Cmdr Mitxel
Role
Wanderer / Freedom fighter
Registered ship name
Icarus
Credit balance
-
Rank
Elite IV
Registered ship ID
Anaconda LEGACY
Overall assets
-
Squadron
Corralito de Acción Independiente
Allegiance
Independent
Power
Independent

Logbook entry

The Heart Of The Icarus, Capítulo 9. El Regreso.

01 Mar 2024Mitxel

La Icarus salió de salto en una estrella cercana a la nebulosa Trompa de Elefante tras un fugaz destello. Recogió combustible mientras la rodeaba por un costado y se alejó de ella, hasta llegar al primer planeta donde se quedó en estacionario.

Para la tripulación era un nuevo día, un día un tanto especial, se habían reunido en el comedor para desayunar mientras Red preparaba tostadas para todos. Bika se despertó en su camarote, algo dentro de ella la oprimía, pero aún así se levantó y siguió adelante. Se vistió lentamente y se lavó la cara en su baño, después se miró en el espejo detenidamente.

-Sólo es otro día. -Se dijo así misma.

Salió de su camarote y fue andando a paso lento hasta llegar al comedor.

-Buenos días. -Saludó Bika.
-Buenos días. -Respondieron todos.

Olía a tostadas recién hechas, Bika se acercó a la máquina de café y se preparó una taza, Red la sirvió unas tostadas en un plato y luego, ella se sentó en la mesa.

-¿Alguna novedad?. -Preguntó Biok a Bika.
-No.
-¿Por qué seguimos con esto?. -Preguntó Hoffman.
-Porque... ¿alguien tenía interés en ello?.

Bika miró a Hoffman.

-No es un juguete Hoffman... han invertido mucho dinero y tecnología ahí, así que... tiene que ser importante. -Dijo Bika.
-Ahí es donde quiero llegar, ¿Por qué la Icarus?, ¿No es propiedad de la organización?, que se encarguen ellos.
-Hoffman... basta. Ahora somos parte de la organización, nos encargamos nosotros. -Irrumpió Biok.
-Esa no es una respuesta.
-Hasta donde yo sé... hay ciertas cosas con las que no se debe jugar en el universo, y esa cosa... es una de ellas. -Opinó Tanko.
-¿Cuándo sabremos de qué se trata?. -Preguntó Biok.
-La envolvente se está degradando rápidamente, ya casi parece un fluido viscoso, cuando se debilite, podré extraer una muestra y... quitárselo. -Dijo Bika.
-¿Podrías hacer eso?, ¿Sabremos de quién se trata?, ¿Por qué tantas molestias?. -Preguntó Biok.
-Si, pero como digo, hasta ahora a resultado imposible extraerlo.
-Esta bien... Dreg, ¿Sabes algo de Lu?. -Preguntó Biok.
-Aún le queda trabajo, algo menos de la mitad.
-Bien, Bika... tienes de tiempo hasta que acabe Lu, después regresaremos al Damocles y os encargareis de eso allí, ¿Entendido?, tú y Mayori.
-¿No nos íbamos a separar?, ¿cada uno por su lado?. -Preguntó Dreg.

Biok se quedó callada durante bastante tiempo.

-¿Biok?.
-Aún no tengo la respuesta a eso, ¿Vale?. Desde luego no voy a obligar a nadie a quedarse, pero...
-¿Pero?, ya lo habíamos hablado. -Dijo Dreg.
-No creo que esta salida haya servido de mucho, Dreg. Entiendo tu posición, como he dicho, si Lu y tú queréis ir a Sol, no os lo voy a impedir.
-Por cierto, ¿Dónde está Lu?. -Preguntó Bika.
-En el laboratorio, dijo que iba a preparar algo para celebrar el cumpleaños de Mitxelle. -Respondió Dreg.
-¿Celebrar?... no me jodáis. -Espetó Bika.

Se levantó con su taza, el plato y se largó del comedor en dirección a la enfermería. Todos se quedaron observándola marchar.

-¿He dicho algo inoportuno?. -Comentó Dreg.
-Por lo que veo, aún no lo ha superado. -Dijo Hoffman.

Red se sintió afligido.

-Sigue luchando contra una realidad, y eso no es bueno. -Murmuró Red.
-Tenemos que apoyarla más. -Dijo Biok.
-Mierda...

Biok se quedó mirando a Red preocupada.

-¿Te vas a comer esa?... ¿Biok?.
-Joder Dreg, ¿todavía tienes hambre?.
-Voy a ser padre... he de comer por dos.

Biok no pudo contener la risa, una risa que se contagió por el resto del comedor.

-Ya te vale Dreg...

Bika se dirigió por el pasillo con las manos ocupadas hasta llegar a la enfermería, ni si quiera quiso mirar en dirección al laboratorio. Cuando entró y miró hacia la cápsula, sus párpados temblaron, el plato y la taza que llevaba consigo, se desprendieron de sus manos e iniciaron una caída libre hasta hacerse añicos contra el suelo. Lucíe que aún estaba recogiendo las cosas para la bodega se asustó y salió apresurada hacia la enfermería.

-¡Bika!. -Dijo Lucíe exaltada.

Lucíe vio a Bika completamente asustada, apoyada de espaldas contra una de las maquinas de la enfermería.

-¿Estás bien?.

Bika no era capaz de articular una sola palabra, y no dejaba de mirar en dirección a la cápsula, sus párpados no dejaban de temblar.

Lucíe miró en dirección a la cápsula y lo que vio, fue como si le diese un vuelco al corazón.

-¡Joder!. -Gritó Lucíe.

Lucíe salió apresurada hacia el intercomunicador.

-¡Todos a la enfermería, ya!. -Dijo asustada.

Lucíe devolvió la mirada hacia la cápsula.

-¡Dónde coño está!. -Se preguntó exaltada.




Ella.

Unas zapatillas de deporte iban golpeando el suelo rítmicamente, derecha, izquierda, derecha, izquierda... Una figura femenina se iba haciendo cada vez más presente con los pulgares rectos hacia arriba. Llevaba un traje oscuro deportivo, completamente ceñido a su esbelto cuerpo. Su cabello era de color dorado y llevaba una coleta que iba golpeando hacia los costados con cada zancada. Llevaba también un reproductor sujeto a su fina cintura y unos auriculares en el interior de cada oreja.

Iba corriendo por el pasillo que rodeaba la parte trasera de la Icarus. Tras varias vueltas, la mujer se adentró en la bodega de carga iluminada tenuemente por una luz cenital que sólo iluminaba su figura y unas cajas donde tenía una bolsa con unos enseres.

La mujer sacó una toalla de la bolsa y empezó a secarse el sudor de la cabeza. Cuando terminó de secarse la cara, con la toalla aún ella, se quedó mirando a lo que parecía un grupo de personas junto al acceso de la bodega.

-¿Qué os pasa?, ni que hubierais visto un fantasma...

Tras la oscuridad, el rostro de Bika se hizo presente bajo aquella luz cenital, sus ojos claramente expresaban un completo asombro a la vez que muchas dudas.

-¿Mi... Mitxelle?.
-Aisling Duval, no te jode. ¿Qué coño hacéis ahí como pasmarotes?.

Bika no podía creer lo que estaba presenciando, siguió acercándose lentamente, desconfiando completamente en aquella persona. 

La mujer sacó una botella de agua y se la tomó de un trago. 

-¡Joder que sed!, ni que llevará tiempo sin beber... ¿Pero qué coño os pasa?. ¡Bika!. No sé que me hiciste en las manos, pero están de maravilla y esos... aceleradores, joder, siento que podría dar cincuenta vueltas más sin cansarme... 

Bika seguía sin dar crédito a sus ojos.

-¿Manos?. -Murmuró Bika.
-Si... manos... ¿Recuerdas?, me las curaste anteayer... ¿Te has dado un golpe en la cabeza?.

Bika observaba sus manos completamente atónita.

-Eso fue hace un año...
-Jajajajaja... Venga, si, casi morimos el otro día a manos de los Thargoides intentando salvar aquella nave... La Reliant ¿No?. Ahora me vais a decir que estamos todos muertos... no te jode.
-Pero... moriste, Mayori nos lo dijo. ¿Quién coño eres?.
-¿Mayori?, ¿Quién es Mayori?.
-Tu... hermana.
-¡Vale!... si sigues así me voy a cabrear. ¿Qué coño estás tratando de hacer?.
-Nada, sólo...
-Sabes de sobra que soy hija única, Bika, todos, ¡joder, vale con la bromita!, ah... ya entiendo lo que está pasando aquí. Es mi cumpleaños y esto forma parte de alguna... ¿sorpresa?. ¡Mola!.

Bika seguía mirándola atónita.

-Ven.
-Ah, ahora viene el regalo.

Bika la llevó de la mano hasta el baño cerca de la bodega. 

-¿El baño?, ¿Quieres hacerlo aquí?. -Dijo Mitxelle. 
-El espejo. -Dijo Bika.

Bika pulsó el mando del espejo que se volvió translúcido. Mitxelle se quedó perpleja. 

-¡Pero qué coño me habéis hecho!. Mi pelo... y ¿los tatuajes?. ¡Os mato!, ¿Sabéis lo que me costó el injerto genético para tener ese azul?. 

El rostro de Bika se apareció reflejado en el espejo detrás de ella.

-Eres un... clon. Tu cuerpo... 
-¡Vale ya, joder!. ¡Ni puta gracia que tiene!.
-No lo entiendes, Mayori...
-¡Joder, quién narices es esa Mayori que no haces más que hablar de ella!.
-Tu hermana...
-Se acabó... mira... iros a la mierda, ¡Todos!.

Mitxelle salió como alma que lleva el diablo y se alejó por el pasillo, bajo la atenta mirada de toda la tripulación.

-Red tenemos un serio problema... -Dijo Biok.
-¿Red?.

Biok miró a Red, vio cómo golpeó la pared y se marchó también. 

-Vale, dejémosla sola un tiempo, que lo vaya asimilando, Lucíe date prisa por dios... -Ordenó Biok.
-Me pongo a ello. -Dijo Lucíe. 
-Bika... ¿Puedes explicármelo?. ¿Es lo mismo que con Mayori?.
-Si.
-Pero de dónde coño...
-Necesito asimilar todo esto. -Dijo Bika. 

Bika se alejó también del grupo, su cara, su expresión... era como si tratara de bloquear la realidad.





Un nudo en la garganta.

Mitxelle se encontraba sentada junto al cristal del ventanal de su camarote, con la frente apoyada en él. Habían llegado a la nebulosa de la cueva, su mirada se perdía en aquel espectáculo de luz.


Al rato llegó Bika y se sentó junto a ella, con la espalda y la cabeza pegada al cristal, luego giró su cabeza y miró la PDA que había en el suelo junto a Mitxelle, sin decir nada.

-Hay... un montón de registros grabados y... ni si quiera sé sin son míos, Bika. ¿Qué me está pasando?. -Dijo Mitxelle entre lágrimas, sin apartar la mirada del cristal.

Bika dejó de mirarla, su mirada se perdía en el techo.

-No se quién eres... la Mitxelle que conocía murió.
-Soy yo... Bika. No... no estoy muerta, ayer estuve hablando con Biok y hoy me he... despertado... corriendo... no... ¡no lo sé!, ¡joder Bika!.

Bika observó de nuevo la PDA.

-Tus respuestas están ahí. 
-Si es como decís... ¿he estado en coma un año?, ¿Puedes explicarlo?, porque no lo entiendo. ¿Qué ha pasado?.
-Es... largo de contar.

Mitxelle seguía observando la nebulosa sin apartar la mirada. 

-Ni un abrazo, Bika... estás... distante y ¿Red?. A Red no lo reconozco... ¿Es que hice algo mal?.
-No... no fuiste tú, fui yo.
-¿Tú?.

Bika se quedó callada durante un buen rato, luego comenzó a hablar, la temblaba la voz y más bien, parecía ahogarse.

-Te... te fallé... tú... tú te... cabreaste... y te fuiste. No supe nada más de ti... hasta que un día Mayori entró al laboratorio del Damocles y me lo contó.

Bika trataba de recomponerse

-Todo mi... mundo, se vino abajo Mitxelle. Te perdí... así... sin más.
-No te creo... yo nunca te dejaría. 

Bika le devolvió la mirada. 

-Lo hiciste. 

Mitxelle dejo de observar la nebulosa y se giró hacia Bika.

-¿Qué nos pasó?... ¿Por qué me cuentas esto?, y ¿A dónde coño iba a ir?.
-Anlave. Mayori me dijo que te encontraron muerta en el hospital de Fraser. 
-¿Fraser?. Hace ni sé el tiempo que estuve allí. Joder, y ¿Qué coño iba hacer yo allí?. 

-Rai. -Dijo una voz al fondo.

Era Biok, que entraba por la puerta.

-¿Rai?. ¿De qué coño estás hablando?. Fue como un padre para mí. 
-Él te mató. 
-Jajajaja... ahora si que no, o sea... esto tiene que ser una puta pesadilla. Ahora me despierto ¿No?. -Dijo Mitxelle atónita. 
-Mira esto. 

Biok le acercó una Tablet de cristal con la noticia. 

-Es él pero... esto pasó hace muchísimo tiempo, él está muerto. ¿Qué mierda es esta?.
-No, fue hace algo más de un mes, mira la fecha.

Mitxelle observó con detenimiento la noticia.

-Biok... vale ya, o sea, me vas a decir tú cuando lo maté.
-¿De qué estás hablando?, ¿Lo mataste tú?.
-Lo recuerdo como si fuera ayer, joder que si... Él me encargó un trabajo, como solía hacerlo siempre. Aquel día estuve esperando a mi objetivo, pero todo salió mal. Cuando vi el coche llegar, él estaba allí, no entendía nada. En vez de disparar al objetivo que le acompañaba decidí disparar a uno de los estabilizadores, pero salió mal, el vehículo perdió el control y se precipitó monte abajo en llamas. Sólo quería detenerlo y que mi objetivo saliera del vehículo para abatirlo... pero me asusté cuando vi a Rai salir arrastrándose, estaba envuelto en llamas... me asusté, sufría, oía sus gritos desde allí y yo... sólo... volví a disparar... no se qué coño hacía él allí. Pero de algo estoy segura, mi vida cambió radicalmente desde entonces. Ese no es Rai, créeme.

-Lo era, todo es real Mitxelle. Te viste con él en Leven y algo pasó allí, todos murieron y tú también. Mayori lo relaciona con una mujer del Club, esta de aquí. 

Biok le enseñó una de las fotografías en la pantalla.

-Si, la conozco, de Sirius, es quien le ofrecía los trabajos, él me los pasaba luego a mí. Coincidí con ella alguna vez.
-¿Trabajaste para ellos, para el Club?.
-¿Qué?, ¡no!. Para Rai, él... me enseñó a no hacer preguntas.
-Que hija de puta... lo preparó todo.
-¿Todo?.
-Su muerte, la de Rai... ¿Segura que le viste morir?. 

Mitxelle volvió la mirada hacia el ventanal.

-Como si fuera ayer... como ayer.
-Joder... os dejo solas, tengo que pensar en esto.

Biok se alejó por la puerta y se volvieron a quedar solas.

-No se que nos pasaría, Bika, pero... no, no me puedo creer nada de esto... sólo... quiero que me abraces, lo necesito. 

Bika seguía dudando, con aquellos ojos anegados en lágrimas. Después, se abrazó a ella lentamente, con muchas dudas.

-Lo siento... joder, lo siento... -Dijo Bika desconsolada.
-Eh, ya pasó ¿Vale?. Estoy aquí, contigo.
-No quería... te hice daño... lo siento muchísimo...
-Ya Bika... mírame, soy yo, ¿Vale?. No tengo ni idea de que nos pasaría, igual... tuve un mal día, que se yo... pero dijimos, para lo bueno y lo malo, sea lo que sea que halla sucedido, estoy aquí contigo.

Bika se quedó llorando desconsolada a los hombros de Mitxelle durante largo tiempo, mientras Mitxelle observaba por el cristal. Se repetía una y otra vez, todo está bien... todo está bien. En su mente estaba presente, la imagen de su madre cuando trataba de darla consuelo, con aquellas mismas palabras. 

-Todo estará bien, Bika, todo saldrá bien.

El reflejo de su rostro en el cristal, era igual que el de su madre. 





Cuaderno de bitácora, entrada 110.

No se cómo empezar... todo esto parece sacado de una película, de verdad.

El otro día casi nos matan los Thargoides tratando de ayudar a una meganave, hoy... todo el mundo me trata como si... fuera un fantasma, que he muerto y resucitado... que si soy un clon... que si todo se fue a la mierda... Bika estaba completamente afectada como, si algo en nuestra relación había hecho aguas... Red está irreconocible... todo... ¡está dado la vuelta!.

Me miro al espejo y no me reconozco... no sé que ha pasado, revisando los logs he hecho cosas que no recuerdo... un año más... ¿una hermana?, ¿De qué va toda esta mierda?.

Los últimos registros son de Biok, habla de mi muerte... Dios, es todo esto...

...

Como voy a ser un clon... si lo recuerdo todo... ¿De qué iba a tener yo un cuerpo clonado?.

...

Hoy he visto la cápsula en la enfermería, Bika me ha dicho que estaba ahí dentro, que formo parte de algo que ella aún no comprende en absoluto... he visto antes esa tecnología, era guardián, como lo que vi donde la Proteus que se accidentó, las ruinas guardián, las mismas marcas, las mismas serigrafias, el mismo material... ¿Qué coño hace eso aquí dentro?.

...

Sea lo que sea, ya no sé quién soy... pero a la vez, todo es tan reciente... y ¿Qué hago, ahora?, ¿Sigo el rollo a todos?... es que... ¡no sé qué hacer!, no sé que es todo esto... y nadie me puede ayudar... me siento... sola. 

...

Fin de la grabación. 





Cuaderno de bitácora, entrada 111.


Hemos llegado a la nebulosa del fantasma. Si no fuera para que me hiciera más gracia aún... el fantasma Mitxelle, jajajaja... me rio, pero es para llorar, hoy me crucé con una niña en el pasillo, me llamó tía, me dijo que se llamaba Dafne, estaba jugando.

Me quedé congelada... se abrazó a mí como si me conociera de toda la vida. 

Hablando con Dreg... ni si quiera existe ya Rochon para nuestra flota, que todo ha cambiado radicalmente y ahora estamos en un sistema llamado Lenty, Ticua...

...

Todos nuestros sistemas cayeron tras la guerra, los únicos sistemas que logramos recuperar tras la tregua fueron 195 y Apuris, el resto forma parte de una nueva expansión hacia el exterior fuera de la zona Marlinista. 

...

Estoy flipando. Es la único que puedo decir de todo esto.

...

Dicen que volveremos allí a Lenty, a un Carrier llamado Damocles, que allí hay alguien que me puede ayudar. Bika lo asocia a una falta de información, que de alguna manera falta, está claro que ha habido alguna forma de transferencia y el último año faltara o que fuera la última copia que había de mi... que no sabe de qué manera o cómo... todo esto está fuera de su alcance y que sólo habla de cómo ella entiende de cómo puede funcionar el proceso de copia, si es que es así. 

Lo único que sé es que... estoy viviendo una auténtica pesadilla...

...





Mitxelle, el regreso. 

Todos dormían dentro de la Icarus, Mitxelle y Bika dormían juntas en la cama del camarote de Mitxelle. Los ojos se movieron violentamente bajo los párpados cerrados de Mitxelle. Ella comenzó a temblar, Bika se despertó asustada e intentó inmovilizarla, hasta que Mitxelle la apartó de un empujón. 

-Mel... Mel... Nooo... 

Mitxelle cayó de la cama bajo la atónita mirada de Bika, luego se fue arrastrando por el suelo, con la mano pegada al costado del vientre.

-Rai... 
-¡Mitxelle! -Gritó Bika.

Bika se acercó a ella apresuradamente, deslizándose por el costado de la cama.

-¡Mitxelle!.

Tenía lo ojos iridiscentes y no respondía a los intentos de Bika para hacer que volviera en sí.

-Apártate de mí, ¡Aléjate!. 

Bika se quedó inmóvil. Al rato, los ojos de Mitxelle volvieron a la normalidad y se quedó observando a Bika extrañada, sin entender nada.

-¡Qué coño hago aquí!, ¡Qué haces tú aquí!.
-Estás... 
-Te dije que no quería volver a verte.
-Pero, ¿Qué cojones hago aquí?. ¡Mel!. 

Mitxelle se levantó inmediatamente haciendo un completo vacío a Bika y se acercó al ventanal. El rostro de Bika se hizo presente después. 

-¿Mitxelle?.
-Bika... ¿Qué quieres de mi?, ¿No lo dejé claro?.
-Pero... yo. 
-No quiero volver a verte, Bika. 
-No entiendo...
-¿Qué no entiendes?, después de todo el daño que me has hecho.
-Has... has recuperado la memoria. -Dijo Bika dolida, evitando mirarla a la cara.
-¿Pensabas que lo iba olvidar tan fácilmente?.

Bika se quedó mirando hacia un lado, sus párpados temblaban. Luego se dio media vuelta y se alejó del camarote sin decir nada.

-Dreg... ¡Qué coño hacemos aquí!. Pon rumbo a Anlave. -Dijo Mitxelle por el intercomunicador. 

Después bajó a ver a Red, que se encontraba bajo las cañerías de la Icarus, reparando uno de los módulos del propulsor. Mitxelle se acercó a él por la espalda y le tapó los ojos.

-¿Quién soy?. -Dijo con entusiasmo. 

Red la apartó suavemente. 

-Eh, ¿Qué pasa?. ¿No te alegras de verme?.

Red se quedó callado sin dejar de trabajar. Mitxelle se agarró a una de las tuberías y comenzó a balancearse con una mano.

-¿No vas hablarme?, ¿Es... porque me fui?.
-Las cosas han cambiado... y no hagas eso.
-El qué... ¿Esto?.
-Para, vas a dañarlo.
-Detenme...
-¿Puedes dejarlo, por favor?.
-¿Qué ha cambiado, Red?.

Red se quedó pensativo un rato, luego prosiguió con su trabajo.

-Moriste... sólo quería empezar una nueva vida... he vuelto con Lía.

Mitxelle se detuvo y dejó de balancearse.

-¿Qué?.
-Me acosté con ella...
-¿Lía?, ¿La morenita esa del Damocles?.
-Si... veo que has recuperado los recuerdos. 
-Joder... bien.
-Lo siento, Mitxelle. 
-Más lo siento yo... ¡un mes Robert!.
-Un mes en el que han pasado muchas cosas... no tenías que estar aquí. 

Mitxelle se quedó callada y se marchó de aquel lugar sin mirar atrás, mientras Red acababa de meter el módulo con un golpe seco.





La Tormenta.

En el interior de la Icarus reinaba el silencio, Biok se dirigía por el pasillo de vuelta a su camarote, con sus trenzas golpeando su cintura a cada paso que daba. Había estado revisando la información de que disponía sobre Rai, y regresaba pensando en todo ello. Antes de llegar, comenzó a escuchar los golpes de su máquina de entrenamiento. Se acercó despacio y entró adentro con cierta curiosidad, vio a Mitxelle descargando contra la máquina. Se quedó un rato quieta, observándola, viendo cómo golpeaba, cómo se movía, casi hipnotizada. Luego se separó del marcó en el que estaba apoyada y se acercó a la máquina. 

-Has superado a Tanko. ¿Todo bien?.

Mitxelle la miró levemente de reojo y prosiguió con sus ataques. 

-¿Podemos hablarlo?.
-No hay nada que hablar... ya veo que todo está hecho.

Mitxelle siguió moviéndose, marcando tantos en la máquina, cada vez más efusivamente. 

-Conozco esa mirada, Mitxelle, y sé que dentro de poco vas a estallar del todo... ¿Quieres parar?.

Mitxelle se detuvo un instante. 

-Podría seguir horas sin cansarme...

Volvió a remeter contra la máquina con más fuerza aún. Biok no sabía que hacer ante la negatividad de Mitxelle, pero acabó apagando la máquina. De todas formas a Mitxelle no le pareció importar y siguió golpeando. Al rato Biok se interpuso y bloqueó su ataque derribándola contra el suelo.

-¿Qué coño estás haciendo Biok?. ¡Suéltame!.
-No, Mitxelle, así no. 

Mitxelle seguía respirando con rapidez, quizás con más dificultad al tener a Biok encima.

-Vale, tu ganas. -Dijo Mitxelle. 

Biok notó que Mitxelle cedió en fuerza y la notó más tranquila, así que, fue soltándola poco a poco. Mitxelle se recuperó en poco tiempo y la apartó de un empujón.

Biok se quedó sentada apoyada contra la pared mirándola fijamente con preocupación. 

-¿No vas a contarme que te pasa?.

Mitxelle se retiró del lugar sin decir nada, bajo la atenta y preocupada mirada de Biok. 

-Mierda... -Se dijo Biok, a si misma.

Biok se levantó y fue tras ella, luego la agarró y la empujó contra la pared del pasillo. 

-A mi no me hagas un vacío.
-Suéltame Biok.
-Qué coño te pasa. 

Mitxelle se quedó pensativa.

-¿Es personal vale?.
-Lo mío también, pero estoy preocupada por ti.
-¿Preocupada?. Jajajajaja... no me hagas reír, Biok.

Biok se extraño y apartó la mirada levemente.

-Hay cosas que no sabes de mi... si, estoy preocupada... pero...

Biok quiso seguir hablando pero su subconsciente la decía que no.

-Vete a la mierda... Mitxelle. Sigue así y te quedarás sola del todo.
-Biok...

Mitxelle intentó sujetarla del brazo, pero Biok tiró de él hasta soltarse.

-No vuelvas a dirigirme la palabra. -Amenazó Biok.

...

Horas más tarde, todos se reunieron en el comedor en la hora de la comida. Mitxelle llegó poco más tarde, todos se quedaron observándola. Mitxelle lo notó. Aún así, el hambre era más fuerte que el sentirse como un objeto de zoo.

-Hola a todos. -Saludó Mitxelle. 

El resto de la tripulación saludó igualmente. Tanko se levantó y le sirvió la comida.

-Compañera...
-Gracias Tanko, estoy muerta de hambre...

El silencio se hizo presente en el comedor. 

-Muerta... de hambre, digo. Podéis seguir... por mi, podéis seguir como hasta ahora, ignorándome. 
-Nadie te ignora, Mitxelle. -Dijo Lucíe. 
-¿Entonces?.
-¿Entonces qué?.
-¿Alguien se ha puesto feliz de verme, de abrazarme?, os quedasteis ahí como pasmarotes... 
-Eso no es verdad... -Dijo Bika.
-No quiero oírte, Bika.

Bika se apartó hacia atrás. 

-¡Mitxelle!. -Gritó Red enfadado por la contestación a Bika.
-Oh, vaya... ¿Vas a darme lecciones Robert?. ¿Precisamente tú?, ¿el que se va otra?.

Red se calló y abandonó el comedor.

-Eso... lárgate.
-¿No crees que te estas pasando?. -Dijo Lucíe. 
-¿Pasarme?, ¿Yo?... jajajaja... mira, sólo quiero comer, ¿de acuerdo?. ¿Puedo?.

Varios de los asistentes se fueron marchando del lugar, el último fue Tanko, que con pesar, la dejó para que comiese tranquila. Bika fue la única que se quedó sentada.

-Por mi puedes marcharte...

Bika se quedó callada mientras Mitxelle la observaba.

-No te das cuenta del daño que me hiciste, Bika.
-Si, lo sé. 
-Lo sabes... ¿Y no eras tú, la que me evitaba constantemente?, ¿La que no soportaba mi presencia?, ¿La que decía que era un monstruo?.
-Todo ha cambiado.
-No me lo jures... ya lo he visto. 
-No lo entiendo... el otro día me perdonaste, dijiste que no serías capaz de dejarme, me abrazaste...
-El otro día no recordaba ni la mitad de las cosas, Bika.
-Está bien... entonces, cada una por su lado.
-Eso es, Bika. -La Dijo Mitxelle, mirándola seriamente.

Bika se levantó dolida y se marchó, quedando Mitxelle a solas en el comedor. Al rato, tiró los cubiertos sobre el plato, enfadada consigo misma.

...

Biok bajó a hablar con Red, que se encontraba en el cuarto de mantenimiento, recogiendo unas piezas.

-Hola Robert.
-¿Biok?.
-Oye... eso que dijo Mitxelle...
-Lía. 
-Ah... ¿Habéis vuelto?.
-Si.

Biok se quedó pensativa. 

-Me alegro por vosotros dos. No me habías contado nada.
-Tampoco creo que sea una cosa para gritarla a los cuatro vientos. ¿Has venido sólo para conocer mi situación sentimental?.
-No. Es... por Mitxelle, estoy preocupada. 

Red hizo amago de no querer saber nada. 

-Tiene razón. 
-¿Ahora la defiendes?.
-Siempre la he defendido. ¿A qué viene eso?.
-No, por nada.
-¿Cómo te sentirías si te damos por muerto, luego apareces de la nada y sólo nos quedamos como pasmarotes?.

Red guardó silencio.

-Biok... volví con Lía por que ella estaba muerta, me sentí atrapado por ella otra vez. De repente, Mitxelle aparece sin más... ¿Cómo coño voy a reaccionar?. Todos sufrimos su pérdida. 
-Si, y nos ha dejado descolocados a todos, lo sé, excepto Lucíe que no se acerca a ella porque piensa que es un Alíen.

Robert comenzó a reír levemente. Biok le siguió. 

-Nos hemos equivocado. 
-Es tarde ya para arreglar las cosas. ¿Le ponemos una cinta y unos globos de bienvenida?.
-Tienes razón, pero... ¿No te das cuenta?, Nos estamos rompiendo, desde la noticia, sólo hemos ido cayendo en picado, ni si quiera la Icarus era la misma sin ella, y ahora que está con nosotros... me duele verla así. 
-Pues, dime que hacemos...
-Hicimos un juramento, Robert. 

Red dejó lo que estaba haciendo.

-Voy a volver con Lía, no sé que pasará después, no sé si podré seguir con esto, nuestra promesa quedó saldada.

Biok se quedó pensativa. 

-Yo no he dado nada por saldado.
-Pues en algún momento nuestros caminos tendrán que separarse.

Biok se quedó perpleja al oír aquel comentario. 

-¿Separarnos?, ¿Después de todo lo que hemos pasado?. ¿De qué coño estás hablando?.
-En algún momento habrá que poner un punto final.
-No te creo... ¿Me lo estás diciendo en serio?. ¿Es lo que ha significado nuestra amistad?, ¿Un sello de garantía de una promesa?.
-Biok...
-No Robert... Mitxelle tiene razón, no te reconozco. A mi me daba igual Jackson o Alexander, para mí la Icarus es una familia, mi familia, más allá de una promesa...
-Biok...
-¡No!... ¡Escúchame!. Mitxelle esta ahí, está viva... y por mí, seguiré con ella, pese a todo lo que pase. Me duele verte dándote por vencido.

Red se sentó en una de las sillas del taller y apoyó la frente sobre sus manos.

-Otra vez no, Biok... no puedo. Ya la abandoné una vez.
-Sólo te pido que volvamos a ser como antes, recuperar todo lo que hemos perdido desde aquel día. Mitxelle no se merece esto. 
-Nosotros tampoco, y aunque quisiera, ya no va a ser lo mismo, y lo sabes.

Biok se fue alejando poco a poco hacia la salida.

-¿No te has preguntado que pasaría si Alejandro se presentara de nuevo?, Mayori... ahora Mitxelle, ¡joder, toda su familia podría estar clonada!... Piénsalo. 

Robert se quedó serio, pensativo, viéndola marchar.

...

Mitxelle se encontraba en su camarote observando la nebulosa fantasma tras el enorme ventanal, un nombre bastante apropiado para aquella nebulosa que imitaba a la perfección a un ser fantasmal, con aquel color morado que hacía resaltar ese aire de misterio. Volvió hacia el interior y vio su guitarra colgada en la pared, acarició las cuerdas y la agarró con delicadeza, luego se sentó con ella, en el sofá que miraba hacía el gran ventanal.

Los dedos empezaron a mover las cuerdas y los acordes comenzaron a entonar una vieja canción de la tierra, Dust in the wind, de Kansas. Al poco sus labios comenzaron a moverse y una tímida voz comenzó a sonar.

Cierro mis ojos.
Solo por un momento y el momento se ha ido.
Todos mis sueños.
pasan ante mis ojos, como una curiosidad.
Polvo en el viento.
Todos ellos son polvo en el viento.

La música fue recorriendo el interior de la Icarus, Biok que se iba a entrar a su camarote, dejó lo que iba a hacer y se acercó al camarote de Mitxelle, mientras escuchaba aquella música. Al llegar, sólo pudo apoyarse en el marco en completo silencio viéndola cantar, casi hipnotizada. 

La misma vieja canción.
Es sólo una gota de agua en el inmenso mar.
Todo lo que hacemos.
Se desmorona hasta el suelo, pero nos rehusamos a ver.
Polvo en el viento.
Todos somos polvo en el viento.

Biok se adentró y cogió un par de cervezas de la nevera, sin hacer ruido, mientras la escuchaba.

No esperes.
Nada dura para siempre, sólo la tierra y el cielo.
El tiempo pasa,
y todo tu dinero ni un minuto más habrá de comprar.

Después, se acerca al sofá y se sienta en silencio mientras toma un sorbo de la botella. 

Polvo en el viento.
Todos somos polvo en el viento.
Polvo en el viento.
Todo en polvo en el viento.
Polvo en el viento.
...

-Hola... ¿una cerveza?.
-Oh, gracias Biok, hola.

Biok se quedó observando aquella nebulosa cuya luz dibujaba sus rostros. 

-¿Un brindis?. -Sugirió Biok.
-Y... ¿Por qué brindamos?.
-Por... tú regreso.

Mitxelle esgrimió una sonrisa.

-A buenas horas... jajajaja, brindemos por ello.
-Más vale tarde que nunca, ¿No?.

Ambas dos, golpearon las botellas y bebieron un sorbo, luego se quedaron en silencio. 

-Oye... lo siento, la verdad es que... todo esto nos ha pillado descolocados, a todos, después de aquella noticia... todo se vino abajo, ¿Sabes?, verte ahí de nuevo... como si nada hubiera pasado... ¿Lo entiendes?.
-Si, eso lo entiendo, pero... joder, ponte en mi lugar.
-Es... lo que he hecho y... quiero que sepas que me alegré mucho, aunque... quizás no lo supe expresar.

Mitxelle tomó un sorbo y se quedó pensativa.

-Gracias, Biok. Te lo agradezco... de todas formas, eso no cambia el hecho de que todo haya cambiado, Robert está ahora con Lía... es una mierda.

Biok tomó otro sorbo.

-Ya se conocían de antes, de antes de conocerte, me refiero. 
-Si, eso lo sé, vi su cara en mi apartamento cuando Lía se presentó, lo encañonó con un arma, no quiso dar detalles.
-Iba a ser padre... pero lo perdió.
-¿Qué?, ¿Robert?. No jodas... nunca me lo contó. 

A Mitxelle le dio un vuelco al corazón aquella noticia.

-El no... no pudo contártelo porque... tampoco lo sabía. 
-¿Cómo?.
-Que no lo sabía, fue cuando volvimos con Alejandro y les dejamos allí tirados. Si lo sé, es porque ella me lo confesó el otro día mientras tomábamos algo en el bar.

A Mitxelle le cambió la cara por completo.

-Joder... 
-Si... una mierda. 

Las dos volvieron a tomar un trago.

-Parece ser que hay tantas cosas que no sé. 
-Ya te lo dije antes.
-Oye, ¿No dijiste que no te volviera hablar?.

Biok esbozó una sonrisa. 

-Se me pasa enseguida. -Dijo Biok, mientras tomaba otro sorbo.

El silencio se volvió a apoderar de la sala.

-Dime... ¿la hechas de menos?. 
-¿A quién?.
-A Nabeth.

Biok guardo un tímido silencio. 

-Todos los días, Mitxelle. 
-Y... ¿No hay... otro, príncipe o princesa en tu vida?.

Biok sonrió tímidamente. 

-Vete a la mierda...
-No... venga, algo ahí, esa sonrisa...
-Vale, algo ahí, déjalo ahí. 
-Y ¿Quién es?, cuenta, cuenta, esto huele a cotilleo...
-Jajajaja... -Rio Biok.

Luego guardó un silencio perpetuo, más tarde, sacó su PDA y se la enseñó a Mitxelle. 

-Quiero que veas esto...
-¿Qué es?.
-Es la cámara de seguridad de la enfermería. 
-Ah... es Bika, eso de ahí se supone que soy yo.
-Si, pero evidentemente no lo sabíamos, quiero que lo veas.

Mitxelle lo estuvo viendo desde el principio, desde el primer día, se descojonó de risa cuando la explosión la lanzó varios metros atrás, hizo una exclamación. Estaba todo grabado, incluso los audios. Media hora después se lo devolvió a Biok.

-¿Y?.
-Bika lo pasó muy mal, Mitxelle. Temí por ella, gracias a la psicóloga amiga de Hernán, logró superarlo, en parte.
-No se ha donde quieres llegar, Biok. El problema con Bika fue ella misma.
-Te quiere, un montón, ella lo daría todo por ti.
-Lo sé. 
-¿Entonces?.
-Ese es el problema, su exceso de celo. Me hizo sentirme mal.
-¿Por eso te fuiste?.
-Si... no soportaba mirarla a la cara y ver el... asco que la daba, los continuos reproches, los vacíos que me hacía continuamente... llegó un momento que no pude más y me marché, sin más. 
-Robert me contó algo, pero... no estaba segura.
-En cualquier caso, lo que hay en ese video, ella es así, con cualquier paciente, incluso si fueras tú. No sé que pretendes decirme con eso.
-Esto, mira esta parte, es el primer día, ¿no ves algo raro?.
-No... y ya lo he visto, Biok, no quiero saber nada de ella.
-Creo que estas siendo injusta con ella.
-¿Injusta?, por el amor de dios, Biok... mira, no la he hecho nada que ella no me haya hecho a mi. Misma moneda, quiere reproches, los tendrá. 
-Mira, aquí cuando se le cae el bolígrafo de la mano y se acerca a la pantalla. 

En el video sólo se veía la pantalla del escáner por detrás, y el rostro de Bika escudriñándolo. Luego volvió al refrigerador y abrió la puerta acristalada para dejar una muestra.

-¡Ahí, páralo!.
-¿Qué?, sólo es Bika guardando un frasco, no...
-El reflejo en la puerta, haz zoom.
-Una foto, ¿Mía?. No sé qué quieres que vea, Biok.
-Eso es, tu foto. Avanza un segundo, ¡ahí!. 
-¿Ahora?. 
-Si... ¿Qué pone ahí, Mitxelle?.
-No sé, está del revés, Biok. 
-Voltea la imagen horizontalmente.
-¿Concordancia 100%?, ¿y?.
-Eran los resultados de la muestra genética que le pasó Lucíe, extraída de lo que había ahí dentro.

Mitxelle se quedó seria, su rostro había cambiado radicalmente.

-Entonces... -Dijo Mitxelle. 
-Bika supo desde el primer momento que aquello que había ahí dentro, eras tú.
-No...
-Se pasó noches en vela, casi sin dormir, lo acabas de ver todo... ella nunca te abandonó, Mitxelle, y no, a los demás no nos trataría igual. Se jugó la vida por ti.

Mitxelle se quedó en silencio, con la PDA temblando en la mano, sin saber qué hacer con ella.

-No es la imagen de alguien que quiera odiarte o ignorarte, Mitxelle. 
-Te lo vuelvo a decir, ese no era el problema.
-En cualquier caso, Mitxelle, sabiendo esto ahora, ¿volverías a contestarla y tratarla así, como lo hiciste antes?.
-Pues... es evidente que no.

Mitxelle tomó otro sorbo, y luego se quedó observando la nebulosa.

-Muchas veces nos equivocamos, porque no queremos ver realmente lo que hay más allá. 
-La odiaba, Biok. 
-Creo que... os merecéis otra oportunidad. 

Mitxelle miró de reojo a Bika.

-No... no lo sé, no sé por qué has tenido que enseñarme esto.
-Sólo quiero que todo vuelva a ser como antes.
-Es... complicado, ¿Sabes?.

Se quedaron las dos en silencio. 

-Lucíe aún piensa que eres un Alíen...
-Jajajaja... ¿Qué?. 
-Por la cosa esa que tenías. Por eso no se te acerca.
-Jajajaja... la buena de Lu, eligió mal curro.
-Si... jajajaja. 
-Ya hablaré con ella, aunque sea en Alíen. Jajaja.

Biok tomó el último sorbo.

-Bien, creo que he de... irme. Por cierto, creo que Tanko está preparando una sorpresa para ti, para cenar. No faltes, y no le digas que te he avisado. ¡Ah!, Robert no sabe nada de lo que te conté, no te vayas de la lengua. 
-Gracias, Biok, de verdad...
-Hermana. 
-Coletas...

Biok se levantó y tiró la botella en el reciclado, acto seguido, se giró hacia Mitxelle mientras se alejaba escogida de hombros.

-Como se que eres siempre tan ordenada...
-Oye... que no me has contestado. 
-¿El qué?.
-El nombre de tu príncipe o princesa. 

Biok hizo una muesca con la boca.

-No faltes a la cena, ¿vale?.

Mitxelle frunció el ceño y se rio.

-Allí estaré. 

Biok se dio media vuelta y se alejó del camarote, al llegar a su cuarto, se fue quitando la ropa mientras se dirigía a la ducha. Una vez dentro, accionó el mando del agua y se apoyó con las manos en la pared, mientras el agua recorría su esbelto y demacrado cuerpo. Después, se dejó llevar por el agua, apoyó la espalda contra la pared lateral y se dejó caer hasta quedar sentada en el suelo de la ducha. Con el agua recorriendo su rostro, apenas se distinguían sus lágrimas, tan sólo su expresión de angustia y las manos en tensión, sin saber que parte de su cabeza tocar, demostraban el gran pesar que cargaba en su interior.





La bienvenida. 

Tanko había reservado unos chuletones de Anlave para una ocasión especial, y que mejor momento para macerarlos y servirlos durante la celebración, que Biok había preparado, para volver a intentar unir a la gente, volver a ser una familia unida.

Todos habían llegado al comedor, todo estaba preparado, excepto Bika. Cuando Mitxelle se presentó en el comedor, todos estaban de pie preparados para recibirla de uno en uno. Mitxelle se quedó gratamente sorprendida. 

-¿Y esto?.

Biok la dio un abrazo.

-Bienvenida al hogar.

Todos fueron abrazándola imitando a Biok. Lucíe fue la más recelosa, pero al final también se acercó a ella, aunque guardó algo las distancias. Mitxelle se rio por ello.

-Gracias a todos, de verdad. -Dijo Mitxelle. 
-Bien, está todo listo. -Dijo Tanko.
-¿Bika?. -Preguntó Mitxelle. 
-Dijo que ahora venía. -Respondió Lucíe. 

Todos se habían sentado en la mesa, quedando la silla a la derecha de Mitxelle vacía. Justo antes de que Tanko sirviera los chuletones, entró Bika, quien vio la silla vacía al lado de Mitxelle. Al principio se cortó un poco pero al mirar alrededor, finalmente no la quedó más remedio que sentarse a su lado.

-Por llegar tarde. -La Dijo Mitxelle, riéndose.

Bika no hizo mención ni si quiera de haberla escuchado. Cuando Tanko empezó a pasar los platos, Mitxelle se levantó y agarró el plato de Bika, acto seguido se lo sirvió ella misma con una sonrisa.

-¡Ah!, la salsa... toma, es la especial de Tanko, pero mi recomendación es que no le añadas nada a esta carne. La vas a fastidiar. 
-Mitxelle... te estoy oyendo. -Murmuró Tanko.
-Jajajaja, no pretendía ofenderte Tanko. 

Bika miró de reojo a Mitxelle extrañada, no esperaba un comportamiento así por su parte, menos un acercamiento.

-Gracias... -Le dijo Bika a Mitxelle. 
-De nada.

Biok que estaba sentada justo en frente, se la veía feliz, miró a Mitxelle y asintió gratamente, aunque en su interior algo la había consumido.

La cena siguió su curso, sin incidentes, todo estaba resultando ir de maravilla.

-¿Puedo hablar?. -Preguntó Bika mirando a Mitxelle. 
-¡Claro!. -Respondió Mitxelle extrañada.
-Cuéntanos que pasó. 

Mitxelle seguía masticando un trozo de aquella jugosa carne.

-Hum... una larga historia. Conocí a una familia, encantadores, se me estropeó la moto y me ayudaron a repararla, algún día os presentaré, la cosa es que había un grupo de salvajes...
-Salvajes... -Dijo Lucíe. 
-Si, te atravesaban el pecho con un garfio y te dejaban colgado de él, luego te cortaban la piel a tiras... una pasada.
-No jodas... -Exclamó Bika.
-Si. No jodo, esto que os cuento es real... resulta que fui un día a su base, en la montaña, y me los cargué a todos... o eso pensaba.
-Qué pasó después. -Preguntó Biok.

Mitxelle dejó la copa de vino sobre la mesa.

-Volvieron y... mataron a Mel... -Dijo Mitxelle casi en voz baja, con su mirada perdida en su interior, recordando aquel momento. 
-¿La colgaron?. -Preguntó Lucíe. 
-Un machete atravesó su cuerpo por la espalda.
-Joder, ¿Quién era Mel?. -Preguntó Bika.
-La hija de Dave, joder... perdí la razón... en mi cabeza sólo quería vengarme, seguí a un par de ellos hasta su base está vez en Leven, en el metro se escondían... y oh sorpresa, a quién me encontré allí,  con nada más y nada menos que, la mismísima persona que cuidaba de mí tras la muerte de mi madre, Rai. Quien hacía tiempo supuestamente me había cargado.
-¿Era él?. -Preguntó Biok.
-Si. Demacrado, con medio cuerpo biónico. Joder, estaba destrozado... no creía lo que veía. 
-¿Qué hacía allí?. -Volvió a preguntar Biok.

Mitxelle levantó las cejas sin dejar de mirar el vaso.

-Quería que Fraser volviera a pertenecer a las colonias, tomar el poder, a base de atemorizar a la población y extorsionar a las corporaciones. Y le jodí bien. Tanto, que acabó apretando el gatillo, aún me quedaban fuerzas e hice lo que fui hacer allí... luego... aparecí aquí... sin más. Por eso hemos de volver a Anderton.
-No vamos a ir a Anlave. -Dijo Lucíe. 

Mitxelle apartó la vista del vaso y miró a Lucíe a los ojos seriamente. 

-¡Ya lo habíamos hablado!.
-¿Hablar el qué?. -Preguntó Mitxelle. 
-Lo... tengo ya todo preparado con Dreg, nos vamos a Sol.
-¿Sol?. No jodas.
-Este... iba a ser el último viaje de la Icarus, Mitxelle. -Dijo Red con preocupación. 
-¿De qué estás hablando?.
-A raíz de tu... muerte, nos íbamos a separar, nada tenía sentido ya.

Mitxelle se quedó callada, pensativa, mirando a Red.

-Bien... lo entiendo, pero dijiste que las cosas han cambiado, Robert. Yo no veo... que ha cambiado, ¿Me lo explicas?. 
-Sabes lo que trato de decir.
-Si, pero aquí estoy... y admito parte de culpa por lo que pasó, entiendo perfectamente vuestra posición, pero os necesito aquí... y a todos. Si no lo hacéis por mí, hacerlo por la promesa que le hicisteis a mi padre... o eso también ha cambiado, ¿Robert?.

Mitxelle acabó de hablar mientras miraba a todos los presentes, uno a uno y terminó en Red.

-No sabría que decirte... Mitxelle. -Murmuró Red.

-Que no sabes que decir... te lo digo yo, os... salvó... la puta... vida, Robert, ¡A todos!. -Dijo Mitxelle mientras golpeaba la mesa con el dedo. 

El silencio se propagó por toda la sala.

-No me puedo creer que os hayáis rendido de esta manera... y menos por mi culpa.

Mitxelle se reclinó sobre la silla disgustada, con ella misma y con todos, en general. 

-Tiene razón... -Dijo Bika tímidamente. 

Tanko levantó las cejas y el resto no sabía a donde mirar, ni si quiera Lucíe. 

-Cierto... -Añadió Biok mirándole a Red.
-Yo me quedo... -Dijo Bika, observando al resto del equipo.
-La verdad es que no tengo muchas opciones... -Dijo Tanko.
-Dudo de que Sirius me vuelva a contratar, así que, me quedo. -Dijo Hoffman.
-Yo no pensaba dejarlo. -Dijo Biok.
-La verdad... ya teníamos todo organizado, pero... es complicado jefa. -Añadió Dreg, mirando a Lucíe. 
-No esperaba esto... nada de esto... -Dijo Lu mirando al resto.

Solo faltaba Red por hablar, quien se quedó pensativo dando vueltas al cuchillo en la mesa.

-Cuando volvamos al Damocles... hablaré con Lía. Total, ¿vamos a volver no?. 

Mitxelle había escuchado todas las opiniones y valorado cada una de ellas.

-Bien, gracias por escucharme. 
-¡La tarta!. -Gritó Tanko, que con el discurso, casi se le olvidó. 

Las risas comenzaron a surgir en el comedor. Mitxelle aprovechó el alboroto para pedirla perdón a Bika.

-Gracias. 

Bika la miró de reojo. 

-Me debes dos tostadas...
-Me pregunto si... el haber muerto perdona las penas y las deudas.
-Si sigues siendo la misma no.
-Ahora soy rubia...
-Eso no cuenta.
-Aún así... no sé si Robert seguirá haciéndonos tostadas.

Bika observó a Red con preocupación. 





Cuaderno de bitácora, entrada 112.

Lucíe ya ha terminado de... recoger todos los datos y registros que necesitaba. Dreg ha puesto rumbo a Anlave sin más dilación y nos dirigimos hacia allí. 

...

Tengo... ganas de saber que fue de Dave y Jackes. La pobre Mel... no puedo dejar de ver su rostro. Me... culpo por... no haberlo hecho de otra manera, y ahora ella está muerta. Dave tiene que estar destrozado, al igual que Jackes. 

...

Aún no sé cómo lo voy a hacer... quizás me presente allí sin más, pero nunca lo entenderían. Quizá incluso me culpen por la pérdida de Mel... joder... no sé que hacer. ¿Ir de incógnito?, quizás sea lo mejor, pero si me descubren... tendré que dar más explicaciones aún. 

...

Si a la tripulación les costó aceptarme, ¿Cómo se supone que con Dave y Jackes sería diferente?. 

...

En cuanto a lo demás, oficialmente ya he vuelto. Se les hace raro a tripulación verme así, con otro pelo, sin los tatuajes... Dreg me dijo que parecía estar hablando con Mayori. Me pregunto si ella lo sabe ya, de alguna manera estamos interconectadas, pero es cierto que no estoy notando nada... no como antes, algo ha cambiado en mi... no lo sé. 

Bika también parece haber cambiado... a mejor... o al menos me ha dado esa sensación, pero me está costando adaptarme a ella, no será fácil... tengo mucho guardado dentro... en fin. Red... temo que se aleje de nosotros. Lo echo de menos, sus abrazos, sus caricias, dormir con él. No sabía nada de su anterior relación con Lía y... tiene derecho a rehacer su vida con quien ame, no me puedo interponer, al fin y al cabo... soy yo la extraña, la que me interpuse en su vida, no ella. 

...

Pero le necesitamos... me da igual... que esté con ella o solo. Tiene que seguir con nosotros. Tendré que hablar con Lía, cuando llegue el caso, la guste o no.

Ojalá todo fuera de otra manera... de verdad lo desearía... pero es lo que hay, es lo que toca, no es la primera vez que la vida me pone a prueba.

...

He conseguido derribar todas y cada una de sus barreras, y esta vez... está vez no va a ser diferente. 

...

¿Cómo se paraba esto?.





Anderton, Anlave.

La Icarus se adentró bajo la atmósfera de Anderton, la fricción recalentaba las protecciones exteriores junto a las llamas que rodeaban el casco de la Icarus, tras superar la reentrada el eyector térmico salió expulsado al exterior golpeando uno de los paneles sin graves consecuencias. 

Anlave se acercaba al horizonte y las nubes doradas cubrían gran parte del cielo, dejando cortinas de agua debajo de ellas. La Icarus descendió y traspasó el frente de nubes dejando varias estelas de condensación tras de sí que la seguían tras el descenso. Los claros entre las nubes y las cortinas de agua dejaban ver tímidamente las dos torres imponentes de Fraser.

-Mike, India, Tanko, en aproximación, solicitud de aterrizaje. 
-Recibido Mike, India, Tango. Aprobado, plataforma 02, mantenga curso y velocidad actual, vigile tráfico pesado a sus once.
-Copiado, control de Fraser. Mike, India, Tango fuera.

La Icarus se adentró bajo la densa y oscura cortina de agua, Mitxelle podía ver desde el gran ventanal de su camarote, cómo las gotas comenzaron a golpear violentamente el cristal a medida que se desplazaban hacia los costados.

El sonido del agua podía escucharse en el interior a medida que se le hacía un nudo en su estómago, recordando el rostro de Mel. Casi podía verla reflejada en el cristal, cuando el rostro de Bika fue tomando forma a medida que el de Mel desaparecía. Bika la abrazó por la espalda y apoyó su mejilla sobre el hombro de Mitxelle. 

-¿Estás bien?.
-Nerviosa.
-¿Quieres un tranquilizante?.
-No... tengo que estar lúcida. 
-Este sitio es tétrico. 
-¿Por qué lo dices?, es muy bonito, cuando el día está despejado puedes ver todo el mar y sentir el calor de Anlave, deberías quedarte unos días si mejora el tiempo, ir a la playa o a la montaña, podríamos planear algunas excursiones... te vendría bien desconectar un poco.
-¿Perderme contigo por ahí fuera?... no me importaría ni lo más absoluto. Tu me protegerías. 
-Siempre, Bika. Eso siempre.
-Ojalá pudiera ser como tú.
-¿A qué te refieres?.
-Poder enfrentarme a los demás, como tú lo haces.
-Tu me has defendido ya muchas veces, Bika. De otra manera, nos proteges a todos y... nos devuelves a la vida. Eso... es muy valiente y significa mucho más que ir quitando vidas por ahí fuera.
-¿De verdad piensas eso?.
-Claro... 

Mitxelle comenzó a reír.

-¿De qué te ríes?.
-De ti... cuando intentaste usar el desfibrilador conmigo y saliste volando hacia atrás... jajaja.
-¿Cómo sabes eso?.
-Lo vi en las cámaras. Lo vi todo... 
-Ah... ¿Todo?.
-Ajá. 
-¿Sabes?, tuve un sueño... y te vi en él, estabas tumbada sobre la hierba, rodeada de seres extraños, no me dejaron intervenir. Luego hubo una gran explosión que lo arrasó todo.
-Si, te sentí. 
-¿Me viste?.
-Tengo vagos recuerdos de eso, pero sentía tu presencia. 
-Entonces... ¿Estuvimos conectadas?.
-Supongo... que de alguna manera si.

Bika separó ligeramente su mejilla con los ojos abiertos de par en par.

-La envolvente...
-¿Qué?, ¿De qué hablas?.
-Eras tú... -Dijo mirándola a los ojos a través del reflejo.
-Yo no soy ninguna envolvente, Bika. Jajaja...
-Eras... tú, todo el tiempo. 
-¿Qué, jajaja?... la explosión te ha afectado. 
-Todo encaja.
-Bueno... ya me explicarás todo eso de la cosa esa.
-Por eso no hay rastro de ella, de... de alguna manera se adaptó a tu piel y fue absorbida. 
-Ya vale, Bika. Ya tendrás tiempo de estudiarme entonces.
-Claro... -Dijo Bika sin dejar de observar la piel.
-Me haces cosquillas... ¡para!.





Los preparativos. 

Bika se encontraba con Mitxelle en su camarote. Ella estaba nerviosa. 

-Con esto me descubrirán... joder, se me ve toda la cara.
-Tranquila.
-¿Tranquila?, ¡cómo quieres que esté tranquila!. 
-Oye, esto ha sido idea tuya no mía.
-Tienes razón... joder, tengo que ir de compras.

Bika la miraba a los ojos mientras la terminaba de cerrar el traje. 

-Lo siento. Ahora me parezco a ti.

Bika cerró la cremallera de golpe.

-Vale... lo siento... no sé ni lo que digo.
-Pues déjalo, puedes observarles desde la distancia. 
-No, tengo que estar ahí, verles, sentirles. 
-Pues si vas con esos nervios te van a descubrir enseguida. No entiendo por qué haces esto.
-Tengo que hacerlo, ¿Vale?... Bika, es importante para mi. 
-No les debes nada... al revés. 
-Dave es... especial, lo han perdido todo.
-Mira... no quiero saber nada, estoy contigo, ¿Vale?. ¿Tampoco puedo acompañarte?.
-No, Bika... es mejor... que haga esto yo sola.
-Esta bien. Te quiero.
-Lo sé.

Mitxelle se quedó mirando a Bika a los ojos.

-No me has dado ningún beso desde... 

Mitxelle acercó sus labios que se juntaron con los de Bika. Cada vez fue siendo más efusivamente, cuando los ojos de Mitxelle comenzaron a destellear de manera pulsante, casi al mismo ritmo.

-Si no fuera por qué te tengo que quitar el traje de nuevo...
-Hazlo, Bika.
-No... venga, tienes que... salir ahí fuera.
-¿Estás segura?.
-No lo hago con vírgenes de 39 tacos.
-¿Qué?. Jajajajaja... serás...
-Anda vete... -Dijo Bika aguantándose la risa.
-No podéis dejar aquí la Icarus... nos vemos mañana, ¿De acuerdo?. Me pondré en contacto. 

Mitxelle abandonó la Icarus por la rampa de descenso, al llegar a final se dio la vuelta y le hizo un gesto de despedida a Bika. Después abandonó la plataforma y se dirigió al departamento de llegadas. 

Al salir del puerto espacial, cogió uno de los taxis que habían aparcados en el exterior bajo la intensa lluvia, metiéndose adentro a todo correr.

-Al centro, por favor.
-Si señora.

Mitxelle se retiró la capucha empapada de agua hacia atrás, dejando ver su rostro y su nueva melena dorada. Se quedó en silencio observando la ciudad, desde la ventana salpicada de agua. Las luces se reflejaban en sus ojos y en su pelo. La música de la radio del taxista dejó paso a las noticias, que comenzaron a hablar, sobre las nuevas corporaciones que estaban invirtiendo en Fraser.

-¿Puede ponerlo un poco más alto?.
-Claro señora.

El taxista levantó un dedo hasta que el sonido aumentó considerablemente. 

-Así, gracias.

-¿Cree que Leven será la Fraser del futuro?, y si es así, ¿Qué ocurrirá con Fraser?.
-Absolutamente nada, todo seguirá como hasta ahora, sólo las nuevas incorporaciones serán destinadas a Leven, así se mantendrá el crecimiento y el empleo en ambas ciudades, además el nuevo plan de construcción, repartirá el ocio entre ambas, con ello, mantendremos el pleno apogeo y las oportunidades. 
-Se habla tanto de Leven... Fraser... pero, ¿Cohan no será la mayor perjudicada?.
-Hay otros planes para el resurgir de Cohan, el nuevo plan de turismo atraerá a más inversores, que tienen ya en mente hacer de Cohan un lugar especial de recreo, ocio y cultura, jamás visto hasta la fecha.
-Pero... eso, ¿Qué pasa con los actuales colonos de Cohan?. ¿Lo han tenido en cuenta?.
-Todo, absolutamente todo. Quien quiera quedarse podrá optar a una nueva vivienda o reforma de la misma, todo ello está garantizado con ayudas al nuevo plan. También podrán optar a Leven, tendrán preferencia los voluntarios que se acojan al plan, con ayudas aún mayores. Se me olvida mencionar que sus bienes serán amortizados, va a haber mucho dinero y las grandes corporaciones están ahora muy interesadas, sobre todo con el desplazamiento sufrido por la invasión Thargoide. Créame, no será una molestia para nadie. Todo estará regulado y facilitado para que no sea una molestia para ningún colono. 
-Eso suena magnífico... ¿Sabemos que opinan los colonos de Cohan?. Tenemos a nuestra reportera en directo allí en Cohan. Buenas tardes noches Miranda, ¿Qué nos puedes contar sobre el plan turístico de Cohan?, ¿Qué opinan los colonos?.
-Si... hola Francis, pues tengo a mi lado a uno de los afectados por el nuevo plan, ¿Qué opina del nuevo plan de inversión y crecimiento para su localidad?.
-Eh... ¿ya puedo hablar?.
-Si, claro, está en directo.
-Que se lo metan por el culo, somos de Cohan de toda la vida y de aquí no nos moverá ninguna corporrata de esas.
-Oh, bien... estupendo.
-Usted... 
-Si, pues quiero decir que lo veo bien, estoy harta de tener que desplazarme todos los días desde aquí hasta Fraser.
-Muy bien, gracias señor.
-Y usted...
-Si pagan y se encargan de todo, por mi correcto, esta ciudad se quedó estancada hace mucho tiempo en el pasado, el progreso tiene que ser un hecho ya.
-¿Progreso?, ¡banda de traidores!.

Comenzó a escucharse un gran alboroto de fondo.

-Si... lo siento Francis... esto se está descontrolando... tenemos... tenemos a gente enfrentándose entre sí... como puedes escuchar, hay opiniones de todo tipo... si... nos vamos... ¡eh!, sólo hago mi trabajo... 

-Bien, damos paso al programa, como han podido escuchar...

El taxista cortó la radio. 

-Lo siento... pero no debería seguir escuchando esto. ¿No es de por aquí?.
-De Teorge. 
-Ah, entiendo, últimamente viene mucha gente nueva, empresarios fundamentalmente. Siento que tenga que escuchar esto. La gente nunca se conforma con nada... después de que nos libraran de ellos, son buenas oportunidades. 

Mitxelle observó al conductor. 

-¿De ellos?.
-De una banda de salvajes, los Raiders, aunque eso ya es agua pasada, si quiere traer su dinero aquí, ahora es un lugar totalmente seguro y una buena oportunidad de negocio. 

Mitxelle dejó de mirarle y volvió a ver las luces de neón por la calles anegadas, tras las gotas del cristal.

-¿Qué opina señorita?.
-Que detrás de uno va otro...

El taxista se quedó callado tratando de asimilarlo. 

-¿Qué ha querido decir con eso?.
-Que da igual... lo que haga alguien por los demás, siempre vendrá otro detrás... igual o peor.
-¿Se refiere a los Raiders de los que la hablé?.
-Si.
-No se si la entiendo. 
-Ya lo entenderá...

...

-¿Quiere que ponga algo de música?.
-Si, por favor. Gracias. 
-No hay de qué, a su servicio.

El taxi se adentró en él interior de la ciudad, bajo la lluvia intensa. Las luces de neón, se reflejaban sobre la chapa del vehículo y los cristales de las ventanillas. Cuando el vehículo se detuvo, el agua distorsionaba los reflejos, rotos por las gotas que golpeaban la chapa.

-¿Qué le debo?.
-Son 175. ¿Efectivo o tarjeta?.
-Tarjeta.
-Gracias señorita, tenga mi teléfono, si necesita transporte, llámeme. 
-Encantada señor...
-Alfred.
-Alfred... mucho gusto. Lo haré. 

Mitxelle se puso la capucha y abandonó el vehículo, se quedó observándole marchar y perderse en la transitada avenida, bajo la intensa cortina de lluvia.

Las gotas de agua golpeaban la capucha, sólo se oía el ruido del agua golpear. Una pantalla en una tienda de electrónica le llamó la atención y se acercó a ella. La luz morada se proyectaba sobre ella de manera pulsante, sobre su capucha empapada.

El titular de la pantalla muestra la noticia sobre lo que ocurrió en la estación de Leven hace un mes y medio. Hay una entrevista, dos personas debatiendo sobre lo ocurrido. Al rato algo la llama la atención, un pequeño cartel pegado al cristal con una foto de su moto. La despega y se marcha avenida arriba bajo la lluvia, quedando la fotografía de un Rai, mucho más joven, en la pantalla de la tienda.

La gente paseaba con sus paraguas de luces y trajes al estilo ciberpunk, con sus vidas y sus problemas a cuestas, realizando las compras o simplemente el hecho de ir a un local de ocio y reunirse con sus seres queridos. Una tienda de moda le llama la atención a Mitxelle y se adentró en ella.

-Hola...
-Hola. -Respondió la dependienta. 
-¡Qué tiempo!. 
-Si... aquí el tiempo está loco, ¿No es de por aquí, verdad?.
-Lo ha adivinado... 
-Si, últimamente se ve mucha gente nueva. ¿En qué puedo ayudarla?.
-Quería un traje, algo que me cubra más que lo que llevo.
-Ummm... entiendo. ¿Mercenaria?, ¿Pirata?. 
-También lo ha adivinado.
-No hace falta más que verla el traje... déjeme ver... no puede ir así por aquí. 
-¿A qué se refiere?.
-Si la ven con esas pintas... se meterá en problemas, el gobierno quiere reflotar Anderton, no permitirán gente que les cause molestias y lo echen todo a perder... y va llamando la atención. 
-Pues creo que he dado con la persona adecuada.
-Claro... veamos... si, un momento.

La dependienta se retiró y al poco tiempo apareció con varios trajes, Mitxelle se quedó observando uno de tela de color rojo en uno de los expositores. 

-Aspira muy alto señorita... déjeme probarle estos.
-Quiere este.
-¿Está segura?, ¿Puede pagarlo?.

Mitxelle se dio la vuelta.

-Claro... ¿Acepta tarjeta?.
-Por supuesto... 

La dependienta se acercó al expositor y cogió el traje rojo, luego le ayudó a Mitxelle a ponérselo. 

-Es una tela especial... muy resistente, aunque la vea que parezca de seda. Un estilo innovador, muy apropiado para reunirse con las altas esferas... ya me entiende. 
-Si, por supuesto... es la imagen que quiero dar, déjeme ver como me queda la capucha.


La dependienta le acercó a una pared, acercó la mano a un dispositivo y la pared se volvió translúcida dejando ver el espejo. Mitxelle se vio más relajada al ver que apenas se la veía.

-Me lo quedo...
-¿Está escondiéndose de alguien?
-También acaba de acertar... va a resultar una adivina. Jajajaja.
-Si... pues es el traje ideal para pasar desapercibida en cualquier fiesta de la ciudad... espere que se lo envuelvo. 
-No... no hace falta, iré con el. Además abriga bastante, y eso que se ve fina.
-Ya le dije que vale su dinero, es una tela especial.
-Gracias... tenga.
-750 mil... ya está, que usted lo disfrute. Si tiene alguna... amiga, ya sabe... recomiéndenos.
-Claro.
-Un placer... y no sé preocupe por la lluvia, va bien protegida.
-¿Es antibalas, armas láser?.
-¡No!... jajaja.
-Era broma... gracias por todo.
-Lo que necesite... y no sé meta en líos... ¡recomiéndenos!. ¡Necesitamos más clientes como usted!.

Mitxelle hizo amago de marchar, pero se acordó de una cosa.

-Um... ¿Me recomienda algún hotel cercano?.
-Si, las dos torres, está... a un par de manzanas de aquí, siga la avenida y en la segunda giré a la derecha, se topará con él, no tiene pérdida. Es muy acogedor. 
-Gracias. 

Mitxelle se despidió con una sonrisa, lo único que se le veía con la capucha puesta. Luego se adentró en la avenida, entre la multitud, bajo la lluvia y las luces de neón, hasta perderse en la vista.





El reencuentro. 

La luz de Anlave se colaba por la ventana del hotel y despertó a Mitxelle. Al poco rato el servicio de habitaciones llamó a la puerta para servirla el desayuno. Mitxelle se encontraba nerviosa, era el día en que volvería a su punto de partida, volvería a ver a Dave y Jackes. El teléfono sonó. 

-¿Si?.
-Hola Bika...
-Bien, es un buen hotel. ¿Qué tal vosotros?.
-¿En Suri?. Bien.
-Nerviosa... 
-Si, lo sé. 

Mitxelle cogió el anuncio que dejó posado sobre la mesita de noche.

-Si... ya se como acercarme, hay un anuncio de mi moto... ¿Te lo puedes creer?, ¿Venderla?. 
-Una capa, de color roja que me cubre entera... si.
-Ajá... yo también te quiero. 

Mitxelle terminó la llamada y dejó el teléfono junto a la foto. Pasó un par de horas y Mitxelle bajó a recepción. Terminó de pagar, y llamó por teléfono. 

-¿Alfred?.
-Si... Hotel las dos torres... eso es. Gracias. 

Tras colgar salió al exterior. Anlave brillaba, daba gusto verlo, después de la noche pasada por agua. Se quedó observando a la gente, hasta que el vehículo apareció y aparcó a su lado.

-¿Este es el coche de ayer?.
-No... es el vip.
-¿El vip? Jajajaja. Guau. 
-Para la gente importante y sé que usted es importante. 

Era un Chárter de color negro con líneas muy estilizadas. Mitxelle se adentró en él. 

-¿A dónde?.
-Al mercado del puerto marítimo. 
-Dicho y hecho señorita. ¿Noticias?.
-Música.

La radio del vehículo comenzó a reproducir el canal de música del momento, mientras Mitxelle observaba por la ventanilla.

-Es un buen hotel.
-Lo es.
-Ahí se alojaron muchos de los grandes empresarios que vinieron a montar aquí sus empresas. Se habrá gastado un dineral. 
-Jajajaja... sólo es dinero, señor Alfred.

El vehículo se alejó por una de las vías rápidas que cruzaba hacia el puerto. Desde la izquierda, Mitxelle pudo ver el mar. 

-¿Puedo preguntar que va a comprar?. Podría recomendarla.
-La comida... señor Alfred. ¿Ha probado el Rabek?.
-¿Rabek?.
-Si, asado... con verduras y patatas.
-No soy muy de pescados, disculpe señorita. 
-No importa... no sabe lo que se pierde, conozco a un buen chef.
-Estoy seguro de que si. Entonces, podría recomendarle que pregunte por Baleim, tiene el mejor pescado que llega a puerto.
-¿Baleim?.
-Eso es...
-Puede venir conmigo, acompañarme. 
-Lo siento señorita, pero me debo a mi gente. He de seguir con mi trabajo.
-Seré generosa, cubriré las molestias para que no se preocupe.
-Esta bien, ¿por qué no?.

Mitxelle miró al conductor a través del retrovisor interior y sonrió, le vio apagar el taxímetro. 

-Ahora que ya es una vip, puede servirse una bebida del mueble bar. Cortesía de la casa.

Mitxelle cogió uno de los vasos y se sirvió una bebida sin alcohol, luego le dio un sorbo.

-No soy quien cree que soy, Alfred. No pertenezco a esa clase de personas que usted cree.
-¿Pretende decirme que me falla el ojo?.
-No... jajaja. Puede.
-Pues... entonces es verdad. 
-¿El qué?.
-Lo que dicen mis hijos, que me estoy haciendo viejo.
-Jajajajaja... no le veo tan mayor. Así que... tiene familia.
-Dos, chico y chica. Demonios más bien.
-Seguro que son unos santos, señor Alfred. 
-¿Y usted?.
-Nada de nada... mi, trabajo me impide tener una familia como tal.
-¿A qué empresa pertenece, si no es indiscreción?.
-¿Empresa?... No soy empresaria, que mi vestido no le engañe. Soy... mercenaria, trabajo por mi cuenta.

Alfred guardó silencio.

-¿Mata a personas?.
-Con un gran apunte... no he matado a nadie que no sé lo mereciera, Alfred. Puede llamarlo... ¿Justiciera?.
-Entonces... nos hubiera venido bien antes, haberse encargado de esos Raiders. 

Mitxelle le volvió a dirigir la mirada sin decir nada, esbozó otra ligera sonrisa y volvió a la ventanilla.

Tras llegar al mercado y realizar las compras, Alfred la ayudó a llevarlo al vehículo. 

-¿Nuevo destino?.
-¿Conoce el taller de los hermanos Mauller?.
-Claro, quien no. Buena gente, una lástima lo que les sucedió. 
-¿Sucedió?.
-La pérdida de sus mujeres a manos de los Raiders, por eso la dije antes. 
-Ya veo.

El vehículo se alejó del puerto en dirección a la costa, al llegar al taller de los Mauller, se detuvo en el parking de tierra.

-Gracias, Alfred. Puede marchar, queda liberado. Cóbrese 1.200.
-¡Pero es el doble de lo que hago en un día!.
-Ya le dije que no saldría perdiendo.
-Bien... gracias, tiene mi número, cualquier cosa cuente conmigo.
-Sabe que lo haré, hasta pronto Alfred.

Mitxelle se bajó del vehículo y se dirigió a la entrada del taller, Alfred la ayudó con la caja refrigerada de comida que la depositó junto a la entrada y después regresó al vehículo, Mitxelle se quedó viéndole marchar, y la casa de Dave. Luego, se adentró en él taller con gran temor y nerviosismo. Pudo ver los pies de Jackes bajo uno de los vehículos que estaba reparando.

-En un momento la atiendo. 

Se escuchó la voz de Jackes por debajo. Mitxelle trató de relajarse observando el interior del taller y algunas de las piezas. Sintió que nada había cambiado. Más tarde encontró el cuaderno de dibujos de Dave y lo abrió, se quedó observando los últimos dibujos, se quedó parada en el de una rosa y su rostro.

-Qué preciosidad... ¿Son suyos los dibujos?.
-No toque eso por favor...

Sintió cierto alivio al escuchar de nuevo su voz, aunque no vio a Dave por ningún lado. Luego cerró el cuaderno con delicadeza. 

-¿Qué puedo hacer por usted?, ¿No es de por aquí, verdad?.

Mitxelle esbozó una ligera sonrisa, sin girarse, para que Jackes no la viera.





De regreso al Damocles. 

La Icarus abandonó la atmósfera de Anderton y comenzó el camino de regreso al Damocles. Al llegar, Mayori les estaba esperando, empezó a abrazar a todo el mundo. 

-Habéis vuelto.
-Creo que os dejasteis algo en nuestra bodega. -Dijo Biok.

El arcón apareció por la rampa de descenso guiado por Tanko y Dreg. Mayori se quedó observando con detenimiento cuando algo dentro de ella le comenzó a ahogar.

-¿No ha funcionado?...

Su rostro era de incredulidad y desesperación. Luego vio salir Bika con otra persona cubierta con un vestido rojo oculta con una capucha. Se acercaron a donde estaba ella, cuando Mitxelle se acercó a su hermana se retiró la capucha. 

-Si... oh, dios... ¡Mitxelle!.
-Hola hermana. 
-Pero... 

Mayori se abalanzó sobre Bika y la abrazó. 

-Gracias, gracias... sabía que si alguien lo conseguiría serías tu. 

Después se abrazó a Mitxelle.

-Joder... 
-Jajajajaja, ¿Pero a ti qué te pasa?.
-¿Qué me pasa?. ¿Sabes lo mal que lo he pasado?. 
-Vas a tener que explicarme algunas cosas.

Truman se acercó de seguido y estrecho la mano de Mitxelle. 

-No entiendo nada... pero bienvenida de nuevo al Damocles. 

Lía apareció por detrás mirando a Robert, quien se acercó a ella, tras saludar a Mitxelle con el saludo militar. Ella les observó a los dos.

-Bienvenida, Señora. 
-Hola Lía. Eso no era necesario, ya eres una más de familia. Jajajaja.
-¿Una más?.
-Seguro que Red te lo contará. ¿Verdad?.

Robert se quedó callado.

-Bien... ¿Podemos seguir?. -Dijo Mitxelle a todos.





Una cena entre hermanas.

Aquella misma noche May y Mitxelle quedaron para cenar juntas en el restaurante de oficiales. El local no era muy grande pero no le faltaba lugar al lujo. Una suave luz cálida proyectada desde las mesas, confería al lugar un cierto aire íntimo y acogedor. 

Tras el leve alboroto de los comensales, unas risas se escuchaban al fondo, junto al ventanal que cubría toda la pared. Era Mitxelle que sostenía una copa de vino en la mano.

-Fueron buenos tiempos... -Dijo Mayori.
-Si... lo fueron. 
-¿Te acuerdas cuando ibas hacer la foto?, papá no podía dejarte a solas un minuto. Casi te caes por el acantilado. 
-Jajajaja... no me caí, me resbalé, que es diferente, y además, me agarré aquella rama.
-Vamos... llegas a perder la cámara y te mato. 
-Te gustaba mucho, y no te entraba en la cabeza que era mía, me la regalaron a mí. 
-Me chiflaba esa cámara. 

-Jajajaja...
-¡El urogallo!. 
-No... no, eso no...
-Si... ¡te perseguía, no dejaba de picarte!. Cómo corrías jajajaja...
-¡Qué va!.
-¿Qué no?, Jajajajaja...
-Mitxelle... por favor... nos están mirando.
-Ay... Lo siento, pero es que, esa cara...
-Va, vale ya. No fue una experiencia agradable, lo reconozco. Aún tengo pesadillas con ese bicho.

Mitxelle seguía riendo, pero con menor intensidad. 

-Frédéric...
-No me lo recuerdes, que manía le tenía. 
-Siempre estabas ahí, May, protegiéndome, aún recuerdo cuando le diste aquella paliza.
-Era un cretino... un payaso, tuvo lo que se merecía. 
-Te castigó mamá un semana si salir.
-Si... mamá. 

Mayori se entristeció. 

-¿Nunca te habló de mí?.
-Sabes la respuesta... 
-La hecho de menos.
-Bueno... por padre no tengo esa preocupación, nunca se lo perdonaré.
-¿Cómo murió?.

Mitxelle guardó silencio. 

-Por culpa de padre... se que no es lo que quieres oír.
-¿No crees que merezco saberlo?. 
-Mamá acabó en... malas compañías, el dinero de padre no era suficiente y para pagarme los estudios, para darme todo aquello que padre no pudo darnos. El día de la graduación no vino a buscarme, volví a casa sola y cuando llegué, mamá no respondía... subí a su habitación, la puerta del baño estaba entre abierta... cuando la abrí, ella estaba allí, inmóvil... la pegué, la grité... pero ella ya se había ido del todo. Los médicos dijeron que fue sobredosis. 
-Mierda... no...
-¡Dónde estaba padre!.

Mitxelle se quedó mirándola, con lágrimas en los ojos, completamente ofuscada. 

-Lo peor de todo es que ya lo había olvidado, era agua pasada, pero ahora... parece que fue ayer cuando pasó. 
-Lo siento... nadie tiene que pasar por eso. Tenía que haber estado allí, contigo, pero... ni si quiera sabía que existías, papá nunca me dijo nada de mamá, toda mi cabeza dio un vuelco cuando regresé a este cuerpo y... todo es como... ¡boom!.
-Lo sé... no te culpo May... fuimos la víctimas de todo esto, de padre.
-No, Mitxelle... esto es culpa de ellos, toda mi vida he estado preparándome para vengarme de ellos. Les he dado muerte con mis propias manos, mirándoles a los ojos, mientras su vida se les escapa poco a poco, y lo seguiré haciendo... juro que pagarán por todo el daño que nos han hecho. Lo juro.
-¿Caleb también?.
-Caleb hizo lo que hizo por papá.
-Jajajajaja... ¿Por padre?, no me hagas reír.
-¡Te salvó la vida!... A todos nosotros... si no es por el todos estaríamos muertos hace mucho tiempo. Gracias a sus investigaciones ganamos la primera guerra contra esa cosas, la humanidad no estaba preparada para luchar contra ellos, el lo logró, al menos, lo hizo temporalmente. 
-¿Usándonos como cobayas, May?. Engañó a un padre para realizar un genocidio, no me jodas.
-Es cierto... ¿Qué hubiera hecho cualquiera en aquellos tiempos?. Una guerra siempre es un genocidio, no sé puede salvar vidas cuando te atacan sólo con palabras que no son escuchadas. Joder, tu eres científica, sabes también como yo que alguien tiene que ser la cobaya... y no me hables de moralidad. Si no fuera por el micoid, esta conversación nunca la tendríamos.

Mitxelle se quedó callada. 

-Tú le has ayudado, y lo hiciste por una razón. 
-Porque creía en él, pero después de lo del Proteus. ¿Cuánta gente ha muerto, May?.
-La Proteus no fue un fracaso, Mitxelle.
-Jajajajaja... ahora si que estás desvariando. 
-Esto es algo mucho más grande, Mitxelle, todo estaba preparado... -Dijo May en voz baja.
-¿Qué?.
-No del todo... es cierto que no esperaba que se reactivaran y se volvieran más agresivos. Era hacer que los titanes aparecieran, para acabar con ellos de una vez por todas.
-¿Pero te estás oyendo?. Así que Seo tenía razón... ¿Sigue vivo?.
-Mas bajo... Claro que si.
-Dios mío, May... ¿has permitido todo esto por él?...
-Y tú también, y sabes que en el fondo, es la única manera.
-Aegis.
-Jajajajaja... ¿Aegis?. Por favor, Mitxelle... deja que te cuente una cosa...

Mayori se acercó a ella, inclinándose sobre la mesa, en voz baja.

-Aegis está preparando un virus para acabar con esas agujas... ¿Te suena de algo?. ¿Crees que son unos santos?, hacen lo mismo que Caleb, pero tienen mejor propaganda... no te equivoques hermana... ocultaron la desaparición de millones de personas, todo por ser los primeros en preparar un arma para rescatarlos después. 
-¿De qué estás hablando?. 
-Te has perdido algunas cosas... ¿Piensas que hay buenos en todas las guerras?, ¿En las tuyas con tu flota?. Aegis es la misma cosa, disfrazada de otra, el lobo vestido de cordero, Mitxelle. La gente les clama, por su prensa manipulada, joder... lo sabes tú misma, tú lo has vivido en carne y hueso, la AMI se formó con las mentiras y la propaganda de unas alimañas. La misma AMI que ha destruido vuestra pequeña flota. 

Mayori volvió a sentarse.

-Aún no estamos acabados... y no, no sabía lo de Aegis. ¿Agujas?.
-Si, son lugares parecidos a los de los percebes, pero en poco tiempo han crecido, algunas de esas cosas alcanzan ya los 5km de altura.
-¿Qué?. 
-Creemos que guardan relación estrecha con los titanes, como lugares de abastecimiento. Aegis piensa inyectar un virus en esas agujas para que contagien y se lo trasladen a los titanes... ya sabes, eso sí está bien visto por la sociedad, ¿verdad?.
-Todo esto... me supera la verdad.
-La gente sólo puede elegir bandos en una guerra, Mitxelle. No hay alternativas... y nunca habrá buenos, todos lo hechos son crueles y las grandes potencias las observadoras, preparadas para aumentar sus negocios y sus riquezas.
-Siempre pagamos el precio los mismos.
-Eso es... únete a una causa, pero no busques la moralidad o.. la humanidad, en algo totalmente carente de ello. Eres... blanda.

Mitxelle tomó el último sorbo de vino que le quedaba en la copa.

-¿Por qué me cuentas todo esto?.
-Porque un día tendrás que elegir... Tu dices que luchas por los demás, por un buen fin, que no matas a gente inocente. Crees que todo lo que haces es moralmente aceptable, pero como ya he dicho, no hay moralidad en ninguna guerra, venga de donde venga.

Mitxelle dejó la copa sobre la mesa pensativa, sin dejar de mirar hacia esa copa vacía.

-Algún día habrá una gran guerra, Mitxelle... y necesito que seas tú quien nos lidere.

Mitxelle apartó la vista de la copa y la dejó clavada en su hermana Mayori.

-¿Estás de puta coña, verdad?.
-No Mitxelle... lo digo en serio, te lo dije cuando nos vimos por primera vez en la plaza de mármol. Te necesito en esto.
-Joder... ya has visto lo que nos pasó a la flota. No soy quién para liderar nada, ni menos mi propia vida, ni si quiera con la tripulación de la Icarus. Estas... has perdido la chaveta, del todo.
-No, Mitxelle... formas parte de algo grande, algo por lo que papá tuvo que abandonar lo que más quería. El me dijo, que un día la líneas se volverían a cruzar, no lo entendí, pero ahora si, tú y yo somos esas líneas, ¿No lo comprendes?.
-Lo único que comprendo es que padre te engañó como a mí. Te ocultó la verdad, como me la ocultó a mi... ¿y ahora pretendes que... lidere una causa que... para mi ya no tiene sentido?. No May... te equivocas de persona, si estoy aquí es por ti, por estar contigo, por recuperar todo el tiempo que padre nos robó. 

Mayori posó la servilleta sobre la mesa y se levantó despacio para abandonar el lugar.

-No puedo quitarte la razón, hermana... olvídalo, para mí ahora lo más importante eres tu. Sabes que te quiero, y siempre será así.
-Tú siempre fuiste la más dura... y yo la más blanda, como bien has dicho. Por eso padre te eligió a ti y no a mí... Como dijo Caleb, yo era la defectuosa. No estoy en condiciones de liderar nada.
-Papá me eligió a mi, para protegerte a ti. Tú eras su favorita, a mí me echó a las serpientes... vuelves a equivocarte, como siempre.
-¿Te vas?. 
-Si... al igual que tú, tengo mucho que asimilar. 
-Lo siento May... ojalá pudiera entenderlo, de verdad.
-No te preocupes... lo entenderás. 

Mayori se despidió con una sonrisa. 

Mitxelle se quedó allí sentada, viéndola alejarse por entre las mesas, hasta verla desaparecer por la puerta del restaurante. Después miró hacia el ventanal pensativa. 

Al poco recibió una llamada en su PDA, era de May.

-Ah... se me olvidaba, un colega mío necesita unas muestras de esas agujas, supongo que no te importará conseguirlas para mí. 
-Ese amigo... ¿No será Caleb?.
-No me des las gracias... sé que te mueres por ver esas cosas, son una pasada.

Mitxelle escuchaba la conversación sin dejar de mirar por el ventanal, su reflejo, demostraba una sonrisa ferviente.

-Nunca cambiarás...
-Ya sabes la respuesta a eso.
-Qué geta tienes...
-Yo también te quiero. 

Mitxelle cortó la llamada mirando la fotografía de May en la pantalla. Luego la volvió hacia el ventanal, esbozando otra sonrisa, una sonrisa que duró poco al volver a ver a su madre, reflejada en ella misma en el cristal. Sus recuerdos eran tan recientes, que se dió cuenta de todo lo que había olvidado, incluso lo que más quería. 





Clavar las Agujas.

Mitxelle se había acercado al hangar, con el grupo de técnicos. Todos estaban reunidos junto a la Chieftain de Mitxelle. 

-Quiero esto aquí, hay que quitar estas chapas, y colocar estas otras, con enchapado profundo, podéis retirar estos módulos de aquí. Que más...
-¿Enchapado profundo?, no tenemos ingenieros para eso aquí... -Contestó el jefe de trabajos.

Mitxelle cogió su comunicador y llamó a Red.

-¿Red estás?.

Tardó algo en contestar.

-¿Si?.
-Te necesito en el hangar de reparaciones. 
-¿Es urgente?.
-¿Más que estar pegado a Lía?... Si.

Hubo un silencio.

-Voy...

A los veinte minutos apareció en el hangar, Mitxelle le miró rápidamente de reojo y volvió a lo suyo.

-Podías decir que era urgente y ya... -Dijo Red.

Mitxelle trataba de desencajar uno de los paneles, ni si quiera le dirigió la mirada cuando le terminó de hablar.

-Habría que enchapar estos armazones, los de aquí y estos otros, ¿Puedes hacerlo?.
-Algo se podrá hacer...
-Necesito bajar a un sitio de agujas, habrá mucha enzima Thargoide. Ayuda a los técnicos. 

Red arqueó las cejas.

-¿Puedes?. 
-Lo intentaré. 

Mitxelle le dirigió la mirada mientras retiraba el panel.

-Bien... -Dijo ella.
-¿No era tu Chieft?. 

-Las cosas cambian, ¿No?. Tú lo dijiste.
-Vamos, Mitxelle... ¿Vas a guardarme rencor así?.

Mitxelle dejó caer el panel. El ruido sobresaltó a todo el personal de tierra que estaba alrededor.

-¿Rencor?, no sabes que eso... -Dijo con agravio.

Mitxelle se alejó tras lanzarle una mirada desafiante. Red sólo pudo agachar la cabeza y verla marchar dolida.

-Mierda... -Murmuró Red.


Por el camino de regreso, observó a Mayori ir hacia el hangar de la Icarus, la siguió dejando bastante distancia hasta que la vio acceder a ella. Tras un leve lapso de tiempo, se adentró también en la Icarus. Siguió los ruidos hasta una de las bodegas. Mayori removió algunas cajas, y se centró en una en particular. Mitxelle se quedó en silencio apoyada junto a la entrada. Tras verla hurgar con unos documentos, Mitxelle se acercó por su espalda.

-¿Qué haces?.

Mayori se sobresaltó dejando caer la caja que tenia en sus manos al suelo, varias fotografías se esparcieron por el suelo.

Mitxelle se agachó y cogió una de ellas en sus manos.



-Pero... ¿Qué?...
-Me has dado un susto de muerte. -Dijo Mayori asustada.

Mitxelle se sentó en el suelo, observando aquella fotografía. 

-Era el día de nuestro cumpleaños... Padre se había ido.

Mayori también se sentó junto a ella.

-Yo intentaba animarte... incluso te regalé mi peluche favorito, pero ni con esas. 
-Le quería muchísimo. 
-Bah... siempre fuiste una blanda. 

Mitxelle siguió viendo el resto de cosas.

-¿Blanda?. Lo dice a la que he pillado con todas estas... ¿cosas?.
-Pensé que Tanko se habría deshecho de todo esto.
-Pues está claro que no, tendría sus motivos. Me tenía prohibida esta parte de la bodega. 

Mitxelle frunció el ceño. 

-¿Cómo sabías que estaba aquí?.

Mayori guardó un astuto silencio. 

-Luego decís que me enfado... no hacéis más que ocultarme cosas.
-Buscaba unos documentos, uno de los trabajos de papá, supuse que lo guardaba en la Icarus. Era el último lugar en el que estuvo. 
-Entiendo por qué Tanko lo escondió...
-Debe de estar aquí, en algún lugar.
-¿Qué buscas exactamente?.
-Un dibujo... un patrón. 
-¿Patrón?.
-No sabría decírtelo con exactitud... lo vi una vez antes de que cerrara su cuaderno.
-Me quedo la foto, como regalo de cumpleaños de aquel día. El resto puedes llevártelo todo. No quiero saber nada de Padre.

Mitxelle se levantó y se dirigió a su camarote de la Icarus. Al llegar a su escritorio, la colocó junto a la pantalla y se quedó largo tiempo observándola. 

...

-¡Papá!. 
-¿Qué está ocurriendo Alexander?. ¡Qué estás haciendo!.
-Se viene conmigo.
-Papá no...
-Sabes que eso no es posible.
-He cancelado el proyecto.
-¿Qué has qué?. 
-Caleb... escúchame ¿Quieres?. Lo saben...
-No saben una mierda, ¿De qué estás hablando?.
-Vienen hacia aquí... cuida de Mayori, no la harán daño. Mitxelle, tengo que ocultarla...
-Joder, Alexander... 
-No os pasará nada, lo arreglaré.
-¡Papá no!. 
-¡Guardas!, acompañarle, protegerles a toda costa.
-Gracias, Caleb. 
-Sabes que esto no ha terminado, me pondré en contacto contigo, Icarus estará a salvo y ella también. 

-Caleb no...
-Lo siento Mitxelle, haz caso a tu padre... 
-Pero, no quiero, May...
-Escúchame, algún día... las líneas se juntarán de nuevo, confía en mí.
-¡Vamos Mitxelle!.
-Alexander, toma esto... ya sabes como funciona.
-No olvidaré esto.

-Ellas si...

-... ¿Mitxelle?.
-¿Mitxelle?. ¿Estás ahí?.
-¿Robert?. Perdona... me he quedado traspuesta.
-Ya está lista.
-Bien... bien... voy.

Mitxelle llegó al hangar y se acercó a su Chieftain a quién le puso cariñosamente el nombre de Boomer. Observó el armazón recién montado y dio el visto bueno.

-Creo que será suficiente, gracias Robert.
-El equipo ha hecho un buen trabajo.

Mitxelle se subió a la nave, mientras el equipo de tierra limpiaba la zona. Se sentó en el asiento del piloto y comenzó a realizar el check prevuelo.

-¿Comunicaciones?.
-Damocles, alto y claro. Suerte ahí fuera Mitxelle.
-¿Mayori?.
-Si, estaré al otro lado. 

Mitxelle esbozó una sonrisa. 

-Bien... todo listo. Vamos allá. 

La compuerta exterior se abrió justo encima de ella, Mitxelle elevó la vista para observar el espacio. La plataforma comenzó a elevarse con un leve tirón hasta fijarse completamente en la parte exterior, justo al momento, la Chief se liberó del anclaje magnético y Mitxelle aceleró, viendo pasar el Damocles al su alrededor. 

-Te envío la coordenadas de las Agujas más cercanas.
-Gracias May, Um... 4 saltos, un paseíto.

La Chief salió de su último salto y se dirigió al planeta marcado en el localizador y su Hud. Al llegar, se quedó asombrada viendo el tamaño de aquellas cosas, eran enormes, podían verse desde bastante distancia. 

-Oh, dios mío... ¿Veis el tamaño de esas cosas?.
-Activa las cámaras exteriores de la Chief, necesitamos documentarlo todo. -Dijo May por el comunicador. 
-Si... activadas.

La Chief salió de supercrucero a velocidad de descenso, a esa distancia casi podía tocarlas, alcanzaban los 5km de altura, rodeadas de aquella neblina de color verdoso.


-¿Se sabe que son esas cosas?.
-No del todo, pero crecieron a una velocidad increíble, suponemos que son como puntos de reabastecimiento para los Titanes. Es lo que tratamos de investigar más a fondo, por eso estás ahí. 
-Ah... estupendo, y sólo se te ocurrió a ti meterme en este berenjenal. 
-No te quejes tanto... se que te mola.
-Serás... qué pasada... estoy flipando, es como una ciudad nocturna llena de vida.
-Ves como te iba a gustar... da un rodeo, quiero documentar todos los ángulos. 

Mitxelle se quedó absorta viendo aquel lugar, maravillada pero a la vez temerosa, aquello se salía de todo lo que habían visto hasta ahora.

-Descansa hija...
-Me duele la cabeza.
-Lo sé es por la caída, te dolerá unos días. 
-Papá... ¿Por qué mamá siempre está enfadada contigo?, ¿Es por nosotras?.
-No cariño... mamá sólo... ve las cosas de manera diferente, no ha visto lo que yo he visto. Te voy a poner esta inyección, te sentará bien, ya verás que pronto te olvidas de todo esto.
-¿May, cuando vendrá?.
-Dentro de unos días.

-Me dan miedo las agujas...
-Pues no mires... gira la cabeza y mira hacia la ventana, es sólo un momento... ya está. 
-Ha dolido...
-Ahora descansa cariño.
-Por favor, quédate, no te vayas...
-Tranquila... estaré muy cerca, siempre estaré cerca.
-Te quiero...

-¡Mitxelle!. ¡Mitxelle!.

Ella volvió en si dentro de la Chief, las alarmas sonoras inundaban todo el habitáculo hasta que todo se apagó y reinó el silencio absoluto. El horizonte empezó a voltearse lentamente, al igual que las agujas Thargoides.

-Mierda... aquí no, vamos... vamos...

La Chief siguió a la deriva hasta golpear contra la superficie del planeta. 

-Joder...

Al poco rato la energía volvió a la Chief, Mitxelle logró recuperar el control y la radio.

-¿Mitxelle?, ¿Estás bien?.
-Si... eh... he perdido el control... hay... fuego antiaéreo, menos mal que hay poca gravedad... he chocado contra el suelo, ha aguantado bastante bien... Robert hizo un gran trabajo con el enchapado. 
-Mantente alejada de esas detonaciones, generan un campo que neutraliza los sistemas de la nave.
-Me lo dices o me lo cuentas... casi que me alejaré un poco y me acercaré con el Escorpión. 
-Prueba desde 1km.
-Si... eso haré. 

La Chief se alejó esquivando varios antiaéreos y terminó posándose en el suelo, segundos mas tarde, la bodega de vehículos se abrió y el Escorpión se dejó caer a la superficie. A los pocos metros de distancia Mitxelle se bajó de él para verlo mejor.


-¡Madre mía!... Qué pasada... ¡Bienvenidos a Thargópolis!.
-¿Thargópolis?. Jajajaja.
-Tal cual... hermana.

Tras observarlo un rato, Mitxelle regresó al Escorpión y se adentró en aquel lugar, alejado completamente de la humanidad, como si entrara en el propio mundo de los Thargoides.

-No sé cómo será su mundo... pero desde luego parece que estoy en él. He entrado en otra era... otra dimensión...
-Je... pues aún sigues aquí, con nosotros, pero si, sin duda... su mundo sería algo muy similar, quizás más caótico por el amoniaco. Pero seguro que está lleno de esas estructuras y más que no hayamos visto nunca.
-Creo que me han detectado, se acercan... 
-Los vemos... Banshees y Revenants. 
-¿Así los llaman?... sólo son ratas y ratones. Veámoslos en acción. 

Mitxelle ajustó los pits a armas y a escudos, renunciando a la potencia de los motores y se encaró hacia el Banshee más cercano. Seleccionó la cámara externa del cañón del Escorpión y comenzó abrir fuego. Los destellos del plasma comenzaron a iluminar la zona de combate. 

-Parecen resistentes, me alejaré de esa mierda que está soltando.

Mitxelle se acercó demasiado al primer Banshee y la atacó con dureza.

-Mierda... cuánto aguantan... me separó de ellos, estoy recibiendo fuego intenso.

El Escorpión giró en redondo mientras el cañón seguía disparando los plasmas a toda velocidad, Mitxelle comenzó a usar los misiles de aguja incorporados en el mismo cañón.

-¿Estos te duelen eh?.

El Banshee comenzó a gruñir con cada impacto de los misiles. Al poco rato el Banshee se retorció de dolor y acabó cayendo abatido hasta explotar en mil pedazos.

-¡Toma!... una rata menos.
-Son duros... -Dijo May por el comunicador. 
-Si, la técnica es atacarlos manteniendo la distancia. La panza también... debajo de ellos también parece un buen lugar, no puede atacar ahí abajo. Aunque los Revenants les cubren bastante bien. 

Los Revenants habían ganado terreno y comenzaron a atacar con sus rayos de luz, haciendo mella en los escudos del Escorpión. Otro Banshee se acercó lentamente por detrás de ellos.

-Tengo que alejarme, buscar cobertura, cada vez que me tienen en su rango, me machacan con todo.
-Vigila los misiles, quizás tengas sintetizar más. 
-Estoy un poco ocupada para eso... jajaja.

El Escorpión seguía huyendo a la máxima potencia de que disponía, zigzagueando de manera errática, mientras sufría el ataque coordinado de todas aquellas ratas, a la vez que el cañón seguía escupiendo fuego hacia su espalda.

-Estoy en problemas... acabo de perder los escudos, cambio pits a motores, tengo que salir de aquí, son demasiados. 
-Regresa a la Chief, quizás dejen de seguirte.
-Si... eso había pensado, joder me están dando... vamos... vamos...

El Escorpión finalmente aguantó pero por muy poco, Mitxelle logró llegar hasta la Chieftain. Sintió cierto alivio cuando entró dentro ella.

-Por poco... lo tienen bien defendido.
-No es lugar para ir sin compañía. -Dijo May.
-No, ciertamente, no paran de salir ratas, no sé cuántas me he cargado, de las gordas un par de ellas.
-Los Banshees si, estoy tomando nota de todo, gracias hermana. 
-¿Gracias?, me debes otra cena. 
-Jajajaja, aún no has acabado el trabajo, queda lo más importante.
-Bien... ¿Qué propones?, creo que lo mejor es acercarme a toda velocidad y aterrizar en esas especies de hojas o plataformas... me bajo y despido la nave.
-¡Pero te quedarás ahí tirada, sola!.
-Esa es la idea... ahí esas ratas no podrán alcanzarme y seré difícil de detectar para los scouts e interceptores que estoy viendo. Será rápido. 
-Vale, pero ten cuidado.
-No problemo hermana, oye...
-Qué...
-Hacemos buen equipo. 

May sonrío junto al equipo de comunicaciones del Damocles.

-¿Sigues ahí?.
-Claro...
-Bien, vamos a ello.

La Chieftain se elevó de la superficie y aceleró hacia lo que parecía la Aguja principal. Ganó altura y se posó en una de las grandes plataformas que sobresalían de ella. Una vez descendió de la nave, activó el comando de despedida y se quedó observando cómo se alejaba. Uno de los interceptores que merodeaban el lugar, la detectó y comenzó la persecución abriendo fuego sobre la Chief, apenas se iluminaron los escudos ya había saltado a órbita.

-Bien... al fin solos.

Mitxelle observó la plataforma, había un emblema dibujado en él, una especie de flor. Luego se acercó a uno de los bordes de la plataforma y pudo contemplar aquella enorme thargópolis.


Se mantuvo agachada todo el tiempo, para evitar ser detectada por los scouts o los interceptores que merodeaban por los alrededores. 


-¿Qué se supone que debo buscar?.
-Toma varias muestras con tu analizador de lo que encuentres, date una vuelta por los alrededores. 
-Que fácil lo dices... estoy rodeada de esas cosas aquí arriba.
-Te has enfrentado a cosas peores, créeme.
-Ja ja ja. Espera... lo estoy notando...
-¿De qué hablas?.
-Lo... lo estoy sintiendo... es... 
-¿Sintiendo el qué?.
-Me... está, llamando. ¿No lo oyes?, esa... música. 
-Revisa los niveles de oxígeno, algo no va bien.
-Está bien, todo está bien. Sabía que no me mandabas aquí de casualidad.

Mayori ordenó abandonar la sala a todos los que estaban allí presentes.

-¿Puedes oírles?.
-Es... raro. Creo que saben que estoy aquí. Puedo sentirlo.
-Si, en parte quería saberlo. 
-Podías habérmelo contado con total sinceridad. ¿Estás siendo sincera ahora?.
-Claro... ¿Mitxelle?.
-Quieren saber por qué. 
-¿Saber?, ¿De qué estás hablando?.
-No... lo sé, es...
-Rompe el contacto. ¡No hables con ellos!.
-Es tarde para eso.
-¿Cómo?.
-Somos una plaga, una plaga a exterminar. Nos usan contra nosotros mismos. No lo entiendo.
-¡Mitxelle sal de ahí y vuelve!.
-Es... tarde. No...
-¡Usa a Icaro!.
-Icaro...

Los ojos de Mitxelle se tornaron de luz bioluminiscente y al poco tiempo se apagaron.

-¿Mitxelle?.
-Si, estoy aquí. Se ha callado. 
-Joder que susto me has dado.
-Hay unas plataformas, como pétalos más pequeños, parecen llevar hasta el tronco, voy a seguirlo.


-¿Seguro que estás bien?.
-Si, hay más gente allí. 
-¿Personas?.
-Si. Están... atrapadas. 
-Seo hizo un comunicado hace poco, ella también podía sentirlos. Creemos que son las personas que tienen cautivas. ¿Sabes que pretenden?.
-Usarnos. 
-¿Puedes concretar un poco más?.
-No.
-Está bien, ¿lo que sea me lo contarás?.
-Sabes que si... sólo que, es difícil entenderlo.
-De acuerdo, ¿Vas a seguir?.
-Si... hay unas luces en las paredes. Parece una especie de... nervios. Hay tres más en otras partes. Veo un saliente, hay... algo en el centro. Acabo de escanear esas cosas, parecen reaccionar al analizador. 
-Emite una descarga, a ver que ocurre. 
-¿A los nervios?, ¿Un fuerte dolor de muelas?.

Mitxelle cambió al modo de descarga y disparó contra ella. La estructura rugió y observó que cambió de color. Algo en la parte central también pareció reaccionar.

-Creo que están conectadas a esa cosa. Voy a disparar a los otros nervios.

Mitxelle fue saltando por las plataformas e inyectando descargas en los nervios. 

-Algo se ha activado... voy a volver a la plataforma central.

Al llegar pudo contemplar con estupor como una especie de huevo o vasija aparecía en una especie de estructura orgánica.


-Jooooderrrr...



... Fin Capítulo 9 ...
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