Cmdr Topo Estepario
Role
Assassin / Privateer
Registered ship name
STNR-Manipulus
Credit balance
-
Rank
Elite V
Registered ship ID
Alliance Crusader stnr22
Overall assets
-
Squadron
Sine Terra Nullus Rex
Allegiance
Independent
Power
Felicia Winters

Logbook entry

Crónicas de Onil (Capítulo 7). Enemigo a las puertas

16 Feb 2023Topo Estepario
9 de Febrero de 3309.
En algún lugar del Imperio

El funcionario del Imperio se sentó frente a Melina en la mesa, activó un olograbador y colocó meticulosamente su tablet sobre la mesa.

–Interrogatorio realizado por Jonas Lahutas. Agente de Grado del CEI. Diga su nombre y rango, para que conste.

–Comandante Melina Alvarado. Piloto de combate en el STNR-Cornelius Scipio.

–¿Es consciente de por qué se encuentra aquí?

Melina sonrió y se echó hacia atrás en la silla.

–Bueno, creo que mi jefe les ha hecho una buena jugada.

El funcionario levantó la vista de la tablet.

–Limítese a responder a las preguntas, Comandante Alvarado– Su voz no transmitía ninguna emoción, salvo la del burócrata que quiere acabar cuanto antes su trabajo.

–No, no lo sé.

El funcionario resopló con discreta impaciencia, buscó un informé en su tablet y leyó apresuradamente.

–"En los meses de diciembre de 3308 y enero de 3309, la flota Sine Terra Nulus Rex desarrolló una serie de operaciones clandestinas cuyo objetivo era impedir la expansión hacia el sector de Kaan de la Armada Imperial. Al mando de tales operaciones se encontraban el Comandante Marshall y el Comandante Salvor. Apoyaron a la facción anárquica Storm Seekers para que se instalaran en Onil, expulsando a la facción aliada del imperio Workers of Quillaente Union Party de ese sistema, y posteriormente a Egovi Union, relegando a Project Chaos en su sistema natal"

–Buen resumen, agente, pero no veo qué más puedo aportar yo a lo que ustedes ya saben.

–¿Son aliados de Storm Seekers?

–Por lo que yo sé, Sine Terra Nulus Rex no tienen ningún aliado. Storm Seekers no fue más que un instrumento como Egovi Union lo es para 1Glod.

El funcionario hizo un par de anotaciones.

–Muy bien. Puede marcharse.

Melina se quedó perpleja.

–Vaya ¿No estoy prisionera?

–Por lo que a nosotros respecta, Comandante Alvarado, la flota a la que pertenece no ha realizado ninguna acción hostil contra el Imperio por lo que no procede ninguna acción contra sus miembros, incluida a usted. Esperamos que esa situación se mantenga y que transmita a sus superiores que no ponemos objeción alguna a que mantengan el control de su sector, incluido Onil. Lo que pase entre facciones ajenas a los dominios de la Emperatriz Duwal, no es asunto nuestro... transmita esto también.

Melina se levantó y se dirigió hacia la puerta.

–Una cosa más, Comandante Alvarado –dijo sin levantar la vista de la tablet y apagando el olograbador– la considero lo suficientemente lista para que transmita lo que le hemos dicho como si fuera una advertencia.

Melina sonrió.

–Ustedes también deben considerar esto como una advertencia, Señor Lahutas. Una sola incursión más de su facción en nuestro sector –señaló a la insignia imperial de la 1Glod en el pecho del funcionario– y le aseguro que su vida se convertirá en un infierno.

Lahutas sonrió condescendientemente.

–No creo que una flotilla como la suya esté en posición de amenazar, Señora Alvarado.

–Esa flotilla, Señor Lahutas, ha puesto contra las cuerdas a tres facciones imperiales que llegaron a nuestra casa presumiendo de poderío. Intuyo que su superior no opina igual que usted y por eso le ha mandado aquí a suplicar una tregua. Créame, no les conviene convertirse en objetivo del Comandante Marshall ni del comandante Salvor.

–Podemos hundir a Storm Seekers cuando queramos.

Melina soltó una sonora carcajada y abrió la puerta para salir.

–Usted no es muy listo, Señor Lahutas.

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16 de Febrero de 3309.
Zillig Survey. Onil 4a


–Hijos de perra.... Hijos de perra...

El ministro Clinton tragaba saliva viendo al Ciudadano Jefe de Project Chaos, Donald Husbi, hundirse en la desesperación. Los últimos dos meses habían sido un infierno. Las promesas del Imperio sobre un futuro de expansión apoyados por su poderío se habían ido diluyendo en excusas y aplazamientos y al final los habían acabado abandonando a su suerte con el enemigo a las puertas. Sabían que no había nada que hacer.

Husbi alzó la mirada de los gráficos de influencia de Saminicing, miró a Clinton con lágrimas de impotencia.

–Maldita sea, Clinton ¿Cómo hemos llegado a esto?

Clinton sabía la respuesta, pero se abstuvo prudentemente de darla. La ambición ciega de Husbi le hizo desoir sus consejos de prudencia, de no tener prisa. Quizá una alianza comercial con Storm Seekers habría sido más productiva que las promesas incumplidas de la Triada Imperial. Le habían deslumbrado con el humo del poder.

–Atacar a Storm Seekers fue un error, Clinton, un gran error. –Husbi le hablaba, pero tenía la mirada perdida en el vacío.– Esos cabrones imperiales me engañaron. Era un suicidio, tenía que haberlo visto.

Clinton recordaba la embajada de Storm Seekers cuando vinieron a buscar una solución al primer ataque de Project Chaos a sus sistemas. Husbi los recibió con bravuconadas y amenazas, y en contra de toda cortesía diplomática, prácticamente los echó a patadas. No hubo más contactos, pero desde entonces, Onil fue ingobernable.

–Y ese hombre, Turk Marshall... ¿quién mueve sus hilos? No me creo que una flota nómada pueda ser tan obstinada si no es con un propósito más alto que el simple dinero.

Sine Terra Nullus Rex, la flota de Marshall, empujaba a la guerra una y otra vez a todo el sistema. La facción Workers of Quillaente Union Party, que la Triada Imperial había dejado para apoyarlo, había sido aniquilada y borrada del sistema. Egovi Union, que controlada por la Triada Imperial debía ser una barrera contra ataques, se había lanzado una y otra vez contra ellos.

–Para eso sí tengo respuesta, Señor.

Husbi miró fíjamente a Clinton. Éste sacó una carpeta y se la extendió al Ciudadano Jefe abierta por la primera página. Los ojos de Husbi se abrieron como platos.

–¿Su hijo?

–Servía para Storm Seekers en Miyamoto Biochemical Complex, el primer asentamiento que atacamos en Saminicing.

–No hubo supervivientes...

–No, no hubo supervivientes... como usted ordenó.

(**Sigue el Out of Context de Marshall en Twitter: @CmdtEstepario**)
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