Crónicas de Onil (Capítulo 9). Jaque mate
23 Feb 2023Topo Estepario
Donald Husbi, Ciudadano Jefe de Project Chaos, miembro de honor del Consejo de Su Alteza Imperial La Princesa Aisling Duval, Señor de Yalua y Kokobididji estaba contento. Aún podían dar la vuelta a la situación. La reciente victoria frente a Egovi Union por el control de Onil era un claro ejemplo de que Project Chaos aún no había dicho su última palabra.Solo en su despacho, frente a una representación olográfica de sus dominios, urdía un plan para aniquilar a los Storm Seekers y a ese malnacido mercenario de Turk Marshall.
–Lo mataré con mis propias manos, sí...
Y sonreía imaginando maneras de hacerle morir de forma lenta y dolorosa. Nadie lo había humillado nunca de tal manera y había seguido vivo mucho tiempo.
Se vengaría también de la Tríada Imperial.
–¡Traidores!
Aquellos petimetres, con sus lujosos ropajes y sus aires de grandeza lo habían engañado para que emprendiera una campaña suicida. Habían despertado a un dragón que ahora lo devoraba todo con hambre de un siglo y Project Chaos había sido la víctima ofrecida por la Tríada para aplacar su ira.
Pero esta oveja no se iba a dejar degollar en el altar.
Sonó el intercomunicador.
–El Ministro Clinton está aquí, Ciudadano Jefe.
–¡Perfecto! Háganle pasar inmediatamente.
Robert Clinton, el último de su consejo de gobierno, siempre discreto, siempre atento. Un hombre eficaz. Cuando todo esto acabase, sería su segundo al mando.
–Mi querido amigo –Husbi abrió los brazos para abrazarlo–, espero que me traigas buenas noticias de tu reunión con Marshall.
Clinton sonreía y le devolvió el abrazo, no podía haber mejor augurio.
–Más que eso, señor, traigo la solución a todos los problemas de Onil.
Detrás de Clinton se abrió la puerta. Una figura imponente cubierta por un sombrero de ala ancha que le ocultaba el rostro entraba de forma decidida e iba directa hacia ellos. El desconcierto por la irrupción, le ocultó a Husbi durante unos preciosos segundos detalles tan importantes como que de la cadera de aquel desconocido colgaba una Manticore que desenfundó a dos metros mientras levantaba la cabeza revelando su rostro.
–¡Marshall, traici...
Lo último que vio fue la cegadora luz del plasma dirigiéndose directa hacia su cara.
(**Sigue el Out of Context de Marshall en Twitter: @CmdtEstepario**)