08 - Suerte
05 Aug 2021Jack Nelson
Muchos creen que el talento es cuestión de suerte, pero pocos saben que la suerte es cuestión de talento.Al fin tengo tiempo de sentarme con una cerveza a actualizar mi bitácora; han sido un par de días intensos, tal vez más. Perder la noción del tiempo es fácil cuando llevas un tiempo sin bajar a la superficie. O si la superficie en la que estás es la de un planeta sin atmósfera, en la que la única diferencia entre el día y la noche es la luz de la estrella sobre el suelo mientras el cielo sigue igual de negro y estrellado que en la noche cerrada. Alexander Base está resultando ser un excelente centro de operaciones. A diferencia de Leclerc Horizons, aquí no solo vengo a huir de las autoridades. En un asentamiento con 4 facciones de la Interestelar Comunista representadas, nunca falta trabajo para alguien como yo. Teniendo en cuenta que puedo encontrar trabajos, cobrar mis recompensas y limpiar mi nombre en el mismo sitio, he decidido alquilar una habitación en un motel por unos días.
De entre los trabajos disponibles, me decanté por los de la Unión de Laguvii, con los que ya había trabajado antes y que ya estaban dispuestos a ofrecer mejores encargos. A pesar de todo, no había nada fuera de lo común. Primero me encargaron acabar con un convicto huido llamado Rat en un sistema cercano a apenas 3 aL. de distancia. También acepté un encargo que me daba mala espina, uno de esos a los que estoy acostumbrado. Una operación escaneo planetario en Setet, el sistema de origen del Sindicato de Trabajadores de Setet, otra de las facciones presentes en Alexander Base. Todo apuntaba a una operación encubierta, otra pequeña "escaramuza política" entre dos facciones aliadas, y ambas asociadas a la CIU. En cualquier caso, yo solo soy un soldado de la causa. La política y las preguntas, las dejo para otros.
Encontrar a Rat no fue complicado. De hecho, ni siquiera tuve que encontrarlo yo a él. Rat era un paramilitar contratado por diversas facciones corporativas para sus conflictos en el entorno de Setet. Había participado en varios conflictos y, después de ser capturado, había conseguido evitar su ejecución gracias a sus lazos con la Federación. Los mismos lazos que habían logrado escabullirlo del transporte de prisioneros y le habían dejado libre en una Viper Mk III. Como el soldado sediento de sangre que era, no pudo evitar interceptar una nave, aparentemente de transporte, con la identificación de la CIU. No sabía lo que le esperaba...
El combate fue rápido, aunque no fue tan fácil como cabría esperar. A pesar de no contar con su nave habitual, Rat era un piloto más que experimentado y curtido en muchas batallas. Estaba acostumbrado a hostigar a naves más grandes que la suya y no le intimidaba enfrentarse a la Outlaw Star. Claramente la había subestimado. Una Phyton equipada para el transporte no suele contar con anclajes de armas de gran tamaño. Pero la B3BOP cuenta con aceleradores de plasma, multicañones modificados y misiles guiados. Era un combate desigual. Rat pudo evitar mi puntería durante un tiempo, pero no la de los misiles. Derivé toda la energía a las armas y descargué una salva entera de 6 proyectiles sobre su nave. Todo lo que quedó de él fue una explosión y basura espacial, lo mismo que había sido en vida. Replegué los anclajes y activé el MDD en dirección a Setet.
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Una vez llegué al sistema, el ordenador me indicaba que mi destino se encontraba en Setet 7 a, una luna árida de un gigante gaseoso anillado. Las vistas de Setet 7, el gigante azul, eran magníficas. Sus anillos parecen interminables. Estos son los pequeños detalles que hacen que siga viajando, que impiden que eche raíces en ningún lugar. No es el primer planeta que veo de estas características, pero todos son iguales y tan diferentes... La belleza de Setet 7 y sus anillos me cautivó, aún me sigue cautivando y no entiendo por qué. Hubiera querido perderme en aquel gigante azul, como un mar de tranquilidad. Pero la tranquilidad no es buena compañera de este trabajo.
Cuando llegué al satélite Setet 7 a, mis dudas sobre el trabajo se disiparon enseguida. En aquel recóndito paraje no había trabajadores, ni sindicatos, ni facciones de la CIU. Los sensores indicaban que había azufre y amoníaco contenidos en el aire, haciéndolo irrespirable. La luna entera parecía estar desierta; la base que debía buscar no aparecía en los registros. Después de varias vueltas de búsqueda volando a unos 2 km de la superficie, logré encontrar la base. Aterricé a un kilómetro del lugar y al descender pude ver una Alliance Challenger aparcada cerca de la base. Era una nave pirata. Aquello no era una operación entre facciones aliadas, sino contra una banda criminal en una luna infestada de piratas.
No podía arriesgarme a exponer al Outlaw Star al fuego combinado de las torretas y la nave pirata mientras escaneaba los datos. Pero si bajaba en el vehículo de superficie, corría el riesgo de que descubrieran la nave y la atacaran mientras estaba sin tripulación. Para estos casos la B3BOP cuenta con un sistema de despegue no tripulado; eso la pondría fuera del alcance de deslizadores y torretas, pero la Challenger seguiría siendo un problema. Lo más prudente sería esperar...
Al llegar la noche, pude oír una pelea en el campamento. Era mi momento de actuar. Me acerqué con todo el sigilo posible en el VRS hasta el terminal de datos. A unos 500 metros de mi posición se oyó un disparo y acto seguido oí como un hombre y una mujer discutían. El centro de datos desplegó su antena hacia el cielo mientras los piratas continuaban su discusión ajenos a lo que estaba ocurriendo. El ordenador me avisó de que estaba en perímetro restringido y me enfrentaba a una multa. El escaneo se completó y retrocedí marcha atrás en el VRS en dirección a la nave mientras comenzaban a sonar las alarmas. Mientras el hombre y la mujer aún entraban en su nave, yo ya estaba arrancando los motores de la Outlaw Star y despegando a toda potencia de la superficie del planeta. Cuando salí de la órbita, dediqué una última mirada a los cautivadores anillos de Setet 7 antes de programar el salto de vuelta a Alexander Base.
De vuelta en HIP 91582, la red Enosis me transmitió un mensaje de urgencia de la Interestelar Comunista. En el sistema Dimocorna, un sistema bastante importante estratégicamente para la CIU, podría haber problemas. Dimocorna había estado gobernada hasta ahora por la facción Crimson Armada, una confederación independiente que había llegado a un pacto de convivencia con la Interestelar. Recientemente, el líder de la confederación anunció por sorpresa que Crimson Armada cesaría su actividad en el sistema, dejando un vacío de poder que pronto sería llenado por criminales, oportunistas y caudillos locales. De entre la pugna parece que salió victorioso un reputado líder criminal llamado Bax Hussley.
[...] Hussley se encuentra en paradero desconocido y la CIU teme que esté reclutando un ejército reaccionario para provocar un alzamiento en DImocorna. Es de vital importancia para los intereses de la Revolución encontrar y eliminar a ese criminal." decía el final del mensaje. Aunque me encontraba a menos de 10 minutos de Alexander Base, programé el salto a Col sector 285 UA-K B23-11. Las estrellas nombradas genéricamente empezando por Col 285... están situadas en el Cúmulo Abierto de la Osa Mayor, parte del cual está incluido dentro de la Burbuja de Manite (GMV).
Debía obtener la ubicación de Hussley en una instalación de seguridad privada en el segundo planeta del sistema, Col sector 285 UA-K B23-11 2. Menudo nombre... como para memorizar una dirección de envío... Por suerte, pocas personas podían vivir allí. La instalación era un edificio muy sencillo, con un único dispositivo de comunicación. Aparentemente, debía ser mucho más fácil que el escaneo anterior, pero todo salió increíblemente mal. En un exceso de confianza, me acerqué con la nave a la antena sin llegar a aterrizar. Cuando empecé a escanearla, dos torretas ocultas empezaron a dispararme sin pausa. Decidí ignorarlas y acabar el trabajo cuanto antes, así que desvié la energía a los sistemas y confié en que los escudos aguantasen. Y aguantaron hasta que terminé de recopilar los datos. Pero justo después, un torpedo impactó contra el reactor trasero de la nave y la empujó sobre la antena, arrancándola del suelo. Por un momento perdí el control y estuve a punto de estrellarme. Raspé el suelo durante varias decenas de metros con el lateral derecho de la B3BOP antes de conseguir enderezarla y elevarme. Antes de que pudiera abandonar el planeta, había recibido otros dos impactos de torpedo. Los daños eran considerables. Tenía que buscar refugio urgentemente, reparar la nave y limpiar mi nombre. Al menos ya sabía donde estaba Hussley: ya estaba de vuelta en Dimocorna. Allí pasaría la noche.
Me refugié en la única estación del sistema, el puerto espacial de Burton Vision. Pasé la noche en una pensión mientras reparaban y ponían a punto la nave. No debí beber tanto la noche anterior. Ni tampoco debí haber estado tan cansado en mi operación en la base. Tal vez por eso me descuidé. En cualquier caso me despejaría la resaca con el ruido de los cañones de la Revolución sobre el casco de ese maldito renegado. Al poco tiempo de mi salida del puerto espacial pude divisar a lo lejos los láseres de una escaramuza.
Se trataba de una patrulla de seguridad del sistema que había sido emboscada por la Krait Phantom de Bax Hussley. Hussley era buen piloto y tenía una nave magnífica para las escaramuzas, pero se vio superado en número y en masa en cuanto vio aparecer mi Phyton. Trató de huir, pero conseguí destruir sus impulsores a tiempo y entre las dos naves lo hicimos pedazos en segundos. El piloto de la patrulla me saludó por el comunicador y me prometió que la recompensa por Hussley era mía. Al fin y al cabo, estaba a punto de morir antes de que yo apareciese. Ahora sí era momento de volver a Alexander Base.
De nuevo me fui del lugar con una sensación agradable. Había volado tantas naves por los aires por dinero a lo largo de mi vida que había llegado a ignorar el hecho de la muerte que representaban. Al menos ya de hacerlo, lo haría por algo más que por dinero. A partir de ahora tenía un código. Y la vida parecía más fácil con él. Hasta todo parecía más hermoso en el Universo. Pensé en los anillos de Setet 7... Y a mi vuelta a Alexander Base pude contemplar un raro espectáculo.
La luna gemela, HIP 91582 7 B, pasaba justo frente al horizonte de Alexander Base, una conjunción que por lo visto solo sucede en un único punto de la órbita de ambas lunas. Y yo estaba ahí, en el momento y lugar precisos para verlo. Parece que últimamente estoy en el momento y lugar precisos en muchas ocasiones. Nunca he creído en la suerte, pero sí en la mala suerte. Espero que esta vez no aparezca...
Ahora me he ganado un merecido descanso de un par de días o tres en Alexander Base. Aún no he conocido a fondo sus tabernas, sus callejones, sus paisajes misteriosos. Y necesito tiempo para pensar. Tal vez el Universo tenga a bien enviarme una señal. O no. Quién coño sabe. A fin de cuentas, yo no creo en poderes superiores.
Muchos creen que el talento es cuestión de suerte, pero pocos saben que la suerte es cuestión de talento.
5 Agosto 3307 --- Alexander Base, HIP 91582.