, por el resto del tiempo que me quedase de vida.
-No lo sabía, no lo llegué a conocer, pero Truman también habló muy bien de él. 
-Al poco tiempo, Robert se trasladó a la Icarus y Alejandro nos acercó a Savhin para completar nuestro entrenamiento, tenía amigos allí. Nos preparaba para proteger a la organización, sabía que estaba podrida por dentro y no tardó en preparar un equipo mientras tanto. Pero sus planes se truncaron, alguien muy cercano a él lo traicionó, fue la primera vez que lo noté realmente asustado y dolido, fue cuando en plena misión recibimos su llamada. Robert se volvió loco, no dejaba de culparse, aunque ahora lo entiendo, al final yo me marché y Robert, al poco rato. Días más tarde, hubo un fallo en el aislamiento de la planta de energía de la Icarus, Robert trató de solucionarlo, pero Alejandro lo sacó de allí a volandas y se encerró. Trató de solucionarlo, pero el aislamiento de repuesto estaba defectuoso y hubo una fuga, logró contenerla, pero sin el traje de protección... la radiación lo dejó muy mal y Bika, que ya estaba por aquel entonces, no pudo hacer nada por su vida. Murió a las pocas horas. Al menos Bika logró que no sufriera.

Lía seguía callada, escuchando todo aquello por primera vez.

-Algo no me cuadra. Dices que iban tras él, ¿Murió salvándole la vida a Robert?. 
-El fallo del aislamiento no fue casual, Robert se acabó dando cuenta de ello. Dijo que eso sólo pudo haberlo realizado alguien desde dentro, desde entonces, perdimos todo el respeto por la organización y nos dedicamos a buscar a su hija, a Mitxelle, todo este tiempo. Hicimos un juramento a Alejandro en su ultima voluntad, después de todo lo que hizo por nosotros... durante ese tiempo fuimos perseguidos, por vosotros y por el Club.
-Joder... no lo sabía.

Siguieron caminando pausadamente por los pasillos, observando a la tripulación. 

-¿Cómo disteis con ella, con Mitxelle?.
-Solía colarme a menudo en los sistemas de seguridad de la federación de pilotos, hasta que un día vi sus datos en una multa, era raro, no nos imaginábamos que podría ser ella, estar tan lejos, en un sistema anárquico. 
-¿Por qué no?.
-¿Una pirata?, por favor... nunca lo hubiera imaginado de Alejandro.

(Fundido en negro)

-Tenéis que venir, rápido. -Dijo Bika por el intercomunicador. 

Alejandro ya estaba en las últimas cuando toda la tripulación hizo acto de presencia. 

-¿Qué le pasa?. -Preguntó el Sr. Jackson. 
-Le perdemos... -Dijo Bika asustada.

Alejandro les observó con su rostro demacrado por la quemaduras.

-Mitxelle... ¡Encontrar!... a mi hija... ella... ¡jurármelo!... ¡está en peligro!. ¡Jurármelo!. 

Alejandro trataba de seguir luchando en vano. Agarró el brazo de Jackson con fuerza. 

-¡Jurármelo!.
-Lo juro, la encontraré. -Dijo Jackson sin saber de qué estaba hablando.

Alejandro le dijo algo al oído mientras le apretaba la mano con fuerza, había una fotografía dentro de la mano. Luego, sus fuerzas le abandonaron. El Sr. Jackson se quedó observando aquella foto.

-¡Apartar!.

Bika trató por todos los medidos de volver a recuperarlo mientras Dreg llevaba la Icarus a plena potencia hasta Shinrarta. 


...

-Biok, ¿Estás bien?. -Preguntó Lía.
-Si... sólo... estaba recordando.
-Gracias por contármelo... no tenía ni idea.
-Robert quería volver a Savhin... no entendía que le empujaba volver allí, supongo que serías tu, no sabía lo vuestro.

Lía seguía escuchando con detenimiento. 

-¿No os dijo por qué estaba en peligro?.
-Algo le dijo al Sr. Jackson, pero no supimos el qué. Me mandó buscar una correlación de nombres, Thomas y... Railey... lo único que encontré fue un tal, Thomas Railey, pero era un mercenario, apodado el padre... si, el padre. Estaba buscado por las autoridades, parecía ser el cabecilla de una organización en Anderton, Anlave. No vi ninguna correlación y la verdad, ni si quiera sabía que estaba buscando.

Lía se detuvo un momento. 

-¿Thomas... Railey?. ¿Estás segura?.
-Si. 
-A Thomas Railey le han encontrado muerto, ¿Te dijo eso?. 
-¿Qué estás diciendo?.

Lía cogió el brazo de Biok y la llevó a una esquina.

-Escuché a Mayori hablar de una señal, en Anderton... parecía conmocionada. Mandó a alguien a investigar.
-No entiendo a donde quieres llegar.
-Esa señal... ya había ocurrido antes en el Damocles, ¿Recuerdas?. 

Biok se puso seria y miró al rededor.

-¿Estas diciendo que fue ella, Mitxelle?.
-No es casualidad... la semana que Mayori se marchó, estuvo en Anlave, fue cuando luego supimos de su fallecimiento. 
-¿Y?.
-Sea lo que fuere, el cuerpo inierte de ese hombre apareció allí, donde la señal... algo pasó en aquel lugar.

Biok se apartó asustada.

-Mierda... ¡pero cómo he sido tan imbécil!. 

Lía la miró fijamente. 

-Tienes que hablar con Mayori. Vamos. 
-No me jodas... pero cómo pude pasar algo así por alto... 
-No hay tiempo Biok, ¡venga!.





La muerte de Mitxelle. 

Lía y Biok llegaron al camarote de Mayori. Ella se quedó sorprendida cuando vio a Lía tan apresurada. 

-Thomas... Thomas Railey.
-¿De qué hablas, Lía?. -Preguntó Mayori.
-Fue allí. 

Lía puso su PDA sobre la mesa de su despacho. En ella había imágenes de una noticia sobre lo acontecido en Anderton con el titular, Masacre en Leven.

-¿Qué es esto?.
-La señal... 
-¿Qué señal?, ¿Qué sabes tu de una señal?.
-Te escuche... da igual, ¡míralo!.

Mayori cogió la PDA y la escrutó mientras se sentaba en la mesa de su despacho. Tras un largo rato, la posó sobre la mesa.

-No sé que habrás oído, ¿Qué tiene que ver con ese hombre?.
-Biok. -Dijo Lía mirando hacia ella. 

Biok estaba conmocionada.

-¿Biok?. -Preguntó Mayori.
-El... Sr. Jackson, me pidió investigar un nombre, algo que le debió contar tu padre antes de morir. Lo investigué, pero no le di importancia... no vi, correlación alguna... joder... ni si quiera sabíamos que tenía una familia.
-¿De qué estáis hablando?. ¿Un nombre?.
-Ese hombre, el de la fotografía en la noticia. Tu padre dijo que ella, su hija, estaba en peligro. Algo le asustó hacía unos días antes de su muerte, no sabíamos de que se trataba.

Mayori se reclinó en la butaca, se quedó sin habla. Luego se levantó y tiró la mesa al suelo.

-¡Joder!... -Gritó Mayori llena de ira.
-¡Joder!... 
-¡Cómo no me lo contasteis!. -Volvió a gritar.
-No... ¿Cómo podía... saberlo?. -Dijo Biok.

Mayori no cesaba de dar vueltas por el camarote.

-No podían saberlo. -Dijo Lía, en favor de Biok.
-¡Te pones de su lado!. 
-Mayori... ¡ya basta!. No lo sabíamos nadie, ni si quiera tus investigadores. ¿Quién es ese hombre?. 

Mayori miró con rabia a Lía. 

-¡Largo!. ¡Largo de aquí... las dos!... -Gritó Mayori con desesperación. 

Lía observó a Biok y abandonaron el camarote. Al salir Lía detuvo a Biok.

-Oye... no te culpes por ello, era imposible que se supiera esto. ¿Vale?.
-No lo di importancia... y ella ha muerto. 
-No lo sabías. ¡No podías saberlo!, ¿Vale?. 
-Mierda... 


Mayori se sentó en el suelo y pulsó la tecla de un contacto suyo en la PDA.

-Hola jefe...
-¿Qué ocurre?.

May envió el enlace de la noticia.

-Tú... un día me hablaste de un tal Rai.
-¿De qué estás hablando?, ¿Qué te pasa?.
-¡De Rai, joder!. -Gritó. 
-..., ¿Thomas Railey?.
-¿Tu también sabías de ese nombre?.
-Era el encargado de la vigilancia de tu hermana cuando tu madre falleció... era íntimo amigo de tu padre. ¿Qué coño te pasa?.
-No me jodas... fue él. 
-¿Pero quién?, ¿Puedes explicarme esto?.
-¡Joder!... ¡Mira la noticia!. 

-No puede ser... 
-Biok me dijo que mi padre estaba asustado... le dio un nombre a Jackson antes de morir. Algo descubrió... y creo que era él... si no, ¿Cómo explicas lo de Leven?.
-No... no puede ser. El murió... fue ejecutado.
-¿De qué estás hablando?.
-Del Club, la federación de pilotos le tenía en el punto de mira, al igual que a tu padre. Tenían sicarios.
-¡Joder, mira la noticia!.
-Pero... ¡vi el informe y las fotos!.
-Nunca visteis su cuerpo... ¿Verdad?. También lo pasasteis por alto.
-Mierda... no... ¿Thomas estuvo vivo todo este tiempo?.
-Han ganado... ya han ganado... sólo era cuestión de tiempo. ¡Cómo hemos podido estar tan ciegos, Joder!.
-¡Tranquilízate quieres!. Aquí nadie a ganado de momento... dame un tiempo, tenemos que tomar esto con cuidado y rigor. Hablamos...

La pantalla de su PDA se apagó y Mayori se rompió a llorar. Minutos más tarde y tras secarse las lágrimas volvió a realizar otra llamada. 

-¿Henry?.

...

Pasaron las horas y Biok estaba junto a Robert que dormía en la cama de la enfermería. Le acarició el pelo a modo de despedida y luego cogió la maleta que había preparado previamente en su camarote.

-¿Qué haces?, ¿Esa maleta?. -Pregunto Robert que recién se había despertado. 

Biok se detuvo y miró hacía atrás.

-Me voy. Debo irme. -Dijo con culpabilidad. 
-¿De qué estás hablando?. ¿Podemos hablarlo?.

Biok se quedó callada.

-No... os he fallado a todos.
-Espera... quédate, ¿Qué ha pasado?.
-La he cagado, Robert... no pinto nada aquí. 

Robert se quedó perplejo. 

-No, no sé de qué estás hablando, pero te necesitamos. 
-Había un hombre, el Sr. Jackson me mandó investigar su nombre, pero no le di importancia... ese nombre apareció recientemente en las noticias locales de Anderton. 
-¿Qué tiene que ver eso contigo?.
-Mitxelle murió allí, Robert. Eso es lo que nos dijo Mayori, pero no sabía... Alejandro se lo dijo a Jackson, debíamos protegerla y... él, él estaba asustado, sabía que ella corría peligro, lo que no sabíamos por qué. 
-Quieres calmarte joder, no sé a dónde quieres llegar.
-¡El está muerto, Robert!, murió allí, al igual que ella... ¡Tuve ese nombre en mis manos!, todo esto se... se podía haber evitado. 
-Calma... no sabíamos nada de que tuviera familia, eso lo primero. Alejandro nunca nos lo dijo hasta su muerte, ¡Si ni si quiera sabíamos que tenía otra hermana hasta hace poco!, lo que le dijera a mi padre... joder. No podíamos saberlo, Biok.
-Pero ahora si, lo sabemos, y ese hombre está implicado junto con la muerte de Mitxelle, todo cuadra...
-No, Biok. Esto es cosa de todos... de todos nosotros, no solo tuya, si fallamos, fallamos todos.

Biok dejó la maleta cuando Robert trató de levantarse de la cama.

-¡Qué haces, vuelve a la cama!.
-Pasa página.. ahora estamos aquí, ¿Vale?.
-Robert... no soy la que pensaba que era, cuando conocí a Alejandro, pensé que... valía para esto, que era capaz de afrontar cualquier reto, pero a la vista está que no.
-Yo estoy aquí gracias a ti, tus compañeros están aquí gracias a ti, la misión fue un éxito gracias a ti, yo la dejé irse... ¡mírame!. Si buscas un culpable, ese culpable soy yo... yo hablé con ella por última vez, yo la dejé ir cuando se lo tenía que haber impedido. No te castigues así, eres lo mejor que tengo, lo mejor que tenemos.

En ese momento entró Lía que llevaba un rato escuchando, apoyada en el marco de la compuerta. 

-Robert tiene razón. 
-¿Lía?. -Saludaron los dos.
-Te vi con la maleta y... no pensé que volverías a huir, la verdad, más después de lo que me contaste. Sabes que te necesitamos aquí. Ahora bien, no pienso impedírtelo, pero si lo haces piensa en todo lo que perderás.
-Lía... yo.
-Muchas veces he pensado en tirar la toalla, en dejar todo esto... motivos tengo más que de sobra, pero luego nunca tengo el valor, piensa, que si lo hubiera hecho, no os hubiera conocido como os conozco ahora, no tendría esta oportunidad... piénsalo, sobre todo, por lo que hablamos.

Biok se quedó callada. 

-Además... tengo un sparring nuevo para ti. Sé... que tienes mucho que soltar, quiero volver a ver a esa Biok que llevas dentro. ¿Qué me dices?.
-¿Quién es la pobre víctima?.
-Te... gustará. -Dijo Lía con picardía. 

Robert se encogió de hombros cuando Biok le dirigió la mirada.

-Si creéis que con esto me vais a convencer... 

Lía sonrió. 





El espectáculo. 

Tras lo acontecido en las últimas semanas, Lía había organizado un combate en el ring del gimnasio, eso ayudaría a que la gente se distrajera y pasara un buen rato, y que mejor espectáculo que ver a su ídolo y compañero batirse en pelea. Biok estaba preparada en una de las esquinas del cuadrilátero junto a Robert y Lía, viendo la silla vacía en el otro extremo.

-¿Estás segura que quieres hacerlo?. -Preguntó Red. 
-¿A mi me preguntas eso?. Pregúntaselo al que se siente allí. 

Al rato apareció su contrincante, acompañado de sus ingenieros, todos se quedaron boquiabiertos al verle, una mole de acero de un metro noventa con cara de pocos amigos subió al ring ayudándose de sus metálicas extremidades, lo hizo a la misma velocidad a la que andaba, de forma casi antinatural. 

-¿Estás segura ahora?. -Volvió a preguntar Red.
-¿Qué coño es eso Lía?.

Lía miró a Biok con aquellos grandes ojos grises.

-Se acerca tu final... jajajaja. Tranquila, está programado para no generar lesiones... al menos graves, jeje. Además, ahora no podemos parar esto, si haces lo que sabes hacer, no habrá problemas.
-¿Es un consuelo?.
-Jajajaja. Cada golpe en los paneles marcadores él simulara una lesión real, y se vencerá si sus lesiones son graves, cada vez se usan más en los entrenamientos. Él tratará de tumbarte y anotar puntos, de todas formas, las IA pueden actuar de manera... extraña, no te relajes.
-Biok, no tienes por qué hacerlo. -Dijo Red.
-No, va a ser divertido. -Dijo Biok seriamente mirando a su contrincante.

Los ingenieros terminaron de hacer el chequeo y dieron el visto bueno.

-Recuerda, golpea los paneles acolchados, no intentes golpearle las partes metálicas o te lesionarás.
-Ja ja ja. -Dijo Biok burlescamente. 

Las gradas estaban al completo, mucha gente asistió al evento, había mucha ilusión y ganas, el alboroto y el ambiente cargado daba fe de ello, aunque se habían prohibido las apuestas en contra de la voluntad de Franky. Mayori entró casi al comienzo del espectáculo y se sentó arriba del todo, sola, con los brazos cruzados apoyados en su vientre. Biok la observó de reojo, por un momento y bajo aquella luz pensó haber visto a Mitxelle.

La campana sonó y los dos contrincantes se levantaron de sus asientos, Biok levantó los labios para mostrar el protector y Lía dio el visto bueno con un ademán. 

Poco a poco se fueron acercando al centro y chocaron los puños en señal de cortesía y luego empezaron a moverse en círculos observándose mutuamente. El androide empezó a moverse rápido saltando con las piernas, a Biok le entró la risa y se giró hacía Lía. 

-¿De dónde has sacado a este saltamontes?.
-¡Cuidado!. -Dijo Lía. 

El androide le asestó un golpe en el costado derecho de su cara y Biok casi pierde el equilibrio. 

-¿No dijiste que no lesionaba?.
-Y no la hecho... todavía. -Gritó Lía. 

Biok miró el marcador 0-1 y empezó a moverse hacia los lados con agilidad, luego asestó varios golpes encadenados. La IA empezó a reaccionar tratando de invitar sus movimientos. Tras el primer asalto, Biok se sentó en la silla y vio el marcador 2-5. 

-Tienes que engañarle mejor. -Dijo Lía.
-Esa maldita cosa copia todo lo que hago...
-Eso es... utilízalo en su contra. -Opinó Red.

La campana sonó y ambos contrincantes volvieron al centro del cuadrilátero. 

El combate se fue alargando, la emoción estaba más que servida, sobre todo cuando Biok conseguía tantear a la máquina con aquellos ataques de piernas. La campana sonó y Biok observó el panel de la que regresaba a su asiento y sintió cierta frustración al ver la puntuación, 23-34. Biok se sentó de golpe abatida, ya iban por el duodécimo asalto.

-¿Es que esa cosa nunca se cansa?.
-No te lo tomes muy a pecho, Biok. Nadie a ganado a una IA, tu sólo... disfruta. -Dijo Lía. 
-¿Disfrutar?.
-Eh... mira a la gente. Ellos lo están disfrutando. 

Biok observó a Mayori sentada, a solas, no la quitaba el ojo de encima.

-¿Crees que se está vengando por lo Mitxelle?. -Preguntó Biok.
-¿Estás diciendo que ha manipulado a los ingenieros?. -Sugirió Lía. 
-Eso es. Mírala, quiere dejarme en evidencia, lo está disfrutando. 
-No lo creo, aunque, sí te digo una cosa. Mayori es... muy, muy inteligente y no me gustaría... ser, su enemiga.

Biok se quedó pensativa, hasta que la campana sonó de nuevo y los dos contrincantes salieron de nuevo al centro del cuadrilátero. 

La máquina atacaba cada vez con más fiereza, Biok lograba esquivar y ganar algunos tantos, pero la IA no parecía estar haciendo caso a la simulación de daños, tras varios asaltos más, el contador seguía a favor de la IA. 

-Esto se acabó, esa maldita cosa no está bien. -Dijo Biok.
-¿Quieres que pare el combate?. -Dijo Lía.
-No, ya se sus puntos débiles... si no va hacer caso a la simulación, la haré daño real.
-Espera, voy a hablar con los ingenieros. 

Lía se acercó con premura hacia los ingenieros y estuvieron hablando un rato entre ellos, los ingenieros parecían encogerse de hombros mientras revisaban los datos de la consola. La máquina observaba a Biok de manera fija, desafiante. La campana sonó y Biok se levantó observando a Mayori.

Los ataques de la IA empezaban a ser peligrosos, hasta que de repente, Biok lanzó una patada directa que alcanzó la rótula de la pierna izquierda con fuerza. Sonó un pequeño chasquido y la IA comenzó a moverse con algo de dificultad. 

-¿Te ha dolido?. 

La máquina intentaba reaccionar dada la nueva situación en que se encontraba, pero Biok empezó a sentirse cómoda, sobre todo con la gente clamando por ella. Tras varios asaltos más, Biok volvió a encajar su talón en la rótula del brazo derecho, acto seguido, rodeó el brazo con su pierna y al usar el peso de su cuerpo junto con la inercia no tardó en caer y partirse. La gente clamaba, el marcador ya estaba casi igualado. Biok se acercó a las cuerdas para mirar a Mayori, quien permanecía inalterada y fría. Luego volvió y volvió a tantear, castigando a una máquina, que nada podía hacer ya para evitar sus envites. Cuando Biok vio el marcador, dio una voltereta y le agarró del cuello, forzó a la máquina a tumbarse y acabó sacándole el módulo de control, tras ello, la máquina cesó toda actividad. La gente se levantó de sus asientos vitoreándola, bajo la atenta y fría mirada de Mayori.

Biok no tardó en llamar al silencio, mientras los ingenieros retiraban los restos de la máquina del ring.

-Silencio... ¿Os ha gustado?, pues aún hay más. -Gritó Biok.

Biok señaló a Mayori con el brazo y la retó al cuadrilátero. Mayori se levantó y bajo las escaleras hasta subir al ring con su cuerpo, su rostro no expresaba emoción alguna, se quitó la camisa y se quedó con la ropa oscura ceñida al cuerpo. Biok se acercó a ella.

-Ponte los guantes y el protector. -Le recomendó Biok.
-¿Crees que me hacen falta?. -Respondió Mayori.

Red estaba nervioso, Biok se quitó los guantes y el protector bucal, esgrimiendo una sonrisa a Mayori.

-Lía, para esto.
-No, espera, esto puede ser interesante.
-No quiero más enfermerías, Bika no tolerará más esto.

Lía subió al ring arrastrando su cuerpo por el suelo bajo las cuerdas y se acercó a ellas.

-Vale, dejarlo ya, ya es suficiente. -Dijo Lía con rotundidad. 
-Esto no te incumbe Lía, ya has visto lo que ha hecho. -Dijo Biok.
-¿Lo podemos solucionar fuera?.

Ambas contrincantes no cesaban de mirarse.

-No. -Dijo Mayori.
-Lía, vete. -Pidió Biok.

Lía miró a Red y negó con la cabeza mientras se dirigía de vuelta.

La campana sonó, los marcadores estaban a cero, y Biok empezó a moverse hacia los lados, mientras Mayori permanecía inmóvil, de lado, con las piernas ligeramente abiertas y el brazo más atrasado pegado a la espalda. Su mirada no reflejaba emoción alguna, casi parecía estar en meditación. 

Biok trató de lanzar un primer ataque, pero Mayori los contuvo con el antebrazo más adelantado, arriba, abajo, y con el dorsal de la pierna mas adelantada, sin moverse tan siquiera de su posición.

Mayori seguía erguida, con aquella noble pose que esgrimía siempre, luciendo una esbelta figura con aquel oscuro traje, preparada para atacar en cualquier momento.

Tras varios ataques por parte de Biok sin éxito, Mayori apenas había utilizado el más mínimo esfuerzo y claramente tenía el control de la situación. Biok no podía hacerla frente.

Tras el cuarto asalto, los marcadores seguían a cero. Biok volvió hacia el centro donde Mayori permanecía todo el tiempo, ni si quiera sé fue a su esquina para tomar aliento, claramente no la hacía falta. Biok la miró con desprecio.

-¿No has tenido ya suficiente?. -Dijo Mayori. 
-¿No eras tú la que quería castigarme?.
-No se de qué estás hablando.
-Lo sabes de sobra.

Biok lanzó un golpe con su puño derecho pero Mayori se inclinó hacia un costado llevando su hombro derecho ligeramente hacia atrás, luego lo intentó con el izquierdo, Mayori seguía esquivando sus ataques, una y otra vez, parecía como si pudiese ver segundos antes hacia dónde se dirigían sus ataques.

-¿Pero que esta haciendo?. -Pregunto Lía. 
-Esta jugando con ella. -Asintió Red.
-No creo que tenga opciones.
-No... y la va a ridiculizar.

En ese momento la gente exclamó sorprendida. Mayori permanecía con una rodilla sobre la tarima y Biok tumbada en el suelo. Mayori había repelido un ataque saltando sobre la espalda de Biok girando con las piernas en el aire completamente extendidas, durante el proceso, Mayori la había agarrado de un brazo y con la inercia la lanzó contra una de las esquinas.

-Joder... -Exclamó Red.

El marcador seguía a cero, pues Mayori no intentó rematar para conseguir el tanto, un derribo no se consideraba como golpe directo y no puntuaba, salvo que hubiera una inmovilización total del cuerpo y la espalda tocará la tarima durante tres golpes seguidos del árbitro, o en su defecto, un golpe de gracia.

Biok se levantó del suelo mientras Mayori seguía con la rodilla apoyada en la tarima, manteniendo la posición. El combate se fue alargando, manteniéndose el marcador a cero para ambas contrincantes.

Lía solía observar a Robert de reojo en varias ocasiones, cuando en una de ellas se asustó con el estruendo de la tarima. Biok volvía a estar en el suelo, pero sin daños aparentes.

-No se que pudo ver mi padre en vosotros... -Dijo May. 

Biok permanecía tumbada sobre la tarima, tratando de recuperar el aire.

-No pudisteis protegerla, ni siquiera mereces que mal gaste ni un ápice de mi aliento. -Prosiguió May. 

Biok trató de levantarse, pero el primer combate ya la había desgastado bastante, y éste estaba siendo agotador para ella.

-No te levantes. -Sugirió May.

Pero Biok hizo caso omiso. Cuando se quedó de pie junto a ella la preguntó.

-¿Acaso hiciste tu algo para evitarlo?.

Mayori respondió con un golpe directo en el costado izquierdo sobre las costillas. Biok perdió el aliento temporalmente y cayó al suelo sentada apoyada con el brazo junto a la cuerdas.

Red se subió a la tarima del ring en contra de la opinión de Lía y golpeó a Mayori, alejándola de Biok. La gente volvió a animarse.

-Si la haces daño, me lo haces a mi.
-Robert... vuelve afuera. Esto no es para ti. -Dijo Mayori.
-¿Qué quieres decir?.
-Acabas de recuperarte, y casi te perdemos.

Robert se acercó y la miró fijamente. Luego la empujó con el dedo en el hombro.

-No vuelvas a tocarme y menos así. -Dijo Mayori en tono amenazante.

Red volvió a hacerlo y cuando quiso darse cuenta, su mano estaba parando un golpe que May le había tratado de asestar.

Ella se quedó dudosa, mirando la mano de Red que bloqueó su ataque. 

-¿Dónde has aprendido hacer eso?. -Dijo May, gratamente sorprendida. 
-¿Crees que eras la única a la que enseñó?.
-Hum... esto va a ser divertido... -Dijo Mayori esbozando una sonrisa.

Lía observaba con recelo desde la esquina.

Ambos contrincantes se acercaron hacia el centro mientras Red se quitaba la camiseta y las botas, Mayori se quedó observándole. Los dos se colocaron en posición, inmóviles, la gente estaba expectante, sin saber que lo que verían en los próximos minutos sería algo totalmente fuera de lo común. 

La campana sonó, pero Red y May no se movieron de su lugar, al final fué Mayori quien comenzó un ataque sin éxito, la gente se quedó asombrada con aquellos movimientos, los dos parecían conocer el arte de aquella lucha a la perfección. Robert Continuó después, también sin éxito después de que Mayori logrará zafarse de su ataque. Biok se colocó junto a Lía sin dejar de observarles.

-¿Te encuentras mejor?. -Preguntó Lía.
-Si, más o menos. -Dijo tratando de estirar el costado.
-¿Qué técnica es esa?.
-La desconozco, la última vez que la vi, fue cuando me enfrenté a él y ha sido la primera vez que alguien me ganó en un combate. 
-Parece... antigua.

Mayori seguía intentando marcar a Robert, pero el sabía defenderse bien, en otro intento, la pierna de Mayori se quedó completamente extendida bastante más arriba de su cabeza, mientras su cuerpo seguía de costado, con la columna completamente recta. La pierna de Red permanecía en la misma posición por debajo sujetando la pierna de May, la mantuvo en esa posición, esperando a que May se acabara agotando. Al rato, May cogió impulso con esa pierna y volteó hacia atrás manteniendo el punto de gravedad mientras sus piernas extendidas dibujaban un círculo completo. Red recogió su pierna y la volvió a su posición, manteniendo en todo momento la calma y la postura.

El tiempo fue pasando, el público estaba entusiasmado viendo aquella lucha, algo que no habían visto antes. Después de varios asaltos, los marcadores seguían igualados. Mayori empezaba a presentar síntomas de desgaste, era la técnica en que Robert se estaba basando. La misma que Mayori usó contra Biok. 

Al final, Mayori cayó al suelo y Robert la inmovilizó. Los dos se miraban fijamente, el árbitro comenzó a golpear el suelo, al segundo golpe Mayori sacó fuerzas y se deshizo de él en volviéndose en su cuerpo, el árbitro volvió a golpear el suelo con la palma de su mano, momento en que Robert logró zafarse de sus brazos y piernas. El proceso se repitió hasta en dos ocasiones más, en el momento en el que Robert estaba en desventaja, al segundo golpe sonó la campana y Mayori lo dejó en paz.

-Salvado por la campana... -Insinuó Mayori.

Mayori lo ayudó a levantarse y volver a sus posiciones. La campana volvió a indicar el inicio del noveno asalto. Robert y Mayori volvieron al ataque, tras un intenso rifirrafe de golpes, Mayori acabó debajo de Robert inmovilizada de nuevo, jadeaba intentando zafarse de él hasta que el tercer golpe del árbitro anunciara el final del combate. Robert se levantó liberando a May ayudándola a reincorporarse.

El árbitro levantó el brazo de Robert, mientras el resto del público lo animaba, Mayori se alejó al rincón a recoger su chaqueta y secarse el sudor mientras observaba con recelo y admiración a Robert, quien le esbozó un sonrisa.

Robert regresó para vestirse, mientras Lía le ofrecía un botellín de agua. Mayori se acercó después abrochándose la chaqueta.

-Buen combate... muy bueno.

Robert solo asintió, mientras la observaba de reojo.

-Tu padre fue un buen instructor. 
-Lo era, Robert... lo era. Tenemos que repetirlo algún día.
-Cuando quieras.
-¿Estás bien, Biok?.
-Si, verte vencida en el suelo ha sido gratificante.

Mayori emitió una carcajada.

-No te lo tomes a mal, sólo pretendía darte una lección, ¿Sin resentimientos?.

Biok se quedó pensativa mirándola con aquella mirada que ella sólo tenía. 

-Eso tú verás. 
-Si quisiera hacerte algo, lo haría directamente. ¿Sigues respirando no?.
-Muy graciosa.
-Eh, un abrazo.

Biok se quedó sorprendida, tras aquel gesto por parte de May. 

-La próxima vez que quieras ridiculizarme en público piénsatelo antes. Jajajaja. Lo habéis hecho bien, los dos.


Poco a poco el local se fue vaciando de personal. Biok, Lía y Robert se dispusieron a salir.

-Yo os dejo, tengo que hacer una cosa.
-Vale. -Dijo Lía con aprobación. 
-¿Quieres que te acompañe?. -Preguntó Red a Lía. 
-Estarás cansado...
-No me importa, me apetece. ¿Vamos?.

Robert y Lía abandonaron el local y se dirigieron por el pasillo de acceso hacia el ascensor.

-Ha sido un buen combate, el personal lo ha disfrutado. 
-Si, ha estado bien. -Comentó Red.
-¿Esa técnica?.
-Es antigua, Alexander... en uno de sus viajes conoció a unos colonos, eran muy cultos, religiosos, parte de su cultura se basaba en la lucha cuerpo a cuerpo, sin armas. Solían arreglar sus discrepancias mediante combates acordados, como duelos... a muerte.
-Joder.
-Alexander fue invitado a una de esas peleas, pero no a muerte, sino de cortesía. A raíz de aquello, se quedó un tiempo con ellos aprendiendo sobre sus costumbres, religión y cómo no, su forma de combatir. Los jefes del clan disfrutaron con su presencia allí, acabó siendo muy querido en su... sociedad. 
-Una pena no haberlo conocido.
-Cuando estuve con él, me enseñó aquel arte de lucha. Veo que también se lo trasladó a May.
-¿Le echas de menos?.
-Claro... lo di todo por él y el hizo lo mismo por los demás.

Lía se quedó callada.

-¿Te pasa algo?, Te has quedado callada.
-No... sólo que... en fin, da igual.


Al llegar al camarote de Lía, se detuvieron en la puerta.

-Si quieres... puedes entrar y usar el... Jacuzzi. Te vendrá bien para... relajarte. -Los grandes ojos claros de Lía no se apartaban de los de Robert. 
-No... creo que sea buena idea. Aunque es tentadora.

Lía se acercó aún más a él. 

-Con whisky y algún que otro, masaje. 
-Lía... te lo agradezco, pero... aún lo tengo reciente. 
-Las cosas cambian, pueden hacerlo.
-Nos vamos a ir.
-¿Qué?.

La cara de Lía cambió por completo.

-Ya lo hablé con Biok, nos iremos en unos días. 

Lía se echó contra el marcó de la puerta, sus grandes ojos claros empezaron a enrojecerse.

-Joder... 
-Lo siento, Lía. No sé si volveremos.
-¿Cómo?.
-Esto se nos está haciendo cuesta arriba... está es tu familia Lía, la mía está en la Icarus, lo que queda de ella. 

Robert se marchó bajo la desoladora mirada de Lía. 


Al entrar, cerró la puerta y se apoyó en ella entre lágrimas, al rato sonó el timbre y abrió. Robert estaba allí mirándola seriamente y entró adentro cerrándose la puerta tras de si. Lía no entendía nada. Se fue quitando la ropa mientras se acercaba a ella, luego la cogió en volandas apoyada en su vientre y la sentó sobre la mesa del comedor. Lía seguía desconcertada mientras Red le quitaba la ropa, pero no quería que aquello terminara y se dejó llevar por el momento.

-Robert...

Sus grandes ojos grisáceos ardían de deseo con cada envite de Red, pero por otro lado, la tristeza y el desconcierto, mientras su rostro se posaba sobre el hombro desnudo de Robert. Cuando paró, Lía sólo quería rodearlo con sus piernas para no dejarlo ir con una lagrima deslizándose por la mejilla.





La mañana siguiente

El rostro de Biok se reflejaba en el ventanal de su camarote, pensativa. Salió de él y se dirigió al camarote de Mayori. Al entrar, Mayori mantenía una conversación en su mesa de trabajo. La invitó a sentarse en la silla frente a ella con un gesto, mientras Biok guardaba silencio.

-Era un arma antigua, balística, una muerte lenta. Quizás eso explique que la diera tiempo a acabar con todos ellos. Nuestro contacto consiguió eliminar a tiempo las pruebas del análisis de superficie. Indicaban una alta fuente de radiación, como la del Proteus. Las autoridades nunca sabrán que ocurrió allí. 
-¿Es de confianza?.
-Era un antiguo policía amigo de su familia, retirado ya. Dijo que era íntimo de su madre. Estuvo allí en el entierro, quizás te topaste con él. 
-¿Fijo que era él, Railey, Thomas Railey?.
-Sin lugar a duda, la prueba genética es concluyente, te envío todos los datos en el adjunto.
-¿Cómo se llamaba el policía?.
-Un tal Keller, oficial Keller Rochans.
-Bien, agradece su... colaboración con la organización, que vea que somos serios y cumplimos con nuestra gente, muy generosamente.
-De acuerdo, así lo haré.
-Sinceramente Henry... cual es tu opinión con todo lo que has descubierto.
-¿Un acto de venganza?, ese tal... Railey, tenía amenazada a toda la región, los registros encontrados mencionaban una futura expansión y antigua recuperación colonial, una locura, todo el proceso se llevaba a cabo mediante el miedo y el terror hacia sus habitantes. Arrancaban a tiras la piel de sus víctimas aún con vida y se las pegaban en sus rostros a modo de pleitesía hacia él, "El Padre". Ese hombre tenía el rostro prácticamente desfigurado, no me extraña que lo hicieran para asemejarse a él. Las muestras del analizador mostraron el inicio, donde se encontraba su cuerpo, el de Railey, y se extendió por todo el complejo hasta varios kilómetros a la redonda. Todos los que se expusieron a aquella fuente de... energía, sufrieron las mismas lesiones cerebrales. La chica no pudo sobrevivir mucho tiempo, alguien tuvo que llevarla al hospital, pero no hay información al respecto. El arma, la herida, un disparo, todo señala a que pudieran conocerse de antes, seguramente frustró sus planes... una semana antes, una base de esa... organización, fue atacada y todos sus miembros aniquilados por doquier. Aún hay cuerpos colgados y empalados por la base, a modo de advertencia. Sinceramente, pasará lo que pasará allí, esa chica se lo tomó como algo personal y sea como fuere, los colonos por fin podrán rehacer sus vidas, incluso hay planes para rehabilitar la ciudad de Leven al completo. Si realmente supieran la verdad, la harían un monumento allí, en Leven. 
-¿Dices que tuvo que recibir ayuda?, ¿Algo sobre eso?.
-No, no hay nada. Algunos hablan de una mujer, recién llegada, por las afueras de Fraser, con el pelo azul, cuadran las descripciones, sola, parece que nadie quiere hablar de ello, no hay nada de valor.
-Seguro, que algo saben... ¿No has podido convencer a ninguno?.
-Esa gente parece muy unida, son de toda la vida, si saben algo, se lo llevarán a la tumba, créeme, esa gente no se vende.
-Esta bien Henry... muy buen trabajo y gracias. Descansa, te lo has ganado con creces.
-Es un placer trabajar contigo, ya lo sabes. 
-Siento molestarte con esto, pero era importante para mi.
-No lo sientas, además, se está bien por aquí, quizá me quede algún tiempo.
-Jajajaja, muchísimas gracias, eres un buen amigo, Henry.
-Lo mismo. Un abrazo May.
-Adiós... 

La pantalla de cristal se apagó y descendió hasta plegarse en la mesa.

-Railey, pero... ¿Quién era ese hombre?. -Preguntó Biok.

Mayori abrió el panel de cristal de nuevo, lo tocó varias veces y lo giró hacia Biok. Había una imagen de un hombre de pelo oscuro vestido con el uniforme de la organización y el pin con el emblema de la Rueda Oscura.

-Thomas H. Railey. Agente, mano derecha de Alejandro Delaroux. 

Mayori fue pasando varias imágenes de Rai junto con su padre.

-Se dio por fallecido tras una incursión en el sector 70. Supongo que fue cosa de mi padre, lo envió para cuidar de mi hermana tras el fallecimiento de mi madre... nunca me imaginé que fuera él, su mano derecha quien lo traicionara. Lo que no entiendo es... si el señor Jackson era tan íntimo con mi padre, ¿Nunca lo conoció, mencionó?. ¿Sabes algo al respecto?.

Biok se encogió de hombros.

-Él no sabía nada... ¿Por qué me mandaría investigarlo?. Quizás lo conociera por otro nombre... o no lo sé. Lo que si sé es que estaba tan desconcertado como los demás y su expresión, el miedo en los ojos de... Alejandro.
-Algo que recuerdes... algún dato más.
-No, lo siento.

Mayori se quedó observando la imagen de los dos hombres en la pantalla. Hasta que Biok se dio cuenta de un detalle.

-¿Puedes ampliarla?. -Preguntó Biok.
-Eso de atrás, esa mujer... ¿La ves?, ¿No era de la corporación de Sirius?.
-¿Esta mujer?.
-Si. No recuerdo su nombre... pero si ese rostro. Hice algunos trabajos para una organización pirata, antes de que Alexander me contratara, si, es ella, estoy segura... planteábamos como dar un golpe en una de sus sedes ejecutivas, de Sirius, ya sabes... robo de información, lo que hacía antes. 
-¿Qué pintaba ella en esa reunión?. -Dijo May pensativa.

Mayori se quedó absorta mirando la cara de esa mujer, luego siguió pasando las fotos.

-El club... 
-¿Qué?.
-Mira esta otra foto... no deja de mirarle, a Railey.
-¿Crees que mantenían alguna relación?.
-Si es así... Mi padre les sirvió en bandeja a mi hermana al Club... No me jodas, papá, ¿Qué hiciste?.
-Confió en quien no debía. 
-No... mi padre nunca cometería un error así.
-Alejandro era un magnífico hombre, May, no lo pongo en duda, pero todos fallamos alguna vez.

Mayori señaló el rostro de la mujer en la pantalla he hizo una búsqueda por semejanza. Tras varias fotografías, encontró una en la que se la parecía mucho, tras filtrar la información, dio con lo que quería.

-Rebeca Silverstone... relaciones públicas de la corporación Sirius fallecida en misterioso accidente en viaje de negocios. Aún... se desconoce las causas del accidente... varios altos miembros de ejecutivo también perecieron... ¿Podría ser ella?.
-Silverstone, si recuerdo ese apellido. -Corroboró Biok. 
-Joder... 
-¿El club?, ¿crees que fueron ellos?.
-No lo creo... lo mantengo. Es muy típico de ellos, lo controlan todo, incluso los medios. La noticia es de hace bastante tiempo... no da mucho margen.
-Lo siento May.
-Al revés, siento haberte tratado así el otro día. Me has dado mucha información y has sido de gran ayuda, de verdad. Por cierto, no me has dicho a qué venías.

-Si, verás... lo hablé el otro día con Robert, todo esto nos está pasando factura y... nos vamos, queremos hacer... el último viaje de la Icarus, con toda la tripulación, la que queda.
-¿Bika también?, la necesito. 
-Bika también, los ocho, incluida Dafne.

Mayori se levantó de la mesa y se acercó al ventanal, pensativa.

-¿Todo bien?. -Preguntó Biok.
-Si es por lo que ha pasado... te pido disculpas. A veces me dejó llevar por mis sentimientos, no...
-No... no es por eso May. 
-¿Hay alguna forma de convenceros?. Os necesito. Lo acabas de ver, mi padre no sólo nos protegía de la verdad, también de ellos, del Club. Se propagó como un cáncer por las filas de la organización, mi padre y yo lo hemos dado todo por limpiarlo desde dentro. ¿No lo entiendes?. 
-Lo que entiendo es que esto se nos ha ido de las manos Mayori, Alejandro, luego Mitxelle... ¿Crees que no sé lo de Azimut?, todo va de capa caída. Han ganado, Aegis, Sirius, el Imperio, la Federación, la FP... todo está cubierto de mierda... y ¿Nosotros?, ¿Dónde está Azimut?, ¿La organización?, Ya casi no os quedan pilotos de élite... Mayori, ¿No lo quieres ver?... Necesitamos salir de aquí. 

Mayori sabía en su interior que no la faltaban razones. 

-Es duro oír eso, Biok. Escuchar a tu gente que se da por vencida, justo cuando más lo necesitamos. Pero quizás tengas razón, habéis hecho mucho por mi familia, por mi padre y por mi, habéis dedicado gran parte de vuestra vida a nuestra causa, no os puedo obligar a más, ya no. 
-Gracias, May.

Mayori seguía pensativa mirando el ventanal.

-¿Cuándo?.
-Mañana...
-Bien... ordenaré que os preparen la Icarus, provisiones y material médico, para un mes, luego, si queréis volver... sabéis que el Damocles es vuestra casa. Si no lo hacéis, limpiaré vuestros antecedentes con la organización y podréis rehacer vuestras vidas, unas vidas nuevas. 

Biok se quedó callada un tiempo, luego reaccionó. 

-¿De cero?, ¿Una nueva vida?.
-Si, me ocuparé de ello personalmente, es lo menos que puedo hacer.
-Gracias por entenderlo, May.
-Suerte ahí fuera, cuidaros mucho.

Biok se levantó y abrazó a May.

-Eh, ¿Sin resentimientos por la pelea de ayer?. -Pregunto May.
-Tengo cierta debilidad... por los Delaroux. 
-¿Insinúas que te dejaste vencer?, jajajaja, sino fuera por Robert...
-Me recuerdas tanto a ella... -Dijo Biok acariciando el rostro de May. 

Mayori se quedo callada.

-Adiós, May.
-Os estaré esperando, sé que volveréis, lo haréis.

Biok salió del camarote y se dirigió por el pasillo pensativa, vencida.

-Nunca se sabe cuando te vas a topar con alguien, que a primeras piensas que pueda ser tu enemigo y al final del todo, se convierte en una gran aliada, una gran amiga. Cuantas veces nos habremos equivocado con la gente al prejuzgar. 
-Y si me voy... es porque no puedo seguir mirándola a la cara sin verla a ella. Necesito dejar todo esto atrás, y para siempre.





El último viaje de la Icarus, la partida.

-Energía... listo.
-Soporte vital... listo.
-Motores... listos.
-Aviónica... lista.
-Sistemas de control... listo.
-Ordenador de abordo... listo.
-Radar, transpondedor, sensores... listos.
-Comunicaciones... ¿Control, Damocles?.
-Check, Damocles Uno, Delacy Mike India Tango, limpio. -Dijo una voz femenina por la radio.
-Recibido Damocles, limpio... 
-Bien, comunicaciones, listo...

-¿Se nos olvida algo Hoffman?.
-Todo chequeado y en correcto estado, Dreg.
-Bien... avisemos al resto, podemos partir. ¿Un último paseo pequeña?.
-¿Nunca te lo has mirado?.
-¿El qué?.
-Lo de hablar a la Icarus.
-Los científicos nunca entenderéis el vínculo que se forma entre una nave y su piloto. Si la tratas bien, con cariño... ella te devolverá a casa sano y salvo, aunque se esté muriendo... hasta el último aliento de sus motores. -Dijo Dreg mientras acariciaba la consola de los mandos.

Hoffman levantó las cejas. 

-¿No has pensado hacer el amor con ella?.
-¿Eso era un chiste, Hoffman?.
-Déjalo, jajajaja.

-Precalentando motores... en tres, dos, uno... ignición.

La Icarus rugió suavemente hasta estabilizarse, la vibración de siempre, como recién salida de fábrica. 

-Eso es... no me cansaré de decirlo, Red es un puto crack.
-Régimen al 11%, correcto.
-¿Temperatura en las toberas?.
-490°c y manteniéndose, las dos.
-Bien... ¿Impulsores?.
-275°c... mantenidos, el 4, dos grados más.
-Reduce la mezcla... luego calíbralo.

-Calibrado y... listo. ¿Te noto nervioso, Dreg?. 
-Sólo quiero que sea el mejor viaje de todos.
-Tranquilo, lo será. Por cierto... ¿Dónde vamos?.
-Lu quiere recoger unas muestras de gas en HAT-P-7b en Kepler 78. Nos pagarán bien, luego vamos a recoger los datos de las sondas en las nebulosas del Velo, América, Elefante... va a ser una ruta muy chula, luego, cada uno por su lado.
-Es una pena... ¿Seguiremos en contacto?.
-Claro, Lu y yo ya hemos echado el ojo a una casita en la playa en Marte, tenéis que venir algún día.
-Joder... no me hago a la idea de todo esto.
-¿Tu que vas hacer?.
-No lo sé, quizás vuelva a Sirius, aún no lo he pensado.
-Pues piénsatelo pronto, esto se acaba.
-Eso es lo que no me entra en la cabeza, después de todo lo que hemos pasado...
-Sabes que esto tendría que acabar algún día.
-Lo sé, ¿pero así y tan pronto?.
-Parece que fue ayer, ¿Verdad?.

 
Un minuto antes Biok y Red se encontraban llegando a la rampa de subida a la Icarus, cuando notaron los impulsores. 

-Están recalibrando el número 4... quizá debería revisarlo antes de partir. -Sugirió Red.
-¿Queréis tranquilizaros todos un poco?. Robert, esto ya lo hemos hecho muchas veces, ¿Por qué iba a ser distinto?.
-Tienes razón, no sé que me pasa.

Biok se dio cuenta de que Red miraba hacía atrás.

-¿Todo bien?. -Preguntó Biok preocupada.
-Eso creo. -Dijo Red con cierta inseguridad. 

Mayori se acercó a ellos.

-Buen viaje. -Dijo May, mientras admiraba aquella mole de metal.
-Cuidar de ella... es especial, de la familia.
-Lo haremos. -Dijo Biok dándole un abrazo de despedida.

-Quien lo iba a decir, ¿Eh?. Hace casi un mes, querías aniquilarnos a todos con tu Cobra... y ahora, parecemos amigas de toda la vida, jajaja.
-No vaciles con eso... 

Se miraron serías y luego se rieron.

-Robert... alguien te está esperando. -Dijo May.

Robert observó a Lía junto al ventanal del ascensor, pero no hizo ni dijo nada.

-Adiós May, y gracias por todo. -Dijo Biok.
-A vosotros, ya lo sabéis. -Dijo May mirando de reojo el silencio de Robert. 

Biok y May se dieron cuenta y se miraron a los ojos.

-Es la hora. 

Robert y Biok subieron por la rampa de acceso y una vez dentro, él se quedó observando a Lía hasta que la rampa se cerró por completo, momento en el que ella tocó el cristal que separaba el hangar de los ascensores, con la mano.

Mayori abandonó el hangar y se acercó a Lía, cuando la sirena y las luces de emergencia se activaron. Al rato, la compuerta de acceso al hangar se cerró y Mayori se quedó observando la luz roja de aislamiento, luego se volvió hacia Lía.

-Es tu buque, puedes parar esto si quieres.

Lía la devolvió la mirada.

-No... No quiero obligarle, si vuelve, quiero que salga de él. 

Aquellos grandes ojos claros volvieron a clavarse en la Icarus. 

-Volverá, ya lo verás. -Dijo May.

Su rostro se hizo visible en el reflejo del ventanal.

-¿Siempre estás tan segura?.
-Tengo toda mi fe puesto en ello.

Guardaron silencio mientras la plataforma del hangar se llevaba a la Icarus al exterior, ya sólo se veía la parte inferior del hangar y las luces ámbar giratorias.

-Quiero darte las gracias por quedarte, sé lo mucho que significa esto para ti, de veras. Todo saldrá bien, lo hará. 

Lía se sobresaltó con ruido del anclaje magnético al liberar a la Icarus.

-Adiós, Robert. 





El último viaje de la Icarus, el noveno pasajero.

Habían pasado unos días desde que abandonaron el Damocles. Biok se encontraba en su camarote golpeando a la máquina que usaba para entrenar, haciendo gala de su auto castigo.

-Pensé que esto sería lo mejor para todos, y en parte para algunos lo es, pero para otros... la Icarus sigue siendo un nido de recuerdos.

Biok se detuvo apoyada en uno de los brazos protectores, mientras recuperaba el aliento y observaba el gigante gaseoso HAT-P-7b por la ventana.

-Sólo quiero que todo esto acabe de una vez, irme lejos de aquí... empezar una nueva vida, pero a quien quiero engañar... ¿a mi?. Nada de lo que haga calmará mi interior. Robert sigue distante, no sé que le pasa, supongo que lo mismo que a mi, ya ni si quiera Bika es la misma. Un error... eso es, todo esto ha sido un error.

-¿Biok, puedes bajar a la bodega B?.

Biok se acercó al intercomunicador.

-¿Qué pasa, Tanko?.
-Necesito que veas una cosa.
-Bien, ahora bajo.

Pasaron varios minutos cuando Biok se acercó a la bodega y vio a casi todos allí abajo. 

-¿Y bien?. -Preguntó Biok.
-¿Sabes que es esto?.

Biok se quedó observando una especie de... cápsula, si es que se podía llamar así a eso.

-¿Y yo que coño sé?. ¿Un arcón?. Si no lo sabes tú que llevas esto...
-Tenía que haber revisado el inventario antes de partir...
-¿Alguno de vosotros sabe que hace eso aquí?. -Preguntó Biok.

Lucíe, Dreg y Hoffman negaron con la cabeza. Al rato apareció Robert que se quedó extrañado viendo aquella cosa. 

-¿Qué demonios es eso?. -Preguntó Robert.
-Estaba haciendo inventario y me topé con esto, no está en la lista que me pasó... el personal de tierra.

Robert cogió la lista que Tanko le mostró y la observó con detenimiento. 

-¿Qué hay dentro?, ¿No lo habéis abierto?.
-Es evidente que no, no se puede abrir... -Dijo Lucíe. 
-No sin saber que es esta cosa. -Aseguró Biok.
-Mayori hizo los preparativos, es lo que sé. Me dijo que ella se encargaba de las provisiones y demás. -Prosiguió Biok.
-¿Mayori?.
-Si.

El arcón emitía una luz leve de color ámbar pulsante a un costado.

-¿Podría ser una bomba?. -Sugirió Dreg.
-Bonito final para la Icarus, no sería de extrañar que May quisiera acabar con todos nosotros al volver abandonarles. ¿Robert?. -Sugirió Hoffman.
-¿Una bomba?. Alejaros de eso mientras no sepamos de qué se trata. Tanko, ni se te ocurra abrirlo.
-No, yo hablé con ella, no me dio esa sensación. -Dijo Biok.

-¿Y Bika?. -Preguntó Red.
-Aún no ha llegado...
-¿Está bien?.

-Lo estoy. -Interrumpió Bika, que justo apareció por la puerta de la bodega.
-¿Sabes que es esto, Bika?. -Preguntó Red.

Bika lo observó extrañada.

-¿Qué hace eso aquí?. 

Bika se acercó y observó la luz pulsante. 

-Parece que... tuviera vida.

Bika siguió observándola.

-¿Sabes lo que es o no?. -Pregunto Biok.
-Parece como... una unidad de contención, no lo sé.
-¿Contención?. -Preguntó Biok.
-¿Cómo es que habéis dejado esto aquí y por qué?. -Preguntó Bika desconcertada. 
-La pregunta Bika es, ¿Quién a dejado esto aquí y para qué?. -Dijo Robert.

Bika dirigió su mirada hacia Red.

-Si es algo Biológico, es mejor aislarlo en el laboratorio. -Sugirió Lucíe. 
-No, no creo que sea eso... es, especial. Esto parece un alimentador, y... oxígeno... como si mantuviese una forma de vida, y por el tamaño... ¿un humano tal vez?.
-A ver, define especial, ¿Biológico?. -Dijo Biok.
-¿Y dices que hay una persona dentro?. -Preguntó Red.
-No lo digo, es lo que parece...
-Nunca había visto cápsulas así. -Dijo Lucíe. 
-¿Y no podemos abrirla?. -Preguntó Tanko.
-Aún no. No sin saber antes con qué estamos tratando, no sabemos nada sobre esto, podría tener alguna enfermedad.
-¿Enfermedad?, no me jodas... no me apetece nada tener esto aquí. -Exclamó Dreg.
-Si es así, sugiero llevarla al laboratorio. -Dijo Lu.
-No... no pandémico, creo, no hay nada que lo indique. Lo llevaremos a la enfermería, lo examinaré allí. 
-Bien, Bika, tú eres la médico aquí, te haces cargo, los demás ayudarla en lo que necesite. -Sentenció Biok.
-¿Estás segura?. -Le preguntó Red a Biok.
-Sea lo que sea, esto es obra de May, no me cabe duda. Nosotros no lo hemos metido aquí.
-¿Pero por qué iba Mayori a hacer eso?. 

Biok se quedó pensativa observando a Bika.

-Quizá lo preparó sabiendo que ella venía con nosotros.
-¿Bika?.
-Si.
-¿No era mejor contárnoslo y punto?.
-No lo se Robert... es, ¿May?. Quizá nos negaríamos. Bika, quiero saber que hay dentro. ¿Entendido?.
-Claro, Biok. Primero hay que conectarlo y estabilizarlo, es un sistema autónomo, no podemos dejarlo así sin más. 
-Toma las medidas que veas oportunas, pero no pongas en riesgo a la nave o tripulación, ¿Quieres?. -Dijo Red.
-Vamos, suelta el freno y empuja, Tanko. -Ordenó Bika.

Todos fueron abandonando la bodega.

-Lucíe, ¿Qué tal la recogida de datos?. -Pregunto Biok.
-Bien, ¿Por qué?.
-Porque quizá tengamos que volver.
-Tengo que recoger las sondas que dejé en las nebulosas hace mas de un año, ya tendrán suficiente información. Es mucha pasta.

Biok observó como se llevaban la cápsula y luego fijó la mirada en Lu.

-No se como nos afectará esto a la misión, Lu. Lo siento. Tienes de tiempo hasta que sepamos qué es.





Nebulosa del Velo Oeste.

Una esbelta figura femenina pasea con tranquilidad por el oscuro pasillo de la Icarus, iluminado únicamente de costado, por la leve y suave luz de la nebulosa. Una larga trenza se hace visible a su costado, cada vez que la figura cruza por los ventanales de babor de la Icarus. Al llegar al final, la figura baja por las escaleras, y se acerca a otra ventana, para observar la nebulosa en su plenitud.


-Acabamos de llegar a Velo Oeste y vamos a aterrizar en uno de los planetas de este sistema, haremos el primer alto en el camino. Bika sigue en la enfermería tratando de averiguar que es lo que hay en esa especie de cápsula, es hora ya que me diga, de qué se trata.

Dos largas trenzas se hacen visibles a través del cristal, cuando la figura se gira y se adentra en dirección a la enfermería. 

-¿Bika?.
-¿Biok?.
-¿Sabes ya algo?.
-Si, es un... laboratorio portátil, la luz se volvió azulada cuando la conecté al cordón de la Icarus y está bastante equipado, este panel ocultaba un compartimento para realizar muestras no invasivas y... bingo!

Bika le enseñó una de las muestras. 

-Esto es sangre, Bika. -Dijo Biok con seriedad.
-Si, voy a pedirle a Lucíe que la analice.
-¿Algo más?.
-Por lo que he visto, esta claro que sirve para mantener algo con vida, bajo estricto control, en hibernación. Hice bien en conectarla a la Icarus.
-¿Hibernación?.
-Si, ya sabes, cuando quieres que algo se mantenga conservado pero sin llegar a detener sus funciones vitales por completo. Como algunos animales, sin ser tan agresivo, como... las cápsulas de Hibernación, ya sabes.

Biok empezó a dar vueltas por la sala.

-¿Para qué querrían usar algo así y sobre todo, por qué la Icarus?.
-No lo sé, Biok. Pero esto... es tecnología muy punta, muy avanzada, desde luego, ni si quiera Sirius o Utopía podrían diseñar algo así, no con este... material. ¿Has visto la envoltura?, ¿De qué estará hecho?, nunca he visto un metal así, casi parece piedra.

Biok se detuvo un momento. 

-¿Hablaste con Mayori los últimos días?.
-Con Mayori sólo he cruzado un par de palabras, y sobre todo, nada profesional. 
-Bien... vale. 

Biok se quedó observando la cápsula y se marchó cuando Lucíe entró. 

-¿Querías algo?. -Preguntó Lu.
-Si, ¿Puedes analizar esta muestra, por favor?.
-¿Es... de esa cosa?.
-Ajá. 

Lucíe se quedó perpleja cuando le dio la muestra.

-No me hace gracia, Bika.
-Hazlo, sólo es una muestra.
-Está bien... Aislaré el material.

Lucíe se marchó con la muestra cogida con los dedos, como si aquello apestara. Bika esbozó una sonrisa, la hizo gracia verla así, luego se quedó observando el arcón con cara de preocupación. 





El noveno pasajero.

Lucíe recogió los resultados del análisis y se los acercó a Bika en formato digital.

-¿Ya lo tienes?.
-Si. Todo tuyo.
-¿Todo bien?.
-Ni lo he mirado, pensé que tenías prisa.
-Vale.
-Tengo que seguir con el estudio de Vela, ¿Te arreglas tu sola?.
-Si, claro, gracias Lu.
-De nada, estaré enfrente.

Bika pasó la memoria al ordenador principal de la enfermería y empezó a cotejar los datos en la pantalla del escáner que se encontraba a la altura de su cabeza. Al rato frunció el ceño, algo no la cuadraba. Se levantó y llamó a Robert por el intercomunicador. 

-Robert enfermería, ¡rápido!. 

Luego se fue al panel de la cápsula. 

-Dime. -Dijo Red que apareció por la puerta de la enfermería.
-¡Ayúdame!.

Robert observó que estaba manipulando la cápsula cuando varios chorros de vapor, fueron expulsados hacia los costados.

-¿Qué diablos estas haciendo?.
-Ven, ayúdame a levantarlo.

Los dos intentaron abrir la cápsula sin éxito, en ese momento se apartaron y vieron como una luz brotaba de la cápsula emitiendo varios rayos de energía que la rodeaban.

-¿Qué coño has hecho, Bika?.
-No lo sé. 

Al poco tiempo, varias capas de la parte superior se elevaron por si solas y plegaron hacia los costados en la parte inferior, dejando una nube de vapor helado que fue descubriendo su interior a medida que se desvanecía. Los dos se quedaron atónitos viendo lo que había pasado.

-Es... ¿Una mujer?. -Dijo Red, casi sin palabras.
-No se que es eso.

Un cuerpo yacía en su interior envuelto en una especie de cobertura blanquecina, como una tela parecida al algodón, pero muy fina, casi bacteriológica, con trazas brillantes como la escarcha. Sólo se dejaba ver un cabello largo dorado y brillante, que llegaba hasta lo que parecían ser los hombros. 

-Está... ¿Embalsamado?. -Dijo Bika conmocionada. 
-No tenias que haber hecho eso, no sabemos si esa envoltura puede ser peligrosa. -Añadió Red.

Bika se acercó aún más. 

-Sea lo que sea parece humano, una mujer. 
-Deberíamos aislarnos, Bika.
-No... no creo que sea necesario. 
-Bika...
-¡Si no vas a ayudar sal de aquí!.

Bika se quedó mirando a Red desafiante.

-Está bien. Tú misma.

Robert salió de la enfermería y selló la enfermería. 

-Lo siento Bika, pero no sabemos que es eso.

Bika no le dijo nada, sólo se quedó observando aquel cuerpo.

-No te preocupes... estoy contigo. -Murmuró Bika a lo que había dentro.

Robert avisó a Lucíe que estaba a sus espaldas en el laboratorio. 

-¿Qué ha pasado?. -Preguntó Lu qué se sorprendió al ver a Bika.
-¿Te sobra material de cuando transportamos a aquella gente con la pandemia?.
-Si.
-Hay que colocar un acceso de aislamiento, he tenido que sellar la enfermería. 
-Joder, mira que se lo dije, que lo trajera al laboratorio... 

Red miró a Lu seriamente. 

-Es prioritario. 
-Bien... no hay problema.

Lucíe se puso manos a la obra cuando apareció Biok con Tanko que venían de la bodega.

-¿Qué está ocurriendo aquí?.
-Es Bika... ha manipulado la cápsula. 
-¿Qué?. ¿La ha abierto?.

Biok se acercó al ventanal y vio la cápsula abierta. 

-Creo haberla visto antes... en el Damocles.
-¿Cómo?.
-Si, iba Mayori tras de ella, no me fijé bien, me acuerdo de ese cabello, pero apenas le presté atención, estaba a mis cosas... y no pude evitar ver a Mayori. 
-¿Estás segura?.
-Si. Esta claro que esto es obra de Mayori, estaba más preocupada por Bika, quizás deberíamos darla una oportunidad. 
-A Bika.
-Si, Mayori estaba muy rara últimamente, más bien agobiada, por algo. 

Bika les miró y se acercó al ventanal, luego activó uno de los mandos de las ventanas para que los cristales se volvieran translúcidos y no vieran lo que estaba haciendo.

-Creo que... Mayori nos ha encargado una labor y parece ser importante para ella, ¿Por qué sino la Icarus, Bika?.
-Y lo mas acuciante, ¿Por qué una mujer?. ¿Por qué es tan importante para ella?. Si es cierto lo que dices, ¿Por qué no nos ha dicho nada?.
-No lo sé.
-¿Empezar de cero?. -Opinó Tanko.
-¿Qué quieres decir?. -Interrumpió Biok.
-Si algo no te sale bien y delegas el trabajo a otra persona, yo haría lo mismo, cuanto menos contaminada sea la información, mejor.
-Eso es vago, siempre que tengas información podrás avanzar más rápido. -Dijo Robert.
-O no, una mente fresca, que empieza de cero con una perspectiva totalmente diferente, es lo mejor.
-Discrepo, pero esto es algo que nos tenía que haber comunicado antes de confiarnos una tarea, si es lo que realmente ha pretendido. -Opinó Robert.

-Eso es cierto. -Aseguró Biok.
-Ya conocéis a Mayori, es muy típico de ella enredar las cosas sin decir nada. -Dijo Tanko.
-Eso... también es cierto. -Volvió a pronunciarse Biok.
-Entonces... -Dijo Robert.

-Entonces, nada... dejémosla trabajar. Sea lo que sea, está aquí por algún motivo y en buenas manos. Seguiremos con el plan previo, cuando Lucíe termine, nos desplazamos al siguiente punto de ruta. Tanko, que no la falte de nada, te dejo al cargo.
-Si almirante. -Dijo Tanko.
-Bien, en marcha.

Bika se acercó al cuerpo, se sentó en el taburete y se quedó observando pensativa.

-Inicio de sesión, archivo 442. Doctora, Bianka Palmer Stroud.

-Sujeto... desconocido, dentro de una especie de... cápsula, desconocida también. 
-No presenta daños aparentes, salvo por una especie de, costra, pegada al cuerpo de color blanco, parecida a la escarcha, pero no lo es, puesto que su temperatura es de 36,8°c estable. 

Bika siguió observando cada detalle, cada aspecto de aquel cuerpo inerte, con la seriedad y el rigor profesional que durante tantos años había luchado por conseguir.

-Lo que sabemos.

-Cuerpo humano, hembra... 1.75 de altura, peso... 49kg, pelo de color rubio, bastante dorado y brillante.
-Analítica completa, todos los parámetros dentro de la normalidad, estado de salud bueno y las constantes vitales, ritmo cardíaco... doy por sentado que son correctos debido a la... especie de conservación a la que ha sido... o está sometida. 

Bika se retiró y cogió aire.

-En resumen, el sujeto es... una paciente sana.

-Bien, ahora... lo que no sabemos.

-A, identidad. La firma genética presenta errores, no sé ha podido establecer un vínculo. ¿Falló la prueba?, ¿Error humano, tecnológico?.
-B, El tipo y origen de la cápsula, aunque no es prioritario, si ayudaría en el estudio del paciente.
-C, ¿Qué es eso que tiene pegado a la piel?. ¿Forma parte de su... conservación?, y si es así, ¿de qué origen?.
-D, ¿Qué hace este cuerpo aquí?.

Bika se quedó pensativa un rato.

-Fin de la grabación. 

Se alejó hacia el ordenador, se colocó unos guantes, una mascarilla y cogió un bisturí, luego regresó junto al cuerpo.

-Inicio grabación. 

-Bien, voy a... tratar de averiguar, qué es la envolvente, trataré de realizar una incisión superficial con cuidado de no afectar a la dermis y extraer una muestra.

Bika se acercó con la punta del bisturí y con delicadeza, se adentró en aquella superficie blanquecina. 

-¿Pero qué?.

-Prueba C, primera investigación. 
-Estoy, tratando de hacer una incisión en la superficie de la envolvente pero... parece, ¿moverse?, fluctúa sobre la punta del bisturí, parece que lo está... rodeando. 
-Emite... emite unos destellos rojizos, como... capas de cristal, no se que es esto, es... ¿orgánico?, es... increíble, está rechazando el metal... como si fuera un cuerpo extraño.

Bika se retiró hacia atrás. 

-No puede ser, nunca he visto nada igual, la está... ¿protegiendo?. Increíble. 

Bika se retiró uno de los guantes.

-Anotación, prueba C, segundo intento.
-La capa exterior parece rechazar el metal, intentaré probar con la superficie de mi dermis, quizá eso no lo detecte como una amenaza. 

-Bien Bika... ahora es cuando rompemos con todo lo que me habían enseñado hasta ahora en materia de seguridad personal.

Bika acercó su dedo índice con suavidad, lentamente, aquella envoltura comenzó a moverse en círculos a medida que la dermis se acercaba a ella, una pequeña columna se elevó hasta tocar la punta del dedo de Bika, lo hizo con timidez, como si tuviera miedo. Bika se quedó atónita viendo como se desplazaba por el dedo, seguidamente esbozó una sonrisa con una fuerte exhalación de aire.

-Es... indescriptible... hace que me sienta bien, es... agradable... simplemente paz. No... no tengo palabras, me gusta. 

Bika no apartaba la vista de aquella cosa.

-Emite, destellos azulados, ha tomado casi la mitad de la superficie de mi dedo, pero... no me está haciendo mal.

En ese momento sonó el intercomunicador,  Bika se asustó y la envoltura se retiró por completo de su dermis.

-Fin de la grabación. 

Bika trató de recomponerse y se acercó al intercomunicador.

-Qué.
-¿Todo bien?. No bloquees las ventanas, si te pasara algo no podré verte. -Dijo Lu.

Las ventanas se fueron aclarando hasta dejar ver el interior, Lu observo que Bika estaba rara.

-¿Estás bien?.
-¡Si!. Si... bien, estoy... bien.

Lucíe se quedo extrañada.

-Te noto, algo acalorada.
-Bien.
-Vale. ¿Quieres algo para cenar?.
-¡No!, no tengo... hambre.
-Ok, no ocultes las ventanas.
-Bien. Si.

Bika se volvió hacia el interior mientras observaba su dedo, la mano la temblaba por los nervios, luego miro tímidamente de reojo por si Lu la estaba observando, pero ya se había ido.

Pasaron varias horas y Bika se acostó el sofá que había en el lateral de la enfermería, tapándose con una manta. Las luces fueron perdiendo intensidad lentamente hasta quedar casi a oscuras, excepto por la leve luz que emanaba de la cápsula.





Pesadillas.

El cuerpo de Bika no cesaba de moverse, su cabeza giraba hacia los lados, casi frenéticamente mientras se deshacía de la manta.

-No, no. Necesita ayuda médica, ¡dejarme!. -Murmuraba Bika.

Era de noche, el cuerpo de Mitxelle yacía sobre el suelo rodeada de fuego y de unos seres que nunca había visto, estaban sentados como en una especie de ritual. Bika trataba de llegar a ella, pero una fuerza se lo impedía. Las voces, no podía dejar de escuchar aquellas voces, como un cántico.

-¡Dejarme!, ¡yo puedo ayudarla!, ¡Mitxelle!. -Gritó Bika con todas sus fuerzas.

La imagen se fue transformando, llovía y hacía calor. El sonido de las aves cada vez era mas pronunciado, era un lugar lleno de vida y vegetación. Bika se acerca a la orilla de un rio junto a un acantilado, donde el agua se desvanece cayendo tras él. Al fondo, en el horizonte, una especie de bóvedas iluminan lo que parece una ciudad en medio de la noche. Las luces de la ciudad cesan, al igual que el de las bóvedas, seguido de otra luz de mayor intensidad que cae del cielo, Bika tiene que poner la mano para no cegarse. 

El cántico se desvanece y todo queda en completo silencio. Varias ondas expansivas se acercan a gran velocidad, apartando la cortina de lluvia como una gran bóveda de vacío, que se expande decenas de kilómetros a la redonda. Segundos mas tarde, un fuerte sonido golpea el pecho de Bika, lanzándola contra el suelo.

La lluvia que había cesado, vuelve a caer sobre sus parpados cerrados, notándose el movimiento del globo ocular tras de ellos. Su rostro se va transformando poco a poco en el de Mitxelle, el canto sigue, cada vez el ritmo es mas continuado, repetitivo, que va ganando en intensidad. La oscuridad se cierne sobre ella y el rostro de un hombre desfigurado, se va formando frente a ella. 

Se escucha otro sonido fuerte, como una detonación. Bika se lleva la mano a un costado y se despierta sobresaltada, cayéndose del sofá donde dormía al suelo, tratando de retirar la manta que se había enredado bajo sus pies. Su respiración es aguda, su rostro está cubierto de sudor y trata de recuperarse. 

Una de las maquinas de la enfermería se encuentra emitiendo varios pitidos cortos y agudos. Al levantar la vista, Bika ve que el cuerpo de la cápsula, esta convulsionando ferozmente, se levanta corriendo y trata de estabilizarlo con una solución que inyecta en la capsula.

-Vamos, vamos... vamos. ¡Vuelve!.

Al rato el pitido cesa y Bika se relaja, pero la tranquilidad apenas dura unos segundos y otro pitido continuo alerta de algo, aun mas grave.

-No, no, no jodas...

Bika conecta el desfibrilador, coge las planchas y golpea con ellas sobre el cuerpo. Lo ultimo que pudo ver, fue un fuerte resplandor.


-Bika... ¡Bika, responde!.
-¡Responde!, soy Lu. ¡Responde!.

Bika empieza a espabilar. 

-¿Qué?.
-Estas empapada.
-Estoy bien... estoy bien.
-¿Bien?, ¡no me jodas!. ¿Qué a pasado?.

Bika observo desde el suelo que la maquina se encontraba estable y se levantó a comprobar el cuerpo.

-¿Qué coño haces aquí, Lu?.
-Que... ¿Qué coño hago aquí?, ¿Estabas tirada en el suelo?.
-Jajajajaja.
-¿Te ríes?.
-Casi lo pierdo... no se que ha ocurrido.

Bika no dejaba de reír.

-No estas bien... voy a avisar a Biok.
-No, espera. De verdad, que estoy bien. Joder...
-¿Me vas a contar que te ha pasado?.

-Grabación, no usar desfibriladores sobre la envolvente, fin de grabación.

Bika esbozó una sonrisa Lu.

-Voy a hacerte un chequeo...
-Lu, estoy bien.
-No, o te hago un chequeo o se lo digo a Biok.
-Si le cuentas esto a Biok, se acabó.
-Pues tu misma, elige.

Bika cedió ante las amenazas de Lucíe.
 
-Tienes la tensión por las nubes y el ritmo cardiaco disparado, Bika, tienes que dejar esto ya.
-Acabo de tener una pesadilla, cómo quieres que esté.
-Esto algo mas que una pesadilla, Bika. Tienes que dejarlo, descansa. ¿No te das cuenta?.
-¡Entró en parada!, y no... fue buena idea, sólo fue eso. -Dijo casi riéndose.
-Te expones demasiado.
-Lucíe... somos amigas, desde hace... ¿cuánto?. Para mi eres... como una hermana. Jamás evitaría que dejaras tu trabajo, así que... no me jodas el mío, largo de aquí.
-¿Qué estas diciendo?.
-¡Que te vayas y me dejes hacer mi trabajo, joder!.
-Bika... 

Lucíe se levantó y se fue de la enfermería dolida. Cuando se giró para cerrar la puerta, vio a Bika cabizbaja, con la mano apoyada en la frente. Luego, usó el comunicador para hablar con Biok, no se podía escuchar la conversación, pero a Lucíe se le caían unas lágrimas al hablar.

-Mierda...





Bika.

-Inicio grabación. 
-Tercer día, Doctora Bianka Palmer, Registro 451.
-El sujeto sigue estable, no ha vuelto a sufrir convulsiones. 

Bika observaba la pantalla del escáner con detenimiento, había acoplado una unidad de aumento portátil cerca de la envolvente. 

-La envolvente es orgánica, se ve claramente, aunque me es desconocido. Al principio pensé en nanotecnología, pero claramente estaba equivocada. Hay uniones por todas partes, como una red mallada, hay... corrientes que recorren las uniones, como si fuera electrónico, no lo sé, pero están ahí, enviando información de algún tipo. 
-Cuando lo toco, se vuelve más activo y la corrientes generan una especie de bioluminiscencia.
-Me recuerda al de algunos especímenes marinos, pero es algo... diferente. 

Bika apartó la unidad de aumento y apagó el escáner. 

-Sea lo que sea, está vivo y mantiene el cuerpo en un estado de conservación y protección que nunca se había visto antes. Además, cuando interactúo con él, parece tratar de comunicarse, me hace sentir bien, es como... si tratara de... ¿curarme, corregirme?, no lo sé. 

Se quedó pensativa un rato.

-De todas formas, esta perdiendo capacidades, es como si al abrir la cápsula, estuviera envejeciendo rápidamente. 
-Las... muestras que he tomado cada tres horas, se nota una cierta pérdida de uniones. 
-Seguiré la evolución. 

-Fin de la grabación.


-Inicio grabación. 
-Día 4, Doctora Bianka Palmer, registro 452.

-He... probado diferentes soluciones, para ver cómo responde la envolvente, que sigue perdiendo uniones.

Bika se echó hacia atrás. 

-Estoy cansada...

Levanto el brazo, hizo unos estiramientos y acabó frotándose la frente con él. 

-El... oxígeno produce un envejecimiento más rápido, es inocuo al co2 y el resto de soluciones parece que tampoco le afecta, excepto el amoniaco.
-El amoniaco actúa como catalizador, recomponiendo uniones, es como... si, se regenerasen. El problema es que no dispongo de la suficiente cantidad para toda la envolvente, si pudiera extraer tan sólo una muestra, podría crear un cultivo, pero todos los intentos han sido inútiles. 
-Quizás... si espero a que se degrade aún más, pueda extraer una muestra pero... me temo que sea demasiado tarde para regenerarlo. 

-Necesito salir de aquí. 

-Fin de la grabación. 

Bika se acercó al intercomunicador y llamó a Lucíe. 

-¿Qué quieres?. -Dijo con desprecio.
-Necesito salir.
-¿Ahora quieres salir?, Sabes que no te puedo abrir.
-Vamos Lu. 
-¿Vamos?. ¿Me echaste de ahí como si fuera una mierda y ahora me vienes de guay?.

Bika apoyo su frente en el cristal de la ventana, cerca de comunicador, su mirada era de arrepentimiento y cansancio.

-Necesito una ducha, pasear, aclarar mis ideas... siento lo que te dije y como lo dije. 
-Hablé con Biok, ¿Y sabes que me dijo?. No te entrometas en su investigación. ¡Joder!.
-Lo siento.
-Solo estaba preocupada por ti...
-Lo sé... oye, mírame... ¿Lo ves?. Déjame salir.

Lucíe miró hacia la cápsula abierta.

-Es demasiado arriesgado.
-¡Tu estuviste aquí dentro!.
-Pero no el tiempo suficiente, tu llevas 4 días. 
-¿Y no estoy bien?, vamos Lu.
-No se si estás bien, francamente.

Bika comenzó a golpear el cristal con la frente. 

-No hagas eso, ¡Para!.
-¡Qué me dejes salir!.
-¡Bika!.

Lucíe pidió ayuda por el intercomunicador cuando vio la sangre. Al momento se presentaron varios miembros de la tripulación. 

-¿Qué ocurre?, oh, Dios. -Dijo Biok.
-No... se ha vuelto paranoica, quería salir y la dije que no podía. -Dijo Lu.
-¡Abre!. -Ordenó Biok.
-¡No, no podemos, a saber que hay dentro, mírala!
-Abre.
-¡Que no, en esto estoy al mando, es una cuestión de seguridad!.
-¿Seguridad?, ¡es Bika, joder!.

Biok se introdujo en el acceso improvisado y se acercó al panel de la compuerta, introdujo varios códigos y se metió dentro ignorando cualquier tipo de amenaza.

-¡Bika!, ¿Qué ha pasado?. -Dijo preocupada, mientras observaba la sangre.

Robert entró de seguido.

-Ayúdame, es sólo una brecha.

Entre los dos introdujeron la cabeza de Bika bajo el grifo, después de unos minutos, Biok labó la herida con jabón y observó la herida que ya estaba bastante limpia.

-Necesita unos puntos, hay qué subirla a la camilla.
-Lu, necesito que le des unos puntos.
-Yo no entro ahí.
-¡Joder, Lu!.

Biok miró a Red y asintieron mutuamente. Red preparó la aguja e hilo y se la pasó a Biok quien mantenía la herida cerrada con el pulgar presionando.

-No será nada, Bika. Sabes como va esto.

Bika asintió. 

-Sólo quería salir.
-Ya está, estamos aquí. Vamos a curar esto y te llevo a tu cuarto.
-Si... gracias Biok. 

Robert asistió durante la operación. 

-No se te da mal. -Dijo Red.
-Es sólo un corte. -Dijo Biok.
-Vas a parecer Frankenstein, Bika. -Dijo Red bromeando.

Bika intentó reírse mientras la aguja penetraba la piel.

-Que exagerado, sólo serán un par de puntos. -Dijo Biok.

Red hizo una pequeña interpretación de Frankenstein y Bika no dejaba de reír.

-Robert, para, y tú Bika, deja de moverte.

Cuando terminó, Biok la puso un vendaje y acto seguido se la llevaron a su habitación tras la mirada negacionista de Lucíe. Biok la ofreció unos calmantes y la dejaron acostada en su cama.

-Descansa, me quedaré aquí contigo. Gracias Robert, yo me encargo.
-Si necesitas algo, llámame.
-Habla con Lucíe... no puedo consentir lo que ha ocurrido.

Red la miró con seriedad.

-De acuerdo, pero creo que sólo estaba haciendo su trabajo.
-Esto no puede pasar, Robert.
-Entiendo. -Asintió. 


Robert, bajó hasta el laboratorio para hablar con Lucíe.

-¿Lu?.
-¿Red?.
-¿Todo bien?.
-Si, claro. ¿Te pasa algo?.

Robert se quedó pensativo observando. 

-Oye, esto no puede volver a pasar.

Lucíe se detuvo un instante, dejando en pausa el trabajo que llevaba acabo.

-Este es mi territorio Red, yo no te digo a ti como hacer tu trabajo.
-Cierto. Pero ella es nuestra familia, nunca dejamos tirado a nadie.
-Si es una cuestión de salud y ponemos en riesgo más vidas, deberíamos.

-¿La dejarías allí a su suerte?. 
-Red, no... no, ¡no lo sé!
-¿No lo sabes?. Espera... a ti te pasa algo.
-¡Que no me pasa nada!.

-Vamos Lucíe, estás muy rara.
-¡Vale!, estoy... aterrada, ¿Vale?.
-¿Aterrada?.
-¿De eso?. -Dijo Lu señalando la cápsula. 
-¿Es por eso?.
-¡Tu no la viste su cara!, ¡ni si quiera sé por qué entré a ayudarla!.

Robert se quedó alucinado.

-¿Entonces?, no lo entiendo, Lu.
-¡Estoy embarazada, joder!.
-¿Qué estás?. Pero, eso... es una gran noticia.
-¿Gran?, me he expuesto a esa cosa, ¿Quién sabe cómo podría afectarle a feto?.

Robert no dejó de reír.

-De qué coño te ríes...
-Vamos lu, seguro que eso es más inocuo que la leche de Braman. Ven aquí. 

Robert abrazó a Lucíe. 

-Me alegro mucho por vosotros.
-Estoy asustada, Red.
-Eh, vamos, es una maravillosa noticia, no dejes que esto te supere. ¿Lo sabe Dreg?.
-No... todavía no se lo he dicho a nadie.
-Pues, deberías. 
-No sé por qué está esa cosa aquí dentro, se suponía que esto era nuestro último viaje. 
-Tranquila, no creo que a esa cosa le salgan patas y te ataque, jajajaja. 
-No, pero Bika ha estado expuesta, algo... la ha alterado. 

Robert miró hacia la enfermería. 

-¿Los síntomas no son parecidos a la exposición a algún tipo de gas?.
-¿La fata de oxígeno?.
-Cuando abrimos cápsula el gas del interior fue expulsado, como una descompresión. ¿Crees que se ha intoxicado?.
-Es completamente factible.

Red volvió a observar la enfermería.

-Pues... tenemos un problema.
-Esta aislada.
-Pero el sistema de ventilación no, sólo el laboratorio cuenta con una unidad independiente del resto de la Icarus.

Lu y Red se miraron fijamente.

-Tenemos que purgar la Icarus. -Dijo Red seriamente.
-Podemos encerrarnos en el laboratorio durante el proceso.
-Biok y Bika están en su camarote. Hay que avisar a todos, me pondré el traje y bajaré al cuarto de soporte vital, cuando me des la señal, comenzaré la purga.
-Red, gracias por escucharme.
-No Lucíe, quizás tengas razón.
-¿Razón?, ¡siempre la tengo!.

Robert salió corriendo de laboratorio, mientras tanto Lucíe activó el sistema de alerta de la Icarus. 

-Todos al Laboratorio, la Icarus está contaminada, os necesito a todos aquí. No es un simulacro.

Biok que escuchó el mensaje pulsó el intercomunicador. 

-¿Qué coño estás haciendo?.
-Trae a Bika, es una urgencia médica. 
-Está frita, déjala descansar.
-Biok, ¿Quieres escucharme?, la cápsula expulsó un gas, lo más seguro es que todos lo estéis respirando, es lo que Bika ha estado expuesta todo este tiempo.

-Joder... más vale que tengas razón en esto.

Biok agarró a Bika y la subió al hombro.

-Lo siento Bika. 

Al poco tiempo, Biok apareció con Bika en el Laboratorio. Ya estaban todos presentes allí y Lucíe preparó una camilla para acostarla.

-¿Qué le diste?.
-Analgésicos, un par de pastillas.
-Esta totalmente ko. ¿Cómo eran las pastillas?. -Preguntó Lu desconcertada.
-¿Azules con una ralla amarilla?.
-Eso son sedantes... Biok.
-Ah... 
-Bueno, con esa cantidad, estará dormida un buen rato.
-No sabía. 
-Es igual, la vendrá bien. Ayúdame con el oxígeno, ponla la mascarilla.

Biok obedeció sin decir nada.

-Red, ¿Estás?.
-Acabo de llegar, ¿Estáis todos dentro?.
-Si, voy a hacer unas mediciones del aire del laboratorio, espera.

Lucíe cogió el medidor y comprobó la calidad del aire.

-Listo, todo correcto.
-Bien... vamos allá.

Robert comenzó a manipular los mandos de apertura de las válvulas para expulsar el oxígeno del interior de la Icarus, fue poco a poco, mientras vigilaba las presiones. 

Varios chorros de aire fueron expulsados al exterior de la Icarus, por varias de las exclusas. 

-Quince minutos. 
-Bien, estamos bien.

Robert seguía la evolución y comprobando los niveles, sabía que aquella operación les iba a costar mucha cantidad de oxígeno de los tanques.

-Bien, ya está. Cerrando válvulas e Iniciando llenado.
-Seguimos bien.
-¿Has pensado en un nombre?.
-¡Robert!, mierda...
-¿De qué está hablando, Lu?, ¿Nombre?. -Preguntó Dreg.

Lucíe se quedó sin palabras viendo cómo todos la miraban.

-Vas a ser padre...
-¿Qué?. -Dijo Dreg conmocionado.
-¡Por eso, no quiero esa cosa aquí dentro!. -Le dijo a Biok amenazante.

Todos se alegraron de la noticia y abrazaron a Lucíe. Dreg aún seguía en estado de shock. 

-¿Padre?.

...

Cuando los niveles llegaron a su marca, Red cerró los mandos y se quitó el casco.

-Operación finalizada, volvemos a la normalidad.

Red esbozó una sonrisa cuando llegó al laboratorio. 

-Eres un cabrón. -Dijo Lu.

Red se encogió de hombros antes de darla otro abrazo.

-Si es chico le llamareis, ¿Robert?.

Lucíe sonrió mientras Red abrazaba a Dreg.

-Papucho... ven aquí. Jajajajaja.
-¿Voy a tener una primita?. -Exclamó Dafne.
-Claro.

La alegría se adueñó de la Icarus, mientras que en la enfermería, la envolvente de aquel cuerpo comenzó a brillar de manera pulsante.

...

Aquella noche, todos dormían en sus camarotes excepto Lucíe y Bika que permanecían en el Laboratorio. Los ojos de Bika se movían rápidamente por debajo de sus párpados, su rostro va cambiando poco a poco. 


Las sacudidas hacían temblar el casco de protección que llevaba ligeramente sujeto en la cabeza, sus mejillas también lo hacían. 

Bika observaba a la paciente de la camilla con temor, nerviosa por querer salir de allí con vida.

-¿Halcón cuatro?. Aquí Halcón siete, ¡respondan por favor!. ¡¡¡Mierda!!!.

-El marchante... no debimos... -Murmuraba la mujer.
-¿Qué?. -Dijo Bika.
-Marchante... correr...
-¿De qué está hablando?. -Dijo Red.

Bika movió la cabeza hacia los lados.

-¿No avisaban de los Thargoides?. -Preguntó Bika.
-Aquello no era Tharg. -Dijo Dreg.
-¿Y qué era?. -Preguntó Bika.
-Nunca he visto nada igual.

-El Marchante...

-Está delirando, la medicación ya no le hace efecto... no le queda mucho.
-Aparta. -Dijo Red.

Red tiró con todas sus fuerzas y sacó el trozo de metal que atravesaba el costado de la mujer. Una luz emanó de su cuerpo y les lanzó contra la pared. 

En ese momento Bika sintió un golpe y se despertó sobresaltada. 

-¡Joder!.
-¿Estás bien?. -Dijo Lucíe que se despertó con el grito de Bika. 
-Si... que... ¿Qué ha pasado?.
-Estuviste expuesta a una atmósfera contaminada.
-¿Contaminada?, ¿Expuesta?.
-Descansa, ya pasó. ¿Una pesadilla?.
-¿Pesadilla?.
-Si, descansa.
-Mierda... lo siento Lu.
-Ya pasó. 
-Siento lo que te dije, ¿Qué hago en el Laboratorio?. Mi cabeza. 
-Quieta, te golpeaste con ella. Biok te puso unos puntos. 

Bika se quedó mirando a Lu, lo hacía como si le costara enfocar. 

-¿Puntos, golpe?. -Dijo llevándose la mano a la gasa de la frente.

Sintió un dolor más agudo al tocarse, que el que ya tenía.

-La nave...
-¿De qué estás hablando?.
-Nos atacaron, aquella luz... era una nave medicalizada. Había una mujer.

Bika se quedó extrañada.

-Lo curioso es que me recordaba a Mitxelle pero... no era ella... no, no lo sé.
-Eh, déjalo ya, era sólo una pesadilla. -Dijo Lu, mientras recostaba a Bika.
-No, era muy real.
-¿Te duele?, ¿Quieres un analgésico?.
-Si. Gracias Lu. Icaro.
-¿Icaro?.
-Si, pronunció aquel nombre.
-¿Quién?.
-Ella, la mujer.
-Vale... ya pasó, estás aquí conmigo, en la Icarus. 
-No te vayas.
-No, me quedaré aquí contigo.

Lucíe la observó con preocupación mientras la tapaba con la manta.





Un largo trayecto.

Hace días que dejamos atrás la Nebulosa del Velo Oeste. Lucíe sigue recopilando datos y más datos, que nos vendrán bien para cuando regresemos. Pensé que este viaje sería diferente, pero todo sigue igual de estancado... lo único que nos mantiene algo desconectados es la cápsula y quien esté ahí dentro.

Bika sigue estudiando la... cómo lo llamaba, la envolvente, bajo la atención de Lucíe. 

Lucíe... ¿Madre?. Es cierto que la noticia nos cogió a todos por sorpresa, al menos me alegra que Dreg y ella al final puedan retomar una familia, creo que serán los únicos afortunados... me alegro por ellos.

Dentro de poco será el... sería el cumpleaños de Mitxelle. 

...

Biok fuera.





Nebulosa del Iris.

Hemos llegado a la nebulosa del Iris. Algo más de la mitad de nuestro viaje. Voy a dejar registro de los lugares que hemos visitado, Mitxelle solía hacerlo.



Nebulosa del Velo Este. 


Nebulosa de América y Pelícano. 


Nebulosa de SARD.


Región Oscura de Cepheus.


Nebulosa del Iris.

Seguiré informando, al final, todo esto forma parte de... la Icarus. De lo que significó hace tiempo. 

Biok fuera...





Envolvente. 

-Inicio de sesión 501, Doctora Bianka Palmer Stroud. 

-Sigo con la investigación de la envolvente. Es lo único que puedo hacer, de momento... el cuerpo sigue en estado vegetativo, conservación. No hay reacción alguna por su parte, excepto la envolvente, que parece interactuar conmigo mediante señales visuales, es lo único. 

En ese momento Lucíe se acercó a Bika.

-¿Puedes ver la pantalla?. -Preguntó Bika a Lucíe. 
-¿Qué tengo que ver?.
-Es... la envolvente, parte de ella, aumentada.

Lucíe observó todo el tinglado que Bika había preparado, luego observó la pantalla junto con Bika.

-Sabes que no me hace gracia estar junto a esa cosa.
-Lu, venga, tu eres la experta en esto.

Lucíe lo observó con detenimiento. 

-¿Un hongo?.
-¿Hongo?.
-Si, estos marcadores, son... de la familia de los hongos, fungoidas. Pero esto otro... algo no cuadra.
-No cuadra.
-No, es... vi algo parecido en un ser vivo, le habían añadido genes de un octópodo, podía emitir señales bioluminiscentes con las uñas, ya sabes, te voy a atacar y esas cosas. Pero nunca había visto algo así, no en un hongo.
-¿Crees que lo crearon?.
-No... no lo sé. 

Lucíe miró la cápsula con el cuerpo y los aparatos que Bika había colocado alrededor.

-¿La pones música?.
-Si, la relaja. 
-¿La relaja?.
-Si, mira su respuesta. 

Bika aumentó ligeramente el volumen de los auriculares y la envolvente comenzó a emitir un ligero brillo azulado que recorría todo el cuerpo, como el oleaje marino. Lucíe se quedó perpleja. 

-¿Has probado con varios tipos de música diferentes?.
-Si, claro, le gustan estas canciones. Son las que... la gustaban a ella.

Lucíe miró a Bika.

-Mañana es su cumpleaños. -Dijo Lu.
-Lo... lo había olvidado.
-Quería preparar algo en la bodega, ya sabes y necesitaré, algo de ayuda.
-Lucíe... lo había olvidado, ¿Vale?.
-¿Así es como quieres actuar?, ¿Cómo si nunca hubiera existido?.
-Lucíe... gracias por ayudarme con esto, pero ahora quiero estar sola, ¿lo entiendes?.
-Está bien... 

Lucíe se separó y se dirigió hacia la puerta de la enfermería. 

-Amoniaco. 
-¿Cómo?.
-El... amoniaco, actúa como agente regenerador, como... el agua para nosotros.
-El amoniaco. Bika... ¿Estás bien?. 
-¡Que si joder!.
-Los Thargoides son los únicos que conozco que usan el amoniaco. -Dijo Lu.

Bika se quedó observando la envolvente. 

-¿Thargoide?... 


...

Varias horas después, Bika recogió los enseres de la cápsula, apagó la música y bajó la intensidad de las luces, antes de abandonar la enfermería. Estaba cansada y afectada por lo que dijo Lucíe sobre el cumpleaños de Mitxelle. Luego, se dirigió por el pasillo hasta las escaleras de acceso a la parte superior donde estaban los camarotes. Todo detrás de ella había quedado a oscuras. 

Mientras tanto, en la enfermería, una luz pulsante irrumpió en la oscuridad. Acto seguido, se activó el reproductor y comenzó a subir el volumen de la música el solo.




... Fin capítulo 8 ...
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