Cmdr Topo Estepario
Role
Assassin / Privateer
Registered ship name
STNR-Manipulus
Credit balance
-
Rank
Elite V
Registered ship ID
Alliance Crusader stnr22
Overall assets
-
Squadron
Sine Terra Nullus Rex
Allegiance
Independent
Power
Felicia Winters

Logbook entry

Crónicas de Onil (Capítulo 4). La Búsqueda

27 Nov 2022Topo Estepario
25 de Noviembre de 3308. 14:05 hora galáctica
En algún lugar de Onil 4a

A pesar de estar muy maltrecha, Salvor consiguió posar la sidewinder en aquella roca valiéndose de los impulsores. No fue fácil hacerlo sin motores, pero gracias a la leve gravedad del planeta y casi en el último momento, pudo estabilizar el vuelo y aterrizar de panza sin deteriorarla más.

Sabía que no se trataba de sobrevivir al impacto, necesitaban el soporte vital de la nave para aguantar hasta ser rescatados. La noche se cernía sobre esa latitud de Onil 4a y las temperaturas cercanas al cero absoluto que se avecinaban hubieran frito las baterías de los trajes en apenas media hora.

–Ramírez.

El general perdía a ratos el conocimiento. Abrió los ojos trabajosamente.

–Ramírez, necesito el código de frecuencias para esta radio.

–Lo sé... el display está cifrado.–con un esfuerzo que parecía sobrehumano, apuntó a la taquilla de enseres– Ahí.

Salvor no se entretuvo en pedirle el código de la taquilla. Sacó el cortador de plasma del Maverick y forzó el cierre magnético. Entre varios papeles y fotos encontró lo que buscaba: una llave de descifrado. La insertó en el módulo de comunicaciones y se dispuso a lanzar un mensaje de auxilio a su carrier.



25 de Noviembre de 3308. 14:05 hora galáctica
FC Sine Terra Nullus Rex

Marshall corría hacia el hangar mientras hablaba por el intercomunicador a la Capitana Colton.

–Que toda nave que pueda despegar se una a las nuestras. Si es necesario peinaremos hasta el último centímetro cuadrado de ese planeta. Ya nos ocuparemos después de ese cabrón de Husbi, pero ahora hay que encontrar al Comandante Salvor cueste lo que cueste. ¿Me ha entendido, Capitana?

–Recibido, Comandante. Todos los pilotos han despegado y están esperando su órdenes.

–Que las naves desarmadas se queden en el centro del área de búsqueda, los escuadrones de combate en alas de dos cubriendo el perímetro exterior. Si cualquier nave de Project Chaos armada o no se acerca a menos de 1.000 kilómetros de ese área que abran fuego a discreción.

Marshall subió a su Python, desancló la nave y accionó los postquemadores. La vibración de la distorsión del espacio de más de cien naves entrando en supercrucero sobre Onil 4a le llegó como un tsunami.


25 de Noviembre de 3308. 15:20 hora galáctica
En algún lugar de Onil 4a

El núcleo de energía estaba tan dañado que apenas podía mantener el soporte vital y a sí mismo. Sólo pudo arañar 25 vatios para la radio anulando el control de temperatura ambiente. Iba a hacer frío.

Con esa potencia su SOS moriría a los 1.000 o 2.000 kilómetros. Imposible llegar al carrier, pero si los sobrevolaban en supercrucero podrían captarlos. Si conocía bien a Marshall, a estas horas tendría que estar ya levantando cada roca de aquella ratonera buscándolo. Él podía aguantar un par de días así, pero al general no le quedaba tanto tiempo.

–Ramírez, despierte.

–Janov... mis amigos... me llaman... Janov.

–Bueno, general, no hemos intimado tanto aún, pero si lo prefiere así, de acuerdo –sólo quería mantenerlo despierto– Janov, le he reducido la fractura y he aliviado la presión de ese pulmón. Tiene tres costillas rotas, pero a juzgar por las cicatrices que tiene, el dolor ya le ha debido dar esa información. No puedo hacer más con lo que dispongo.

–Bien... me ha dado un par de horas más de vida, algo es algo... –esta vez la pausa era una pregunta.

–Salvor, ése es mi nombre.

–Algo... es algo, Salvor. –el general intentó mirar por el cristal de la cabina, algo había llamado su atención– ¿Truenos? ¿Aquí?

–No, Janov. Seguramente sea mi gente buscándonos. Son naves entrando y saliendo de supercrucero. Llevan así más de una hora. No tardarán en llegar aquí, aguante.



25 de Noviembre de 3308. 16:40 hora galáctica
Límite atmosférico de Onil 4a

Era como buscar una aguja en un pajar. Las sondas de superficie arrojaban cientos de señales de accidentes e impacto. Todas las naves del escuadrón de escolta habían sido destruidas. En su última posición conocida no había más que chatarra retorcida.

"Bien, Marshall, eras tú quien tendría que estar ahí ¿no crees?"


–¡Cállate, no estoy de humor para tus tonterías ahora!

Marshall ajustó la ganancia de recepción de la radio y programó un escaneo de todas las frecuencias de la flota con la esperanza de captar algo. Nada. Sólo recibía las comunicaciones de su ejército.

"Sector 25, despejado. Sector 36, nada que informar. Sector 42, escuadrón de transporte y dos escoltas de Egovi Union interceptadas."

Activó la asistencia de supercrucero y se puso a estudiar las señales y contactos en el panel de navegación. Para cuando diera con la señal de Salvor, si es que había alguna, las reservas de energía y oxígeno de su traje ya estarían más que agotadas. Necesitaban un golpe de suerte.

–Sector 42 a Sierra Tango Líder. ¿Me recibe?

Se giró hacia la radio.

–Adelante, Sector 42.

–El convoy de transporte de Egovi que hemos interceptado reporta una débil señal de auxilio a 700 km de nuestra posición. Le estoy transfiriendo las coordenadas.

–Que su escuadrón y una nave de rescate me sigan, Comandante. Resto de la flota, diríjanse al punto y cierren un perímetro de 1.000 kilómetros alrededor.

"Cabrón, afortunado. Has nacido de pie"

25 de Noviembre de 3308. 17:04 hora galáctica
En algún lugar de Onil 4a

Ramírez apenas conseguía mantenerse consciente.

–Janov ¿tiene familia?

El general abrió los ojos un poco y con la mirada señaló la taquilla. Salvor alargó la mano y cogió las fotos que había visto antes. Eran fotos de soldado.

En una de ellas aparecía Ramírez mucho más joven, lanzando al aire aun una sonriente niña. En otra, el general era captado riendo a carcajadas con la cara manchada por un helado que sostenía la niña de la primera foto, sentada en el regazo de una mujer que lo besaba en la mejilla. Otra, un orgulloso Ramírez posaba con su uniforme de gala al lado de una joven soldado que lo abrazaba por la cintura, seguramente aquella niña muchos años después.

–¿Su hija?

Ramírez asintió.

–¿Está a salvo?

Ramírez asintió.

–¿Su mujer?

La voz no salió, pero su labios dibujaron débilmente la palabra "murió". Salvor puso las fotos en la mano del general y en un último esfuerzo se las llevó al pecho.

25 de Noviembre de 3308. 17:10 hora galáctica
Límite atmosférico de Onil 4a

No había ya ninguna duda. La señal tenía la codificación de la flota. Era Salvor. El escuadrón entró en picado sobre el punto del que procedía la señal.

25 de Noviembre de 3308. 17:12 hora galáctica
En algún lugar de Onil 4a

Salvor había salido de la sidewinder. Ahora esa nave era una tumba. Miraba al cielo disfrutando de la vista. Las estrellas siempre parecían más brillantes desde la superficie de un planeta. Desde que se unió a la flota de nómadas, no había tenido muchas oportunidades de pisar tierra firme y sentir el propio peso, aunque fuera en tan poca gravedad, era una sensación muy gratificante.

Oyó un estampido de una nave saliendo de supercrucero, luego otro, y otro, luego decenas se iban sumando hasta crear un muro de sonido atronador. Decenas de estelas cruzaron el cielo abriéndose en abanico para cubrir la zona circundante a su posición, y cinco de esas estelas se dirigían en picado directas a su posoción.

Ya estaban aquí.

Tres se quedaron suspendidas a menos de 100 metros de altura sobre él. Una Keelback de salvamento y rescate de La Birra de Brian y la "Marcus I. Brutus", la inconfundible Python blanca de Marshall, se posaron sobre Onil 4a.

Aún estaban los motores desactivándose, cuando Marshall saltó de su nave y riendo a carcajadas, abrazó a Salvor.

–Afortunado insensato. Ya pensé que te perdía.

–Has tardado mucho, viejo.

Marshall rió de buena gana, pero notó cierta amargura en la voz de su amigo.

–¿Qué ocurre?

Salvor apuntó con la mirada a la sidewinder. Turk Marshall se acercó y entró en la destrozada nave.

–¿Quién es éste?

–Creo que un buen hombre, de camino a casa te cuento–Salvor sacó el cartucho de almacenamiento y lo agitó delante de la cara de Marshall.

–Sea lo que sea, tendrá que esperar a mañana. Egovi Union ha declarado la guerra a Project Chaos.

–¿Ya? Pues sí que nos hemos fajado esta vez, jajajaja.

–¿Krait MKII y Corveta?–Marshall golpeó el hombro de Salvor.

–¡Por supuesto! Hay que esmerarse.

(**Sigue el Out of Context de Marshall en Twitter: @CmdtEstepario**)
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