Diario 2: Transmisión 1 de Helena
12 Oct 2024Tess Mirlen
Tess estaba sentada en el borde de su pequeña cama, en una habitación apenas iluminada por una luz tenue. Afuera, los ruidos de la estación resonaban suavemente. Había revisado su inventario varias veces, sin saber muy bien cómo lidiar con la soledad que últimamente la acompañaba en cada viaje. Finalmente, decidió hacerlo. Había evitado mirar las viejas transmisiones por mucho tiempo, pero hoy, el peso de todo lo que estaba pasando la empujó a enfrentarse a esos recuerdos.Suspirando, encendió la pantalla frente a ella. El resplandor azul iluminó el espacio oscuro, abrió el archivo de la primera transmisión que recibió de su madre, con un nudo en el estómago, Tess presionó "Reproducir".
Transmisión 1
Fecha: Junio de 3305
Ubicación: Camino a Matet, Distrito de la Federación de Pilotos
El reproductor se activa con un suave zumbido. La imagen se estabiliza lentamente, mostrando a Helena grabando desde un dispositivo móvil, en lo que parece ser un pequeño cubículo. Los anuncios de la estación resuenan de fondo, informando sobre naves que despegan y aterrizan, destinos y advertencias de seguridad. Aunque el ambiente alrededor es ruidoso, la voz de Helena se escucha claramente.
Helena toma un momento antes de hablar, su mirada reflejando una mezcla de nervios y nostalgia.
—Hola, Tess... —empieza con un tono vacilante, casi como si no supiera por dónde comenzar—. No puedo creer que ya hayan pasado cinco años desde la última vez que te vi... Desde que me fui. —Suspira, y se nota el peso de lo que no ha dicho—. Me pregunto cómo has estado, cómo has crecido... Me gustaría explicarte tantas cosas, pero la verdad es que, por ahora, no puedo. No todavía.
Hace una pausa, y su expresión se suaviza al recordar.
—He pensado mucho en ti, cada día. A veces cierro los ojos y me imagino tu sonrisa... y todas esas veces que corrías por la casa. Siempre hablábamos de cómo sería explorar la galaxia, ¿lo recuerdas? —Una pequeña sonrisa asoma en sus labios—. Bueno, ahora estoy aquí, a un salto de Matet. Es donde está el distrito de la Federación de Pilotos donde tomare mi entrenamiento como comandante.
Helena mira directamente a la cámara, con un aire de tristeza y esperanza al mismo tiempo.
—Sé que puede sonar egoísta pedirte esto después de tantos años sin saber de mí, pero quiero que me esperes. Voy a volver por ti, Tess. Quizás tarde un poco, pero nunca te he olvidado. Y cuando llegue el día, te prometo que volaremos juntas por la galaxia, como siempre soñamos.
Se recuesta un poco en su asiento, su tono se vuelve más firme pero también lleno de cariño.
—No puedo contarte todo ahora, pero lo haré, cuando sea el momento adecuado. Mientras tanto, voy a enviarte mensajes siempre que pueda. Quiero que seas feliz, Tess. Cuídate mucho... y nunca olvides que te quiero.
La pantalla volvió a apagarse, dejando a Tess en silencio. La oscuridad de la habitación parecía hacerse más densa mientras las palabras de su madre resonaban en su mente. Habían pasado años desde que recibió esa primera transmisión, pero la promesa seguía ahí, viva, latiendo en algún lugar dentro de ella.
Por un momento, Tess cerró los ojos y recordó aquellos días, cuando su madre aún estaba cerca, cuando todavía soñaba con aventuras sin fin. Una lágrima solitaria rodó por su mejilla, y aunque había mucho que no entendía, una cosa era clara: el eco de esa promesa la mantenía en movimiento, incluso en los momentos más oscuros.