04/13/3308: Experiencias de mis primeras expediciones de Exploración y turismo.
13 Apr 2022Gabriel Byrne
Mientras preparo mi nave en Kraken's Retreat tras las reparaciones y puesta a punto del gran Ettiene Dorn (el cuál ha hecho maravillas reduciendo el peso responsable del soporte vital), no puedo dejar de pensar en las dos últimas semanas… decidí dejar temporalmente mi objetivo de subir peldaños en la Federación de Pilotos en la destreza del combate como cazarrecompensas de los piratas de Albardhas y Gliese 868. Decidí probar una nueva aventura empresarial que mezclara los placeres de la exploración y el turismo transportando a científicos a lugares lejanos de la burbuja mientras recopilaba datos para vender a Universal Cartographics… por fin iba a abandonar la burbuja para adentrarme en el espacio profundo… los resultados lamentablemente han sido poco satisfactorios.
En primer lugar, decidí equipar y preparar una Krait Phantom para dicha empresa, acordé en Baillaud Ring el embarque de los pasajeros: ocho exploradores liderados por Kristy Mann a los que llevar hasta el Gran Aniquilador, cerca del centro galáctico. La travesía discurría rápida navegando entre estrellas de neutrones, mientras recordaba como era aquello de escanear sistemas, probar a visitar planetas y estirar las piernas por la superficie… mientras me enfrentaba a situaciones típicas y obvias para un explorador (desconocidas para mí ya que era mi primera salida de la burbuja) aumentaba mi optimismo… dicha sensación se acabo estrellando en un planeta del sistema Pru Ain QI-K d8-309, pues quise aterrizar para realizar un parada de investigación de la superficie y se convirtió en todo un espectáculo de rescate, con toda la expedición eyectándose por la superficie de aquel traicionero planeta.
Trasladados de vuelta a Baillaud Ring por las fuerzas de rescate tuve que agradecerles su gran labor mientras que por otro lado los científicos sujetaban a una enfada Kristy Mann que rompía el contrato de la expedición. Primera lección aprendida, “velocidad-aterrizaje-planeta-gravedad” son factores a tener muy en cuenta.
Decidí preparar una nave con mayor alcance y capacidades para otra expedición, esta vez compré y equipé una Anaconda a la que bauticé como LRE-1 “EXPLORER”, planifiqué el viaje con dos expediciones que estuvieran cerca de Colonia para hacer una visita, pues no la conocía. Esta vez los equipos científicos de Jody M y Rosalyn Livingstone embarcaron con destinos alrededor de Colonia; el Ojo Maligno y Entre gigantes… la travesía fue alternando saltos con estrellas de neutrones, paradas de exploración en los sistemas en los que repostaba, mapeado de los planetas tipo tierra y acuáticos… todo perfecto la verdad. Llegamos incluso a hacer una parada donde descubrimos una baliza de emergencia y recogimos unas capsulas de escape… dada mi anterior experiencia me vi obligado moralmente a recogerlas (este punto parece que no es trascendental, pero vaya si lo fue).
Alcanzado los destinos los científicos decidí contemplar Entre gigantes esas magníficas vistas, después de sacar algunas capturas para mi galería personal empecé a sentir la necesidad fisiológica de orinar… así que decidí abandonar el puente. Es curioso lo bien diseñado que están los baños en las naves porque no sentí nada de lo que acontecía sobre ella, para cuando salí todas las luces de emergencia brillaban alternativamente mientras las alarmas sonoras chirriaba, no me lo podía creer corrí al puente y comprobé que los escudos estaban caídos… estaba a punto de perder la nave, no tenía impulsores ni defensas, maniobré como pude bloqueado por la situación… forzado el ocaso de mi expedición por un pirata… pirata… rápidamente eyecté las capsulas de rescate de mi bodega… Mattias Carsson recogió su maldito botín y yo me quedé solo en la nave contemplando como aquellos exploradores se habían eyectado (no sin antes rompiendo digitalmente los contratos desde sus capsulas de escape)…
Salvé mis datos y puse rumbo a Colonia… y ahora tras conocer a Ettiene, he puesto rumbo de vuelta a casa con una sensación agridulce, me llevo reflexiones e ideas para mis próximas expediciones… de todo ello no olvidaré la cara de Ettiene Dorn cuando le pregunté: “si podía modificar mi traje de vuelo para orinar en caso de emergencia…”.