Diario de Bitacora 3 fecha 28/12/3308
28 Dec 2022Gabriel Byrne
Crónica de un regreso anunciado Los motivos por los cuales tuve que entrar en un largo tiempo de letargo me las guardaré… no obstante tras el trabajo realizado con los compañeros de la 10th Deep Space Legion fueron de gran intensidad. A pesar de todo este tiempo, no me ha pasado inadvertido diferentes acciones que acaecieron a la flota, gente que llega, gente que se va, tensiones en el sistema hogar… todo ello con el ruido de Azimuth de fondo…
Como decía llevaba un seguimiento muy velado pero ajeno al ruido de la galaxia… cada vez el ruido de tambores de guerra iba subiendo según sonaban algunas palabras desconocidas como Maelstron, y otras no tan desconocidas como Thargoid.
El rumor de grandes pagos por datos orgánicos se hizo realidad… pero era una consecuencia directa sobre la necesidad de conocimiento para vencer una amenaza tan real como cercana. Una invasión thargoid a gran escala… los comunicadores de la flota empezaron a echar humo y fue entonces cuando paradójicamente, cerca del invierno el que suscribe despertó de su hibernación.
Como una voz profunda proveniente del espacio, me puse a los mandos de mi DBE “Viento” y me dispuse a ver los efectos de los Thargoides. No recuerdo el nombre del sistema… pero la falta de señales de las estaciones me inundó de un temor que hacia tiempo que no vivía. Fue entonces cuando quise acercarme a una estación de superficie… era de noche y no me dió tiempo ni a encender la visión nocturna. Mi desconocimiento sobre estos alienígenas y mi falta de preparación en este campo me costaron el asalto injustificado de un Ciclope (lo descubrí mas tarde…) que acabo con mi embarcación en pocos segundos…
Entonces comprendí que esa voz que me despertó no fue una voz como tal, sino los gritos de auxilio de centenares de sistemas invadidos por una especie hostil. Sentí el miedo y la angustia de las personas que días antes habían sufrido el ataque directamente. Fui rescatado por una patrulla de rescate y trasladado a una meganave para tal fin. Ahí entendí que había multiples tareas que realizar mientras que me ponía al día para servir en primera línea.
Para desempolvar mi oxidada habilidad como piloto, monté una Python a la que bauticé como “Lucero” y me dispuse según las técnicas que se rumoreaban en los canales de información. Había multitud de sistemas a los que auxiliar… desde mi flota nos llegaron directrices de varios movimientos coordinados para hacer frente a la invasión. Movilicé mi FC cerca de HIP 25679, y con la determinación suficiente para atracar en Zahn Plant cumplí mi primera misión de rescate, tenía la misma cara de alivio de aquellos que venía para poner a salvo cuando comprobé que no necesitaba la computadora de aterrizaje… mi habilidad se descongestionaba y mejoraba a la par que cada vez que conseguía aterrizar y era consciente la batalla que se libraba en el exterior de la estación. Quedaba la asignatura pendiente de enfrentarme directamente a ellos.
Gracias a la respuesta de la comunidad, nuevas armas AX a la disposición de neófitos como yo dispusieron mis primeros combates contra exploradores thargoides, el subidón de salir victorioso de escaramuzas aliviaba la perdida de naves… aprendizaje forzado por la situación y un ojo puesto siempre los canales de información para adquirir conocimiento sobre nuestro enemigo; sus mecánicas, sus puntos débiles… nuestras armas.
Así empecé un periplo en busca de mejorar mi hangar, ingenierizar lo vulnerable, explorar ruinas en busca de tecnología pasada para equipar las mejores armas posibles… entre medias alguna comprobación de datos orgánicos…
Participé en increíbles escaramuzas sobre todo en varias estaciones como Zahn Plant, Levi-Strauss, o Asher Barracks en HIP 20890… donde mis esfuerzos dieron sus frutos al derribar interceptores de varios tipos junto a otros grandes pilotos de la flota, u otros desconocidos y maravillarme con la respuesta de una gran comunidad de pilotos… al igual que decepcionarme con algunos que se dedican a asaltar las naves de transporte de heridos y refugiados… otra vez de vuelta para escribir las crónicas de un regreso que sabía que tarde o temprano llegaría.
Fly Safe, comandantes.
Gabriel Byrne alias “Cronist4”.
TRADUCCIÓN GOOGLE
The reasons why I had to go into a long period of torpor I will keep to myself... however, after the work done with the comrades of the 10th Deep Space Legion they were very intense. Despite all this time, different actions that occurred in the fleet have not gone unnoticed, people arriving, people leaving, tensions in the home system... all with the noise of Azimuth in the background...
As I was saying, he kept a very veiled follow-up but oblivious to the noise of the galaxy... each time the noise of war drums rose as some unknown words such as Maelstron, and others not so unknown as Thargoid, sounded.
The rumor of large payments for organic data came true... but it was a direct consequence of the need for knowledge to defeat a threat as real as it is close. A full-scale thargoid invasion... the fleet's communicators went up in smoke and that's when paradoxically, near winter the undersigned woke up from hibernation.
Like a deep voice coming from space, I put myself at the controls of my DBE "Wind" and prepared to see the effects of the Thargoids. I don't remember the name of the system... but the lack of signals from the stations filled me with a fear that I had not experienced for a long time. That's when I wanted to get closer to a surface station... it was night and I didn't even have time to turn on the night vision. My ignorance about these aliens and my lack of preparation in this field cost me the unjustified assault of a Cyclops (I found out later...) who finished off my boat in a few seconds...
Then I understood that the voice that woke me up was not a voice as such, but the cries for help from hundreds of systems invaded by a hostile species. I felt the fear and anguish of the people who days before had suffered the attack directly. I was rescued by a rescue patrol and transferred to a megaship for that purpose. There I understood that there were multiple tasks to perform while I updated myself to serve on the front line.
To dust off my rusty skill as a pilot, I rode a Python which I named “Lucero” and arranged myself according to the techniques rumored in the information channels. There were a multitude of systems to help... from my fleet we received guidelines for various coordinated movements to deal with the invasion. I mobilized my FC near HIP 25679, and with enough determination to dock at Zahn Plant I completed my first rescue mission, I had the same relieved face as those who came to save when I verified that I did not need the landing computer... my skill was relieved and improved along with each time he managed to land and was aware of the battle that was taking place outside the station. The unfinished business of confronting them directly remained.
Thanks to the response of the community, new AX weapons available to neophytes like me arranged my first fights against thargoid scouts, the rush of being victorious in skirmishes alleviated the loss of ships... forced learning by the situation and an eye always on the information channels to acquire knowledge about our enemy; its mechanics, its weak points... our weapons.
So I began a journey in search of improving my hangar, engineering the vulnerable, exploring ruins in search of past technology to equip the best possible weapons... in between some organic data verification...
I participated in incredible skirmishes especially in various stations such as Zahn Plant, Levi-Strauss, or Asher Barracks in HIP 20890… where my efforts paid off by shooting down interceptors of various types together with other great fleet pilots, or other strangers and marveling with the response of a large community of pilots... as well as being disappointed with some who are dedicated to assaulting ships transporting wounded and refugees... back again to write the chronicles of a return that I knew would come sooner or later.
Fly Safe, Commanders.
Gabriel Byrne aka “Cronist4”.